El viejo machismo se moderniza y se adapta a las
nuevas formas de comunicación Las utiliza como herramientas para seguir
controlando la sexualidad de las mujeres
08/08/2014 -
20:21h
Las verbenas de pueblo
ya no se llevan como antes, han sido reemplazadas por los festivales
veraniegos. El vino y los cubatas han sido sustituidos por drogas de diseño.
Con el baile, ya no se roba un beso o se baja la mano más de lo debido, sino
que directamente se pasa a mayores. ¡Cómo están cambiando los tiempos!
Esto ya no es como en los 50 o los 60. O sí… El machismo de siempre es una
especie de ser vivo que se adapta a las costumbres cambiantes.
Esta reflexión viene a
cuento debido a que hace unos días en un festival musical en Tenerife una
pareja heterosexual fue grabada manteniendo relaciones sexuales en
público y el vídeo fue subido a la nube de manera no consentida. La
gravedad reside en que no es sólo que el video se haya convertido en viral,
sino que alguien tuvo la desfachatez de extraer fotos del perfil personal de
una red social pública y hacer un montaje… pero sólo de la chica. Parece que
las intenciones del vídeo eran claras, humillar y vejar, y para eso sólo
interesaba la figura femenina en el vídeo. De ella sabemos todo, y de él nada.
Si es que existía algo grave, importante o morboso en ese vídeo que ha tenido
30.000 visitas, lo que fuera, lo estaba realizando ella y no él.
El doble rasero con el
que se juzgan las prácticas sexuales sigue funcionando. Suena antiguo, pero los
estereotipos siguen vigentes, si ellos tienen sexo en público, son unos
machotes y ellas unas zorras. Han cambiado las prácticas sexuales que son
permisibles tanto para hombres como para mujeres, pero seguimos poniendo
etiquetas diferentes a hombres y mujeres por las mismas prácticas sexuales: no
ha cambiado la doble vara de medir. Ni las consecuencias sociales. Hoy la
acosada, ridiculizada y estigmatizada es ella, no él.
Parece que nos hacemos
más modernos, pero no en todo. Las nuevas generaciones siguen estigmatizando a
las jóvenes por sus prácticas sexuales. Podríamos pensar que con el exceso de
cámaras llegará un punto en que sea tanta la gente grabada que dejará de tener
la fuerza estigmatizadora que vemos actualmente. O no. Pero romper el doble
rasero… Llevamos siglos de lucha y se resiste.
El viejo machismo se
moderniza y se adapta a las nuevas formas de comunicación Las utiliza
como herramientas para seguir controlando la sexualidad de las mujeres. Lo que
subyace, las ideas soterradas debajo de este montaje no consentido, y su
distribución, son las ideas rancias, retrogradas y sexistas que las mujeres no
deben de vivir su sexualidad plenamente, como quiera que les de la gana de
hacerlo, mientras que los hombres sí pueden.
Sólo nos queda apelar
a la responsabilidad individual de quienes han visto y distribuido ese vídeo
sin cuestionarse la injusticia cometida. Sin reflexionar sobre la ausencia de
una figura masculina en ese vídeo que pretendía humillar. Sin preguntarse qué
es lo que lleva a juzgar de manera distinta los mismos actos, si quien los
realiza es un hombre o una mujer.
Llegará el momento que
las mujeres podrán vivir y gozar su sexualidad con la misma libertad que un
hombre, pero ha quedado claro que no en este verano.
Fuente: www.eldiario.es
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