Artículos de
Opinión | Carlos Martínez* | 24-08-2013 |
Las
democracias occidentales, que creen ser tanto la “comunidad internacional” en
exclusiva, como la esencia de los valores democráticos y las libertades, sin
embargo no toleran que el resto de los pueblos del mundo, elijan su camino.
Muchas de
estas “democracias” tanto europeas, como del norte de América y sus
ramificaciones en Oceanía y Asia, son antiguos imperios y/o potencias
coloniales o bien en el caso de los EE.UU un nuevo imperio con características
novedosas, de mediados del siglo XX, pero imperio al fin y al cabo.
Todos estos
estados, son capitalistas y su ideología predominante es la liberal más o menos
autoritaria además de judeo-cristianos.
El hecho de
haber sido potencias colonizadoras y cristianas, les hace considerarse
superiores, más cultas y que sus parámetros vitales u organizativos son los
correctos, por lo que se otorgan el derecho de decidir que es civilizado o que
es democracia. Ciertamente todas ellas celebran elecciones parlamentarias o
presidenciales regulares, pero de facto están controladas y gobernadas por
oligarquías políticas de casta y muy imbricadas con la plutocracia económica
que es quien realmente tiene el poder y decide mediante un férreo control de
los medios de comunicación y difusión, así como el chantaje económico a quien
pueda gobernar así como que políticas públicas deben adoptar sus gobiernos.
Como puede verse tremendamente ejemplar. Además ya se sabe que desde sus
inicios la democracia, es cosa de ricos y si no que se lo pregunten a los
ilotas o siervos atenienses que al igual que las mujeres, no podían elegir, ni
ser elegidos aunque fuera por sorteo, ni mucho menos decidir.
Así, las
llamadas democracias, son en realidad un conglomerado militar-empresarial
dirigido y orientado a defender el capitalismo y la supremacía de los poderosos
occidentales o sus aliados financieros y energéticos. Lo demás son cuentos,
mentiras y justificaciones. Lo que sí que es cierto es que fue en estas
potencias, donde la llamada revolución industrial antes primó, lo cual les dio
una posición de ventaja y adelanto. Inventos como los barcos de hierro y acero,
la máquina de vapor adaptada a barcos y ferrocarriles, junto con la
ametralladora les otorgaron la superioridad necesaria bélica y el cristianismo
y su afán proselitista y muy activo, la fuerza necesaria para ocupar y
“evangelizar” a otros pueblos bien con religiones más pasivas e introspectivas
o bien sin un armamento tan modernizado e industrializado, junto con la
ausencia de ejércitos profesionales, posibilitó la ocupación y el expolio
económico.
Tras la
descolonización generalizada de África y Asia ya en el siglo XX, surgen nuevas
formas de control y de neocolonialismo. Además de la lucha ideológica y de
dominio frente al comunismo soviético. Pero ni entonces, en los años cincuenta
y sesenta del siglo pasado, ni en estos momentos, las potencias centrales y
“democráticas” permiten o al menos lo intentan, que ningún estado, aunque sea
de forma tímida intente conquistar y defender su propia soberanía. La
independencia real y la búsqueda de modelos propios y alternativos de
desarrollo y de reparto de la riqueza, son combatidas en la medida de sus
posibilidades por las “democracias cristianas occidentales”. Con mayor o menor
éxito, pues a pesar de su poderío militar, hay países y repúblicas que están
buscando su propio camino y vías democráticas o de gobierno, pero también
económicas y comerciales sobre todo a partir del inicio del siglo XXI.
No podemos
olvidar a vías de liberación en el siglo XX como la de los “No Alineados” o el
socialismo árabe, la guerra de independencia de Argelia, los míticos Cuba y
Vietnam. Muchos otros como Irán, Guatemala o posteriormente Chile fueron
laminados, en sus intentos de labrarse su futuro sin piedad y con sangre
durante la llamada “Guerra Fría”. Actualmente son los estados del ALBA los que
están en el punto de mira, sin bien con poco éxito, entre otras cosas debido a
los precipitados cambios que se están produciendo en el sistema-mundo.
Pero veamos
ejemplos concretos en estos últimos dos años: la saludada e hipócritamente
alabada primavera árabe no ha terminado sino demostrando la crueldad del doble
rasero judeo-cristiano. Poe ejemplo en Israel y en los EE.UU funcionan dos
regímenes teocráticos y sectarios y no ocurre nada, es más ellos dan lecciones
a los demás e imponen a sangre y fuego sus criterios sin respetar ninguna
legalidad internacional y no pasa nada. Cuando en Egipto vence las elecciones
un partido conservador y de carácter islámico, tan islámico como “cistianista”
por ejemplo pueda ser Partido Republicano de los EE.UU o el Partido Popular en
España, sin embargo les resulta intolerable la solución árabe. Es tolerable que
los partidos políticos sistémicos y liberales europeos como el PP, sean
autoritarios o en España el PSOE y el PP modifiquen su Constitución al objeto
de favorecer a los bancos y a los acreedores de grandes grupos financieros,
pero no pasa nada. Encima se hecha en cara que los Hermanos Musulmanes no han
sabido hacer disminuir el paro ni la pobreza y eso lo dicen medios españoles en
un estado cuajado de paro y corrupción bananera, por ejemplo y se quedan tan
anchos y tranquilos ¿Pero qué está pasando en Grecia, España, Italia, Irlanda
etc.?
Pero todo es
más mentiroso todavía cuando comprobamos que las teocracias feudales del Golfo,
comenzando por Arabia Saudita son aliados que además, si interesa se apoyan a
grupos islamistas vinculados a Al Queda para desestabilizar lo que corresponda
o iniciar guerras civiles muy cruentas.
Resulta
intolerable la intromisión occidental y judeo-cristiana, o como se permite sin
rechistar un golpe de estado en Egipto, golpe de estado con toda la cuerda dada
y no se dice nada en contra de masacres y asesinatos masivos, si estos los
perpetran los aliados o sátrapas a sueldo de los estados OTAN. La crueldad y el
racismo de los mandatarios y mandatarias occidentales no tiene medida por lo
que lo único que pretenden es controlar el tráfico energético y petrolero,
defender al estado de Israel y consolidar su poder militar mundial al objeto de
defender sus intereses, es decir los de sus plutocracias ¿Si no porque partidos
hermanos de la Hermandad Musulmana egipcia, en unos estados son aliados y en
otros enemigos? ¿Qué diferencias existen entre los partidos gobernantes en
Marruecos, Túnez, Turquía y hasta ahora en Egipto? Ninguna.
Occidente ya
ha bombardeado y/o destruido Irak, Afganistán, Libia, Siria y ahora Egipto. Los
verdaderos culpables de incitar tanta muerte, destrucción y asesinatos son
dirigentes cristianos, occidentales, liberales y que viven y gobiernan en
“democracias”. Tras enfrentamientos étnicos y tribales o políticos entre árabes
al final aparece la mano negra judeo-cristiana. La impronta de las cruzadas no
ha desaparecido.
Pero al
objeto de lograrlo lo primero es pacificar el frente interno y controlar,
engañar y comprar la dignidad de los propios pueblos y clases trabajadoras y
populares occidentales y europeas de forma particular. La Unión Europea y su
gobierno de eurócratas en Bruselas no es una democracia. Un parlamento sin
funciones y una legislación pro-capitalista y privatizadora que declara
ilegales incluso políticas socialdemócratas consecuentes y de control estatal
de la economía, no es sino un régimen autoritario encubierto, es decir hablemos
claro de una vez, liberal.
Las
terribles mentiras y deformaciones de todos los medios públicos, privados y
medio-pensionistas occidentales, es terrible. La ignorancia o incultura de
supuestos expertos en política internacional, auténticos charlatanes vendedores
del bálsamo de Fierabrás, mercenarios sin escrúpulos, es igual de sanguinaria y
falsa. O bien son talibanes cristianos y propagandistas políticos pro
capitalistas y judeo-cristianos furibundos y dogmáticos. Liberales
autoritarios.
Cuando se
contempla este panorama cada vez se echa más en falta la V Internacional
Socialista y de los pueblos oprimidos del mundo. Comenzando por los pueblos de
Europa y siguiendo por todos los de la madre tierra. A la geo-estrategia
capitalista e imperialista solo se le puede responder con una estrategia
internacionalista. Esto a partir de los Foros Sociales Mundiales, quedó muy
claro. Pero hay que profundizar más y organizarse mejor. Habiendo fallecido
Hugo Chávez, tal vez Evo Morales debiera retomar la idea.
No nos
engañemos necesitamos en medio de tanto recorte, agresión, empobrecimiento y
sufrimiento volver a coordinarnos las fuerzas sociales, democráticas y
transformadoras del mundo. No solo ya de Europa. También en Europa. En el
estado español, el asunto es obligatorio y de extrema necesidad.
*
Politólogo.
** Para
Tercera Imformación.
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