Por Carlos Galeón.
El endeudamiento público de España ya es del 90,1% sobre el PIB,
o dicho de otra manera, debemos 900 mil cien millones, lo que sale
aproximadamente a 20.000 euros por españolito. Y no es dato de uno u otro
partido, sino de la oficina oficial estadística de la Unión Europea. ¡Nada que
discutir!
Después de todos los recortes en el estado del bienestar, de las
privatizaciones, de un sufrir diario, de la eliminación de derechos laborales,
civiles, y democráticos, de una Reforma Laboral que ha creado más paro y nos ha
puesto a la cabeza de Europa, resulta que el gobierno de Mariano ha logrado en
un año y medio lo que el anterior gobierno en ocho.
¿Cuál es la razón de este incremento? Inicialmente, que
el Ministro de Econo-mía, Luis de Guindos, está endeudando a España cada semana
que ordena al Tesoro que acuda a subastas de letras y bonos. Y lo estamos
haciendo a unos intereses muy altos (entre el 3% y el 5%) con una prima de
riesgo en torno a los 300 puntos, lo que sigue siendo un disparate, y hasta tal
punto que en Bruselas ya dicen que de Guindos está endeudando España más que
Felipe II, con la diferencia de que éste contaba con el oro y la plata que
robaba a los indígenas americanos.
Y la pregunta del millón no tarda en surgir. Si después de todos
los sacrificios hechos, de todos los recortes, los sufrimientos padecidos, los
derechos perdidos, la democracia violada y anulada, sólo hemos conseguido
endeudarnos más de lo que estábamos, ¿para qué ha servido todo lo que se ha
hecho? Pues bien, para nada, porque ha sido una política incorrecta.
El problema de España nunca ha sido el déficit ni la deuda (esto
lo vienen diciendo el profesor Vicenç Navarro y otros economistas desde el
inicio de la crisis), pero las políticas dirigidas a reducir el déficit han
llevado a un endeudamiento del estado español porque éste no ingresa, y no lo
hace porque no tiene una correcta política fiscal.
El aumento, tanto del déficit como del gasto público, no son
causa de la crisis, sino resultado de la política de austeridad. Y no pueden
ser de la crisis, porque al inicio de la misma, el estado español
ingresaba un 2,23% sobre el PIB más de lo que gastaba, y su deuda pública
era del 36,2% sobre el PIB. Por tanto, de derrochadores, nada de nada. Lo que
ha pasado es que se han eliminado impuestos directos tan importantes como el
impuesto del patrimonio, y el de sucesiones, se bajó el porcentaje a los
ingresos superiores a los150.000 euros anuales, se redujo el impuesto a las
grandes empresas, y grandes fortunas, no se gravaron los beneficios bancarios,
y no se ha hecho una auténtica lucha contra el fraude ni contra la corrupción.
España tiene recursos para crear trabajo, lo que pasa es que no
los recoge por su política de austeridad equivocada, que lo único que pretende
es eliminar todo derecho democrático y la misma democracia, conseguir una mano
de obra, no competitiva, sino esclava y vender todo el patrimonio de los
españoles, mientras nos entretienen con patrioterismos baratos como el de
Gibraltar, que podrían solucionar en una sola tarde y una sola reunión.
Los dogmas de la Escolástica del Mercado han fracasado y han
tenido que acudir a papá estado para que resuelva a favor suyo una gran estafa.
Como dice Christian Felber, uno de los creadores y teóricos de attac, la
democracia ha sido violada, y esta violación ha sido un estupro, un ataque a
una menor de edad, porque la democracia es todavía una niña a la que no están
dejando desarrollarse, ya que significaría la muerte de los poderosos.
Antes desta gran estafa
que la han teñido de crisis
y que ha sido cual la tisis,
dejándonos cual piltrafa
a la niña democracia,
aún había eficacia.
De Guindos nos ha guindado
por su cara y por su jeta.
Cual si fuere cuchufleta
en bolas nos ha dejado,
pues que del Mercado es siervo
aunque haya de ser un ciervo.
Aunque no es cejijunto
sí tiene gruesas las cejas,
siendo como comadrejas
y a todo le saca su unto;
experto en economía,
ha total autonomía.
Y aunque sea un experto,
su receta liberal
nos ha guiado al patatal
que es todo este desacierto,
en donde pinta un futuro
con un color muy oscuro.
De Guindos, sí ha guindado,
desde nuestras libertades
hasta nuestras propiedades,
que las han privatizado
sin pedir nuestro permiso,
como debe ser preciso.
Que vender lo que es de todos
es abuso de confianza,
denota muy mala crianza,
y es cosa de hacer de godos,
pues que es desfalco y despojo
hecho al pueblo sin sonrojo.
España es toda un mercado
en donde todo es comprable;
un camarero amable,
un currante amaestrado,
un hospital o una empresa
y gratis, la lideresa.
Y hemos llegado tan bajo
que todo ya se permite
y la corrupción se admite,
pues se tiene mucho cuajo,
pues que el pueblo se ha aflojado
y así acabará lidiado.
¡Despierta, pueblo de España!
porque te la están metiendo
y entera te están vendiendo,
cantándote la patraña
de que hasta agora has vivido
mejor de lo merecido.
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