En 1934 se creó la Brigada de
Investigación del Banco de España, formada por seis agentes especiales de
Policía, para la persecución de falsificadores y defraudadores.
Alfredo
Valenzuela / EFE Madrid 08/08/2014 17:56 Actualizado: 08/08/2014 18:24
Detalle de la fachada del Banco de España.E.P.
El Gobierno
de la República creó en 1934 un grupo de seis agentes especiales, la Brigada
de Investigación del Banco de España (BIBE), que hoy perdura con ese mismo
nombre aunque con más efectivos, y que entonces supuso una innovación similar a
la de los famosos Intocables de Eliot Ness en los Estados Unidos.
Si los de
Eliot Ness fueron "intocables", los de la BIBE fueron
"inamovibles", un estatus policial que les caracterizó en la época y que se refería a
que no podían ser cambiados de destino ni separados de sus funciones, por la
especialidad de sus misiones, según ha explicado la escritora y periodista
Marina Pino (Barcelona, 1942). Pino es autora del estudio Seis hombres
marcados. Auge y caída de la Brigada Especial del Banco de España (1935-1936),
publicado por Espuela de Plata, en el que con estructura de relato cuenta la
breve, intensa y agitada vida profesional de los seis primeros agentes que
integraron la BIBE.
Compuesta
por un inspector jefe, Eusebio Yanes Sánchez, y cinco agentes altamente
cualificados que sabían idiomas y viajaban constantemente por España y el
extranjero en pos de falsificadores y defraudadores, la Brigada disponía
de un despacho propio en el Banco de España, sus agentes tenían autonomía para
sus operativos y sus retribuciones eran superiores a las del común de los
policías.
Los seis
agentes especiales de policía que integraron la Brigada de Investigación del
Banco de España creada por el Gobierno de la República en 1934. EFE
Pero al
igual que el resto de los españoles, sufrieron los tiempos convulsos en los que
fueron designados para sus misiones, ya que en agosto de 1936, por una orden
del Gobierno de José Giral que los consideró "desafectos al régimen",
y aún sin pruebas que justificaran esa condición, fueron encarcelados. Dos de ellos,
Félix del Río y Carmelo San Martín, fueron asesinados en Paracuellos durante
las sacas masivas de las cárceles madrileñas en otoño de 1936, mientras que los
otros cuatro, Yanes, Alberto Suárez de Figueroa, José Luis López y Miguel
Forcada, lograron evadirse.
Tras
diversas peripecias (algunos salieron a Francia y volvieron a entrar en el
país) acabaron reencontrándose en Burgos para ponerse a las órdenes de Franco y
desempeñar las mismas funciones pero en este caso para el nuevo Banco de
España, recién creado en Burgos por los franquistas.
Los cuatro
agentes que sobrevivieron a la Guerra Civil fueron "depurados" por
haber formado parte de la elite policial republicana
Según Marina
Pino, no fue tan fácil puesto que los cuatro agentes que lograron salvar la
vida tuvieron que ser "depurados" precisamente por haber formado
parte de la elite policial republicana. Fue el jefe de la Brigada, Eusebio
Yanes, quien más dificultades tuvo para pasar la "depuración", ya que
no quedó registro escrito ni sello en su pasaporte de su paso a Francia antes
de regresar a España con destino a Burgos. Las investigaciones de Pino revelan
que las nuevas autoridades del Banco de España de Burgos querían a esos
agentes, por su experiencia y elevada cualificación, y no a otros, por más
demostrada que tuvieran sus inclinaciones políticas.
Según Pino,
eran hombres que vivían para su trabajo y que viajaban constantemente, de modo
que, en tiempos de la República, rara vez acudían para comparecer ante el juez
por alguna de las causas en las que habían intervenido, pero no lo hacían por
imposibilidad física, ya que casi siempre estaban de viaje y "eran muy
activos".
Pino ha
considerado a Yanes una especie de "superagente" por haber
compatibilizado el cargo de comisario general de Aragón con el encargo de
conformar la primera BIBE, para lo cual se le dio absoluta libertad (otra
semejanza con el grupo de Eliot Ness). En ese periodo, Yanes, que se distinguió
como hombre "muy estricto", viajó constantemente entre Aragón y
Madrid hasta conformar la brigada con la selección de sus cinco agentes, a cuyo
perfil humano y peripecia vital en los años de la guerra y la inmediata
posguerra dedica Marina Pino un capítulo de su libro.
Fuente: www.publico.es
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