El
magnate dueño de Inditex se muestra caritativo
Martes, 2 de
diciembre de 2014
Nuevamente,
la Fundación Amancio Ortega - escribe Juan Andrés Perez - ha donado veinte
millones de euros a Cáritas Española y cuatro a la Federación Española de
Bancos de Alimentos. Con este fin, el empresario Amancio Ortega, propietario
del grupo Inditex, ha firmado dos convenios de colaboración en un acto
conjunto.
Por JUAN ANDRÉS PÉREZ RODRIGUEZ /
CANARIAS-SEMANAL.ORG.- Nuevamente, la Fundación Amancio Ortega ha donado veinte
millones de euros a Cáritas Española y cuatro a la Federación Española de Bancos
de Alimentos. Con este fin, el empresario Amancio Ortega, propietario del grupo
Inditex, ha firmado dos convenios de colaboración en un acto conjunto.
Según pueda leerse en el mismo, el magnate
español, el quinto más rico del mundo según la lista Forbes, desea “reforzar el
programa de atención primaria y que cubrirá servicios tales como suministros de
luz, agua, gas, alquileres y otras necesidades básicas de las familias
acompañadas por Cáritas”.
El acuerdo con la Federación Española de
Banco de Alimentos irá dirigido a reforzar la estructura organizativa de los
bancos de alimentos federados, tales como la adquisición y alquiler de equipos,
de naves de almacenamiento, de cámaras frigoríficas, básculas, carretillas y
furgonetas, así como gastos vinculados a transporte, combustible, teléfonos,
correos y electricidad.
Hace dos
años, Ortega ya realizó un donativo de 20 millones de euros a Cáritas, que en
su totalidad, superaba los fondos que aportaron las empresas españolas en 2011.
La caridad siempre es polémica y
contradictoria, igual que las reacciones que provoca. Ante los críticos, algún que otro defensor de
la “caridad auténtica” ya había
defendido a Ortega legalmente frente a las críticas de quienes “ven
oscuras fabulaciones” para evadir el pago de impuestos o realizar publicidad de
su empresa. Para ello, los partidarios del magnate argumentaron que “la empresa
que apuesta por “patrocinar” a Cáritas acaba recibiendo el mismo trato fiscal
que la que lo hace con el Real Madrid”.
“¿Quién se beneficia más de la publicidad de
este convenio, si Amancio Ortega o la propia Cáritas, que demuestra su
confiabilidad y muestra el camino a otros para que hagan lo mismo” –
preguntaban retóricamente los defensores de Ortega.
Sin embargo, el caso no es ese. El problema
es cómo Ortega se libra de sus obligaciones fiscales mucho más cuantiosas que
estos donativos.
El periodista Jesse Drucker publicó el 26 de
febrero en Bloomberg News el artículo “Ortega’s Zara Fashions Tax Avoidance by
Shifting Profits to Alps”, donde revela cómo se las ingenia el propietario de
Zara, Bershka and Pull&Bear, entre otras marcas, para traspasar parte de
los beneficios conseguidos en países como Italia, Reino Unido o España a
paraísos fiscales como Suiza.
Según Drucker, esta es la explicación de por
qué Inditex posee el más amplio margen de beneficios del mundo: un 15.
“Inditex ha logrado transferir casi 2.000
millones de dólares de beneficios a una empresa del grupo - denominada ITX
Merken - que opera en Holanda y Suiza, resumió el articulista. Una empresa que
emplea al 0,1 % de los empleados de la multinacional: 173
Y concluye. “La estrategia le ha permitido a
Inditex concentrar casi el 20% de los
beneficios totales en paraísos fiscales y evitar así el pago de 325 millones de
dólares, que desde 2009, no van a las arcas del Estado”.
Lo más ridículo de los argumentos de quienes
defienden al magnate y su caritativo gesto se encuentra en el aplauso que le
dedican al empresario: “Sr. Ortega, no les hace gracia que lo entregue
voluntariamente, les molesta no habérselo podido arrancar por la fuerza […]”.
Todo esto lo pueden esgrimir quienes le hacen
la ola, porque la inmoral injusticia es “escrupulosamente legal”. Aunque, de
todas maneras, el Capital siempre tiene una única vocación.
¿Qué ganan las grandes empresas que controlan el mercado de
alimentos con sus donaciones?
Que no caigan los precios, debido a que los
alimentos no entran directamente en el mercado.
No les
cuesta la destrucción de esos excedentes, ni la de su distribución, la realiza
un ejército de voluntarios.
Las donaciones, de cualquier tipo, desgravan
un 35% en el Impuesto de Sociedades y mejoran la “imagen corporativa”.
Y lo más importante para el sistema:
contribuyen a la reproducción material y espiritual del capitalismo y sus
relacione económicas y de dominación.
Contribuyen a la desmovilización, tranquilizando las conciencias de personas víctimas
de la injusticia social.
Como mitigan el dolor y la necesidad son muy
difíciles de denunciar. Por eso se cuestionan poco. Desvían la atención de las
verdaderas causas del hambre y la miseria y de la opción de pensar en soluciones reales para terminar con ellas. No
cuestionan las desigualdades sociales.
Así se confirma la supuesta “ley divina”:
“Dios lo ha querido así, siempre hubo pobres y ricos y siempre los habrá”.
Fuente: www.canarias-semanal.org
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