viernes, 1 de agosto de 2014

LA TASA GOOGLE Y EL HUNDIMIENTO DE LA PRENSA DE PAPEL

"La des­ca­be­llada ace­le­rará los en­tie­rros de medios de comunicación"
Jueves, 31 de julio de 2014
A. R. Mendizabal.-  Los últimos datos calentitos de OJD confirman la tendencia descendente en las ventas de la prensa de papel. Una caída del 16,9% de El Mundo de junio a junio es cosa seria. También el 6% de El País, el 2,7% de ABC y el 0,4% de La Razón, todos hacia abajo. ¿Y los editores de AEDE quieren salvar los muebles con la Tasa Google? Van dados. 

       Está siendo un largo viaje, y queda mucho ca­mino por re­co­rrer. El su­fi­ciente como para in­ven­tarse un nuevo mo­delo de ne­gocio que re­cu­pere cuota de pu­bli­ci­dad, sus­crip­ciones y otros in­gresos atí­pi­cos. Pero entre ellos no debe fi­gurar la mal lla­mada Tasa Google para co­brar a los agre­ga­dores por en­lazar sus con­te­ni­dos. ¡Pero si lo que te­nían que hacer era pagar por el re­envío de miles de vi­si­tas, que los po­si­ciona mejor para vender anun­cios! 
        Sin em­bargo, la Comisión de Cultura del Congreso ha apro­bado de ta­pa­dillo en pleno ve­rano, con el voto del PP nada más, la re­forma de la Ley de Propiedad Intelectual que in­cluye esa de­men­cial Tasa Google. Es au­to­des­truc­tora por un lado y una en­ga­ñifa por otro. ¿Qué es eso del ‘derecho irre­nun­cia­ble’ de los edi­tores a co­brar ‘una com­pen­sa­ción equi­ta­tiva’ por la pu­bli­ca­ción de los con­te­nidos en­la­za­dos? De qué de­recho de autor se está ha­blando? ¿Quién es el pro­pie­tario de esos de­re­chos?  
          En todo caso, los in­gresos que ge­ne­rara la Tasa Google, que es de es­perar des­apa­rezca en lo que le queda de ca­mino le­gis­la­tivo , de­be­rían dis­tri­buirse. Para em­pe­zar, a las agen­cias de prensa, que según va­rios es­tu­dios pro­por­cionan entre el 70% y el 90% del con­te­nido de los pe­rió­di­cos. Los edi­tores pagan esos ser­vi­cios, sí, pero para im­primir sus pe­rió­dicos y para su web. Dineros adi­cio­nales de­be­rían com­par­tirlos con los su­mi­nis­tra­dores de no­ti­cias.
          Pero las grandes agen­cias in­ter­na­cio­nales se deben a su vez a otras más pe­queñas en cada país, de donde re­cogen in­for­ma­ción. Otra parte para ellas. Y de los pe­rió­dicos lo­ca­les. Otra parte. ¿Y qué decir de los re­dac­tores de los dia­rios, de los co­la­bo­ra­do­res, blo­gue­ros, be­ca­rios, etc.? Venga un por­cen­taje. ¿Dónde em­piezan y ter­minan los de­re­chos? 
            Eso es, ¿cómo no se dan cuenta los edi­tores de que se están en­te­rrando ellos mis­mos? Es que no se pueden poner puertas al campo. Un ejem­plo: cual­quier día, un diario na­cional pu­blica una en­tre­vista ex­clu­siva con un mi­nis­tro, pero no la cuelga en su web para que los lec­tores com­pren el pe­rió­dico. Vale. ¿De verdad vale? 
              Nada de eso, porque in­me­dia­ta­mente un avis­pado re­dactor de una agencia de in­for­ma­ción hace una no­ticia con esa en­tre­vista y la envía a todos sus abo­na­dos. Y ellos sí la cuelgan des­ta­cada en sus por­ta­les. De ma­nera que todo el mundo se en­tera de lo más re­le­vante de la en­tre­vista, ‘recogida por Europa Press’ o ‘recogida por EFE’, mien­tras el único medio que no re­cibe vi­sistas de lec­tores es el que tiene la ex­clu­siva. Es de lo­cos. ¿Le van a co­brar a la agencia por el de­recho a in­for­mar? Hasta ahí po­díamos lle­gar. 
           Más pre­gun­tas: ¿quién es el Gobierno para ad­ju­di­carle a una parte los de­re­chos que co­rres­pon­dería a mu­chos de mu­chos paí­ses?; ¿quiénes son los edi­tores para querer apro­piarse de los de­re­chos de miles y miles de me­dios y per­sonas de todo el mun­do?; ¿cuánto van a pagar los exi­mios edi­tores de AEDE a Google por los en­laces que les pro­por­cionan cuatro mil mi­llones de vi­sitas al mes, que a su vez les po­si­cionan para vender sus ban­ners y hacer sus cam­pa­ñas? ¿Por qué no se atreven a pedrle a Google que no apa­rezcan en­laces a sus me­dios, como han hecho en Brasil? En Alemania fue dis­tinto. Fue Google la que em­pezó a bo­rrar a los me­dios de Google News. Los pe­rió­dicos pi­dieron vol­ver, porque les be­ne­fi­cia. Igual en Francia. Y en España. 
          Y luego está la otra cara de la mo­neda. ¿Cuánto es­ta­rían dis­puestos a pagar los miem­bros de AEDE por el uso de Google que hacen sus eje­cu­tivos y sobre todo sus pe­rio­dis­tas? En reali­dad, de­penden de Google. Hoy no puede nadie in­ves­tigar o do­cu­mentar sin re­cu­rrir a bu­cear en la red en busca de tal o cual dato, o fe­cha, o nom­bre, o ci­fra. Pero si quieren se­guir ade­lante con la des­ca­be­llada Tasa Google, se ace­le­rarán los en­tie­rros de me­dios. ¿Apuesta al­guien?


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