El próximo sábado 6 de diciembre
se celebrará la tradicional manifestación en Madrid en contra de la
Constitución de 1978.
Lunes, 1 de diciembre de 2014
Con el poder del Pueblo, ¡Abajo el Régimen!
El Régimen instaurado por la Transición
en 1978 y todo su entramado de élites políticas, económicas, judiciales,
mediáticas y sindicales, coronadas por la monarquía heredera de Franco,
se está desmoronando.
La percepción de la masividad de la corrupción
por parte del pueblo no debe llevarnos al error de creer que ésta es reciente o
que ha comenzado con la crisis.
La corrupción política es
consustancial al capitalismo. La economía de mercado no puede sostenerse
sin poner a los aparatos del Estado a su servicio. En el caso del Estado
español, el engranaje institucional corrupto de la Dictadura encabezado
por la Monarquía, se transmutó íntegramente en la llamada
democracia. Lo único nuevo fue la incorporación al latrocinio de las
cúpulas políticas de Gobiernos municipales y autonómicos de todos los colores,
y sobre todo y a gran escala, del PP y del PSOE.
Lo que ahora se pone de manifiesto son
tres hechos claves para entender lo que sucede:
1º. Las acusaciones de corrupción, que salen de
las mismas esferas del poder, se utilizan como arma arrojadiza entre fracciones
enfrentadas y son la expresión más rotunda de su descomposición.
2º. La corrupción manifiesta de importantes
sectores de la izquierda institucional, incluido el soborno sistemático
de los grandes aparatos sindicales, ha servido desde la Transición para poner a
los supuestos representantes de la clase obrera al servicio del capital y para
destruir organizaciones construidas a fuerza de muertos y de años de cárcel.
3º. Las nuevas opciones electorales que se alzan con el objetivo de “acabar con la casta” ocultan sistemáticamente “la mano que mece la cuna” y que no es otra que la de la gran burguesía
– de aquí y de fuera – que corrompe a los políticos para realizar sus
negocios. El objetivo es hacer creer a la gente que cambiando las caras
del Gobierno y renovando el aparato del Estado se pueden solucionar los
problemas.
La represión del Estado contra la libertad del pueblo
La crisis general del
capitalismo, que azota con especial fuerza al Estado español, está haciendo
tambalearse los cimientos del engranaje institucional de la Transición,
mostrando a las claras, no su agotamiento como dicen algunos, sino la enorme
traición a quienes lucharon contra el fascismo en la guerra civil y durante la Dictadura,
sobre la que se erigió, y que contó con la colaboración indispensable de la
izquierda institucional.
La Coordinadora Republicana de Madrid alerta frente a
los intentos de organizaciones políticas que se presentan como “alternativa”,
de camuflar lo que sucede con el Pago de la Deuda, consecuencia directa de la
imposición de las políticas de la Unión Europea y de la pertenencia a la Zona
Euro.
El espectáculo esperpéntico del
Gobierno, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional y
la Fiscalía General del Estado lanzados como buitres a impedir que el
pueblo catalán expresara pacíficamente en las urnas su voluntad de
autodeterminación, es una muestra más de su gran debilidad. El marco de
la Transición no sirve ni para que las diferentes fracciones de la burguesía
resuelvan sus problemas, precisamente porque el pueblo trabajador de las
diferentes nacionalidades y territorios del Estado está constituyéndose – al calor
de la crisis – como sujeto político.
Las luchas obreras y
populares, las huelgas que utilizan nuevas formas de resistencia,
movilizaciones que expresan formas radicales de combate como las de Gamonal
y Can Víes, o las gran manifestaciones de las Marchas de la Dignidad
, dan cuenta de formas inéditas de organización al margen de las “grandes”
organizaciones políticas y sindicales.
La brutal represión
ejercida, especialmente contra la juventud – como la que recae en Madrid sobre Alfon,
Miguel e Isma – muestra en qué medida las clases dominantes corruptas usan
el terror del Estado contra unxs jóvenes que saben que su único camino es la
lucha. Todo ello, mientras las bandas fascistas campan libremente por
barrios y pueblos, haciendo gala impunemente de la violencia sobre lxs
trabajadores inmigrantes y sobre la juventud combativa.
La Deuda o la Vida
Frente a un Régimen que se desmorona y
unas políticas que atenazan las condiciones de vida de la inmensa mayoría, la
Coordinadora Republicana de Madrid alerta frente a los intentos de
organizaciones políticas que se presentan como “alternativa”, de camuflar lo que sucede con el Pago de la
Deuda, consecuencia directa de la imposición de las políticas de la
Unión Europea y de la pertenencia a la Zona Euro. Tanto el
PSOE primero, como el PP después - siempre con el contubernio de CiU, PNV y CC
-, ejecutando esas políticas, imponen férreamente recortes, privatizaciones,
desahucios y contrarreformas laborales como garantía del pago de la Deuda y de
beneficios empresariales. El pueblo trabajador, y muy especial mente la
juventud, las mujeres y la clase obrera inmigrante están pagando con sus vidas
destrozadas una Deuda que se ha generado trasladando masivamente a la gran
banca y a las grandes multinacionales fondos públicos.
Es un círculo infernal sin
fin. Las previsiones del Gobierno fracasan una tras otra porque la crisis
capitalista no tiene salida. Sus profecías, que ni ellos mismos se creen,
no tienen otro objetivo que intentar impedir que el pueblo sea consciente de
que no hay salida ni en la UE, ni en el capitalismo, y actúe en consecuencia.
Porque ningún gobierno, municipal, autonómico o el
del Estado – sea del color que sea – va a poder resolver los gravísimos
problemas del pueblo trabajador sin enfrentar el Tratado de Estabilidad de
la Zona Euro y las leyes que lo desarrollan en el Estado español, y que
aseguran la disolución de cualquier Gobierno cuyas políticas no ejecuten sus
mandatos.
Gobierne quien gobierne, es preciso enfrentarse, tanto
a toda la escoria que con la Transición se perpetuó, empezando por la
Monarquía, como a una Unión Europea que impone políticas incompatibles con
derechos sociales y laborales
Por ello, la Coordinadora
Republicana plantea que la primera prioridad es la construcción del poder
organizado del pueblo capaz de imponer, por encima de la Troika, del FMI y del
BCE, que primero están sus derechos y sus condiciones laborales y de vida.
Para ello, gobierne quien gobierne, es
preciso enfrentarse, tanto a toda la escoria que con la Transición se perpetuó,
empezando por la Monarquía, como a una Unión Europea que impone
políticas incompatibles con derechos sociales y laborales.
No hay otra salida poner al
servicio del pueblo la riqueza para que el pueblo la administre. Y no hay
otra solución que expropiar a los expropiadores.
Es preciso que la juventud, que se
enfrenta hoy a la aniquilación de sus esperanzas de vida, reanude el hilo rojo
de quienes – con la misma juventud y esperanzas – supieron encarnar la misma
dignidad de pueblo trabajador que hoy nos constituye.
Fuente: www.canarias-semanal.org
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