La
vulnerabilidad de los mercados ha puesto en hacker el sistema económico
europeo. La UE enfrenta la crisis cometiendo los mismos errores que los países
latinoamericanos en la década de los 90. Por ejemplo, la receta del FMI y los
programas de ajuste de la UE son los mismos pasos que no sirvieron para paliar
la crisis económica de estos países. En España, Grecia, Irlanda y Portugal, la
crisis le está constando más al ciudadano que a la propia estructura política
que no han visto reducidos en nada sus salarios y menos en el número de cargos
internos. Las medidas del canciller alemán, la UE y FMI han servido para
garantizar el pago de la deuda a los bancos privados. La cuestión es, ¿por qué
se empeñan en imponer Europa este modelo de ajuste? La respuesta es contundente,
interés y beneficios. La UE no piensa en absoluto en el ciudadano, sino en la
inversión, la protección y el crecimiento de algunos sectores de Europa.
El
gran error es que ellos, FMI y UE, se creen técnicos y disfrazan ideología de
lo que es ciencia. La economía es una ciencia y debe estar a favor del
bienestar de la sociedad y la política.
Salir
de la crisis no es tarea fácil. Hay que revisar, quien nos gobierna “los
mercados”, nuestro sistema productivo y económico debe volver a florecer y eso
se logra volviendo a ser mercado. ¿Como podemos tener los mercados? La única
solución es la nacionalización de empresas en quiebra y estratégicas. Es decir,
los últimos años de la económica de España de los 60 y 70, crecía con la misma
fuerza que Europa, construíamos, coches, teléfonos, barcos, aviones, teníamos
un tejido empresarial fuerte con empresa energética y de gas. La estrategia
puesta en marcha en la dictadura, fue un mecanismo de desarrollo impulsado por
tecnócratas de la época para impulsa una España hacia la industrialización.
La
privatización de González y Aznar durante los ochentas y noventa, permitió el
gran maná de la economía Española, el dinero se hacia en España más fácil que
en cualquier países del mundo, permitiendo la inversión de capital exterior y
el crecimiento de nuestra economía. Sin embargo, las empresas tras la
ampliación de la Unión Europea veían inviable seguir manteniendo sus capitales
y sus empresas en España, Portugal y Grecia, pues la ampliación permitió a
países con bajo salarios la relocalización de empresas, para mantener los
beneficios. Prueba de ello es el actual crecimiento de países como Rumania,
Bulgaria, Polonia y Estonia, cuyo salarios son unos de los más bajo de toda
Europa.
Rajoy
tuvo en sus manos el fin de la crisis, la no expropiación de Spanair, Nueva
Rumasa, T-solar, forzó obligatoriamente a su quiebra y con su consecuencia la
caída de más empresas. Y aunque no lo reconoció, el presidente Mariano Rajoy
posteriormente nacionalizó Bankia. Era o expropiar o quiebra, y quebrar un
banco no era lo mismo que una empresa. Allí está el kit de la cuestión, la
crisis se resuelve con la expropiación de empresas en perdidas y de otras
estratégicas, como es el caso de Iberia cuya empresa está sumiendo la perdida
absoluta de su bajo poder en el mundo, pues la compra de los británicos de la
aerolínea la está llevando a un precipicio.
Tenemos
que cambiar las reglas de las empresas privadas y reestructurar la industria
desde la perspectiva laboral hacia un desarrollo socioeconómico. La solución de
la crisis es el mercado y se podrá recortar en servicios sociales, pero esto no
va hacer absolutamente nada para paliar la crisis, cuyo foco de crisis es la
estructura empresarial del sector secundario del Estado Español. Es falso decir
que para generar empleo hay que abaratar los salarios. Las privatizaciones
degradan el valor del trabajo y pone al ciudadano al servicio de la clase con
dinero. Esto no debe ser la tendencia que marque nuestro SXXI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario