Julián Casanova repasa los hitos de la
Guerra Civil en 'España partida en dos'
Bombardeo de
Gernika en julio de 1937. / Fundación Sabino Arana
Julián
Casanova (Teruel, 1956), catedrático de Historia contemporánea en la
Universidad de Zaragoza y especialista en anarquismo y Guerra Civil, lleva
camino de convertirse en un raro caso de hispanista español. Primero
tradujeron alguna de sus obras al mercado anglosajón y finalmente la editorial
I.B. Tauris le encargó que escribiese en inglés una historia breve de la Guerra
Civil, publicada en Londres en 2012. El libro, España partida en dos, sale ahora en
español, editado por Crítica, con una misión clara que el
historiador apunta en su prólogo: “A quienes sepan mucho sobre la Guerra Civil,
esta historia quizás les parezca breve, poco profunda. Pero en mis numerosos
encuentros con maestros, profesores de enseñanza media y estudiantes he
constatado que faltan libros de este tipo, concisos, de prosa accesible y con
la garantía de una investigación rigurosa y profesional”. En él se desmontan
algunos enunciados erróneos.
1. La historia de España no fue una isla dentro de Europa.
En las tres primeras décadas del siglo XX se dieron “más similitudes que
diferencias” entre los acontecimientos españoles y europeos. No hubo anomalía.
“Casi ningún país europeo resolvió los conflictos de los años treinta y
cuarenta por la vía pacífica”. Casi todos los regímenes democráticos que
sustituyeron a monarquías en Europa habían desaparecido cuando estalló la
Segunda Guerra Mundial, excepto Irlanda. Tampoco en esto España fue la
excepción, ya que todas “fueron derribadas por sublevaciones militares
contrarrevolucionarias, movimientos autoritarios o fascistas”. La diferencia
española fue que el golpe de 1936 fue “el único que causó una guerra civil”.
2. Ni
fascistas ni comunistas tuvieron peso político hasta 1936. El fascismo, según
Casanova, surgió más tarde que en Italia y Alemania y con escasa fuerza hasta
la primavera de 1936, mientras que el comunismo solo comenzó a tener presencia
cuando sustituyó su lucha de clases por la colaboración en frentes
antifascistas. “Solo gracias a una guerra civil, el comunismo y el fascismo
acabaron teniendo una notable influencia en la política y en la sociedad
española de los años treinta. Antes de la sublevación militar, ni fascistas ni
comunistas tuvieron fuerza para desestabilizar a la República”.
3. No hubo
rebelión de generales ni sublevación militar en bloque. De los 18 generales
importantes, se sumaron al golpe cuatro (Cabanellas, Queipo de Llano, Goded y
Franco), que “no permitieron ninguna indecisión o resistencia de sus propios
compañeros y quienes lo intentaron lo pagaron, empezando por varios jefes y
oficiales pasados por las armas sin dilación ni juicio en el Marruecos
español”. De los 254.000 militares que había, los sublevados contaron con unos
120.000.
4. En pocas
semanas más de 13.000 soldados habían cruzado el Estrecho gracias a los aviones
cedidos por Hitler y Mussolini, que nunca respetaron la política de no
intervención propuesta por Gran Bretaña y Francia.
Altar mayor
de una iglesia de Toledo tras ser profanado en 1936. / EFE
5. La
religiosidad española no era uniforme en el 36. “Había una España muy católica,
otra no tanto y otra muy anticatólica. Había más catolicismo en el norte que en
el sur, en los propietarios que en los desposeídos, en las mujeres que en los
hombres. La mayoría de los católicos eran antisocialistas y gente de orden. A
la izquierda, republicana u obrera, se la asociaba con el anticlericalismo”.
6. Casanova
sostiene que la Iglesia, “encantada” con el hecho de que las armas liquidaran a
los infieles, construyó varios mitos e idealizó la figura de Franco. “Ni los
militares tuvieron que pedir a la Iglesia su adhesión, que la ofreció gustosa,
ni la Iglesia tuvo que dejar pasar el tiempo para decidirse. Unos porque
querían el orden y otros porque decían defender la fe, todos se dieron cuenta
de los beneficios de la entrada de lo sagrado en escena”. El catolicismo fue el
punto de unión que aglutinó a todos los grupos reaccionarios, que apoyaban la
sublevación. “La solución autoritaria requería masas. Y nadie mejor que la
Iglesia y ese movimiento católico que apadrinaba para proporcionarlas”.
7. Más de
6.800 religiosos, incluidos 13 obispos, fueron asesinados; parte de las
iglesias, saqueadas o quemadas; y numerosos cementerios, profanados. “Quemar
una iglesia o matar a un eclesiástico es lo primero que se hizo tras la derrota
de la sublevación en muchos pueblos y ciudades”. "El conflicto
de largo alcance entre la Iglesia y los proyectos secularizadores lo resolvieron
las armas a partir de una sublevación militar que dividió España en dos bandos,
identificados por la defensa de la Iglesia y la religión católica o por la
hostilidad hacia ellas (…) La Iglesia se sintió salvada con la sublevación y
por eso ofreció sus manos y su bendición a los golpistas desde el primer
disparo. La violencia anticlerical, de dimensiones sin precedentes ni parangón
histórico en los países del entorno, endureció las posiciones de la jerarquía
de la Iglesia y de los católicos, reafirmó su ardor guerrero y patriótico y
bloqueó cualquier posibilidad de piedad o perdón”.
8. La
República, según Casanova, gastó "una cantidad de dinero similar para
perder la guerra a la que Franco utilizó para ganarla, unos 700 millones de
dólares en cada bando, pero el material bélico que adquirió a través de las reservas de oro del Banco de España fue inferior,
en cantidad y calidad, al que las potencias fascistas suministraron a los
militares rebeldes".
9. Los 839
días de guerra causaron cerca de 600.000 víctimas, entre ellas 100.000 debidas
a la represión en la zona sublevada y 55.000 a la violencia en la zona
republicana.
10. En su
epílogo, Casanova destaca que "la larga y cruel dictadura de Franco"
fue "la gran excepcionalidad de la historia de España del siglo XX, si se
compara con la de los otros países capitalistas occidentales". Junto a la
de Salazar en Portugal, fue la única creada en la Europa de entreguerras que sobrevivió
a la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: www.elpais,com


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