El
papel que desempeñan los denominados "visitadores médicos"
Martes, 16 de diciembre de 2014
Por NORMA FERREYRA / DE BARÓMETRO INTERNACIONAL.-
"La mafia médica" es el título del libro que le costó, a la doctora
Ghislaine Lanctot, el retiro de su licencia para ejercer medicina, al
revelar públicamente que a diferentes escalas y con distintas implicaciones,
tanto la industria farmacéutica, como las autoridades políticas, los grandes
laboratorios, los hospitales, las compañías aseguradoras, las Agencias del
Medicamento, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) - el Ministerio de Sanidad de la ONU - y el
gobierno mundial en las sombras, han creado esta mafia, basada en la
explotación de las enfermedades, en beneficio de las mafias de la Industria
farmacéutica. En ese sentido, yo voy a agregar a su lista, a los visitadores
médicos y al mismo paciente, que mantienen una postura sumisa ante tal
corrupción.
Algunos datos que publicó la
revista Noticias en 2008, hablan por sí mismos de sus ganancias:
Según el danés Peter Gøtzsche,
profesor de medicina y farmacología clínica de la universidad de Copenhague,
autor del libro “Medicamentos que matan y crimen organizado” Casi
200,000 pacientes mueren por año. A causa de los medicamentos en EEUU tras las
enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Él ha comparado a las farmacéuticas
con el crimen organizado porque, "extorsionan, cometen fraude, violan
la legislación y mienten" . Gøtzsche critica las
mamografías sistemáticas porque, en su opinión, generan más daño que beneficios
y asegura que dos de cada tres cánceres de mama que se detectan son falsos y
llevan a la mujer a la quimioterapia y a tratamientos con importantes efectos
adversos.
El experto critica los antipsicóticos
y antidepresivos, de los que ha dicho que "deberían estar
prohibidos en adolescentes y jóvenes". En el caso de Prozac,
del laboratorio Lilly, cuyo principio activo es la fluoxetina, es un
fármaco “nefasto”, dice Peter Gotzsche, en su libro “Medicamentos
que matan…”, y además, que "es un fármaco de muy mala calidad,
totalmente inadecuado para el tratamiento de la depresión“.
¿Y cómo los laboratorios manejan a los médicos?
A través de los “incentivos”
como vacaciones pagas, electrodomésticos, ropa, automóviles y hasta
la recepción de dinero constante y sonante. Cómo es el circuito y quiénes
lo motorizan. Final del formulario.
De esto, los
médicos no quieren hablar, pero es algo tan real y conocido por todos. Un ex
director de un hospital mendocino, referenció lo siguiente a un conocido
diario: “Son muy pocos los médicos que no aceptan los incentivos", por
eso no se habla de eso. Hay especialidades en las cuales es imposible no ser
tentado por laboratorios de primer nivel como Roemmers, Roche,
Glaxosmithkline, Gador y Bagó. “Se organizan importantes congresos
nacionales e internacionales, bancados por los laboratorios, donde distinguidos
profesionales, hablan maravillas de la droga en cuestión”.Sin embargo, los
beneficios van aún más allá: de los congresos, hay vacaciones pagas,
adquisición de electrodomésticos, ropa, automóviles y hasta la recepción de
dinero constante y sonante que los laboratorios aportan a los galenos a cambio
de que estos receten sus especialidades medicinales.
El nexo para llevar adelante
la maniobra son los “agentes de propaganda médica” (APM), más
conocidos como visitadores médicos. “Los APM van a ver a los médicos,
que empiezan a rankear y les hacen un reintegro por prescripción”, admitió a
MDZ, Marcelo Peretta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y
Bioquímicos (SAFyB).O sea que a fin de mes, el médico cobra en efectivo. Esto
es una práctica bastante reciente, ya que hasta ahora, siempre les regalaban
computadoras, viajes u otros bienes tangibles. Está claro que a congresos no
vas a ir todas las semanas, entonces los médicos empiezan a pedir dinero. No
cobran todos lo mismo, sino que los laboratorios hacen un ranking de prescripciones
y prescriptores".
Y ¿cómo conocen los laboratorios qué es lo que recetan los
médicos?
Hay
empresas dedicadas al marketing farmacéutico, como International Marketing
Services Health y Close Up. Esta última se dedica a recopilar recetas médicas
y volcarlas a un libro que luego se vende a los laboratorios a precios
descomunales. No hay un monto establecido, un médico puede cobrar $5.000 o
$50.000; depende de muchos factores.. Depende también de dónde atiende el
médico, la cantidad de pacientes, la especialidad. Hay una nota muy buena que
sacó revista Noticias hace unos años que habla muy bien de esto.
Por su parte, José Charreau, secretario
de Acción Social de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica,
coincide en que esas firmas “tuvieron ganancias extraordinarias, por eso
disponen de dinero para los médicos en función de lograr mayores
prescripciones”.
Respectos de la
actuación de visitadores médicos, diré que no tienen otra función que
las de ser los emisarios de las coimas médicas, ya que todas las demás
funciones, como la de dar pseudos informaciones sobre nuevos medicamentos,
debo decir que ellas pueden ser recabadas por Internet, por el mismo
profesional.
¿Cómo el Estado permite estas
prácticas? ¿Por qué no prohíbe tales tareas inservibles y emplea a los
agentes de propaganda médica para controlar a los médicos en sus aportes
fiscales? ¿O por qué no usa los servicios de Márquetin Health o Close up,
para hacerles seguimientos y así saber, si tales recetas corresponden a
consultas declaradas o en negro? ¿Por qué el paciente no se defiende de los
médicos corruptos? ¿Por qué el Estado se deja presionar por la Industria
Farmacéutica?
Les dejo estas preguntas
para su propia reflexión.
Fuente: www.canarias-semanal.org
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