Las precarias condiciones
socioeconómicas de las familias en los últimos años exigen una auténtica
implicación de los poderes públicos en la consecución de un modelo educativo
justo y de calidad en un marco de enseñanza pública y gratuita, incluida
la universitaria convertida hoy en un privilegio. Hasta ahora, los intereses
particulares son los que establecen las directrices de un sistema educativo
en el que prima el fin de lucro.
Se ha convertido en un negocio
millonario para las mismas editoriales codiciosas, algunas sospechosas de
pago de comisiones a centros y enseñantes, para vender sus libros de
texto, cuya calidad curricular es más que cuestionable.
Este inmoral comportamiento se
persigue en los países progresistas de Latinoamérica, pero en España el
Gobierno permanece cautivo del gran oligopolio del mercado escolar –donde
la Iglesia tiene un papel protagonista- y por lo tanto, ajeno a las necesidades
de los ciudadanos que asisten desolados a un saqueo de sus exiguas economías,
cada curso escolar.
Todavía más, el Gobierno ha
incrementado en un 17% el tipo de IVA a una parte importante de los
materiales educativos que suponen el 20% del equipamiento que adquieren las
familias cada año y que esta vez soportarán el IVA más alto.
Por otro lado, las Comunidades
Autónomas lejos de mejorar la situación, contribuyen a enquistar el problema:
ausencia total de iniciativas de solución a este sempiterno negocio en el que
las víctimas son las familias.
En este orden de cosas, las
asociaciones de padres y madres, son las que han reaccionado con el apoyo
puntual de enseñantes. Desde mercadillos y reciclado de material, hasta
prescindir de libros de texto, asumiendo el maestro el contenido docente.
Asimismo, el sector empresarial
interesado, sin disimulo, ha intentado obstaculizar que los centros educativos
puedan dedicarse a la venta de libros de texto, fotocopias de apuntes y
material de escritorio, que estarían exentos de IVA. A ello se suma el afán
recaudatorio del Estado y las CCAA, en una espiral de afán de lucro que
amenaza cada año a la mayoría de la sociedad, produciendo enormes injusticias.
Comienza un nuevo curso escolar, y
una vez más, el desaprensivo mercadeo, que convierte un derecho en un espúreo
negocio.
*Jurista
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