¿Quién está poniendo en peligro la democracia?
Artículos de Opinión | Cristóbal Orellana González |
20-10-2012 |
Algunos
partidos políticos (me refiero a los del bipartidismo) se dicen demócratas, o
sea, que defienden la libertad de expresión y, todavía más importante si cabe,
que respetan y cumplen la voluntad ciudadana. Eso dicen, pero ¿de verdad
respetan la voluntad de la gente de a pie que todos los días sale a la calle en
Jerez y en tantas ciudades a gritar libertad, empleo, solidaridad y dignidad,
mientras ellos, desde su desesperante pastosidad institucional, cierran filas a
favor de los intereses de los bancos y hunden las arcas públicas de aquí a
décadas?. El pueblo decide, la ciudadanía decide… y puede y debe hacerlo ahora,
especialmente, cuando el PP vulnera (según ha declarado el mismo presidente del
gobierno) el programa electoral con que logró engatusar al pueblo.
La situación
es muy grave, la voluntad ciudadana está descaradamente secuestrada y el
Parlamento, impotente, está a años luz del sufrimiento cotidiano de la gente.
Entonces, ¿quién está gobernando?. La respuesta es muy fácil. Valga esta
anécdota para contestar. El otro día me pusieron una multa al coche (uno que me
prestaron) por no poner el tiquet de estacionamiento. Fui a pagarla, como antes
se hacía, al Ayuntamiento y me dijeron que me dirigiese a las ventanillas de La
Caixa… Efectivamente, para eso los poderosos, sin consultar absolutamente nada
con la ciudadanía, cambiaron la Constitución: para obligarnos a pagar la deuda
(generada por ellos).
Por todo
ello, para mediados de noviembre ya estamos preparado una nueva huelga general.
Y no solo vamos a exigir empleo, sanidad, vivienda, escuela pública de calidad,
etc., es que además vamos a denunciar –y este va a ser seguro el mensaje
central de las movilizaciones– la dictadura que se nos ha impuesto. Prudencia
ante lo delicado del momento sí, firmeza en la exigencia de los derechos
humanos de todos también.
Saldremos a
la calle pacíficamente, con sentido crítico y sabiendo que hay alternativas
económicas, políticas, fiscales. Por poner un solo ejemplo: no dedicar
alrededor de 20.000 millones de euros anuales en gastos militares, armas y
guerras. Puede que los gobernantes nos quiten, para dárselo a los bancos, el
sueldo de ese día de la huelga, pero también comprobarán que tratar de pisotear
nuestra dignidad y la de nuestros hijos no es fácil. Todas las protestas
sociales (y son muchas) habidas hasta ahora deben unirse el día 14 de noviembre
en un mismo e inmenso clamor: democracia real ya.
Fuente: http://tercerainformacion.es/

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