"Se acercan etapas críticas y tenemos el deber de
aprender de la historia"
Por
Ángeles Maestro (*) - Canarias-semanal.org
Viernes,
8 de agosto de 2014
Ángeles
Maestro, militante de Red Roja, reflexiona en el presente artículo sobre las
tareas que, de acuerdo a la realidad social que permite explicar el éxito de un
fenómeno como Podemos, debería ser capaz de emprender la izquierda
revolucionaria en el Estado español (...).
Por Angeles Maestro. Canarias Semanal. -
Lo que algunos pensaron que era un aguacero de primavera se ha
transformado en un ciclón político. La última encuesta del CIS muestra que, más
allá de análisis rigurosos acerca de los poderosos apoyos mediáticos de la
formación de Pablo Iglesias y de su debilidad programática, que la sitúa en el
mismo espacio político que IU, Podemos tiene la capacidad de trastocar el
escenario electoral.
El
principio del fin de la Transición
El voto recibido por esa organización
en las elecciones europeas, junto a la gran abstención, al crecimiento del voto
en blanco, al ascenso de IU, ERC y Bildu, rubricaron el principio del fin del
bipartidismo y con él de los pilares que – mediante la alternancia en el
gobierno de PP y PSOE – han venido sustentando el engranaje político desde la
Transición.
La concreción electoral de cambios
profundos en el espectro social fue determinante para forzar la abdicación de
Juan Carlos, en un intento lampedusiano de cambiar de cara para mantener a una
más que desprestigiada Monarquía borbónica, clave de bóveda de los aparatos del
Estado herederos de la Dictadura que han venido sustentando la continuidad del
poder económico.
"Los cambios en el poder político
electoral no afectan esencialmente a la médula del poder real. Tampoco implican
necesariamente modificaciones de fondo en la correlación de fuerzas que, para
que se consoliden, requieren de avances decisivos en el nivel de organización
del pueblo"
La inusitada precipitación con que se
hizo y la mal disimulada resistencia del ex rey reveló el desasosiego que cunde
en las filas del poder – PSOE incluido, por supuesto - ante un cambio de escenario político, cada
día más probable, con Podemos como protagonista y, sobre todo porque revela el
profundo rechazo popular a un bipartidismo que ya nos es capaz de engañar a
través de la alternancia a las mayorías sociales.
Lo que me interesa realizar aquí es
avanzar en el análisis de las tareas de la izquierda coherente, a partir de
importantes trabajos realizados – como el de Vicente Sarasa (1) – escrito en el
mes de febrero de este año, y por tanto antes de las elecciones europeas, que
sitúa con claridad la posición de la línea revolucionaria ante lo que ya se
identificaba como un nuevo escenario político-electoral.
Tras el terremoto político del 25 de
mayo, urge abrir líneas de debate, y de posible coincidencia con organizaciones
revolucionarias, no tanto sobre la formación Podemos en sí u otras, sino sobre
lo que expresa el apoyo popular que concitan, con el objetivo de identificar
con claridad las tareas que nos esperan a quienes sabemos que nos acercamos a
periodos críticos en los que la clase obrera y los pueblos nos jugamos la
derrota o la victoria.
"Podemos"
y el agotamiento de IU
"Podemos" es, entre otras
cosas, la expresión político-electoral del agotamiento de una IU que, a pesar
de las cabriolas políticas de los últimos tiempos hablando de “procesos constituyentes”
y otros movimientos “desde abajo”, ha demostrado desde hace años su incapacidad
para abanderar cualquier proceso de ruptura creíble con el engranaje de poder
que ahora es percibido por las masas como un lastre. El peso de la traición del
PCE en la Transición, la inquebrantable alianza de la Coalición con el aparato
de CC.OO. - ni siquiera rota tras su complicidad fáctica con las
contrarreformas del PSOE y del PP – su sistemático alineamiento con la
aberración antidemocrática de las políticas “antiterroristas” y su colaboración
en políticas privatizadoras y de especulación urbanística – corrupción incluida
– de la que es botón de muestra su voto en el Ayuntamiento de Madrid apoyando
la recalificación de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, la incapacitan para
ser considerada como izquierda coherente.
IU, ante la presión del poder, siempre
se ha situado en lo “políticamente correcto” y en la práctica ha mostrado que
su estrategia real era intentar gobernar con el PSOE a toda costa. El resultado
es que buena parte de su electorado ha considerado que es “más de lo mismo” y
por lo tanto incapaz de servir para echar a los responsables de tanto desastre.
Desde la movilización social a la apuesta
por el poder político para echarles de una vez
El voto masivo a Podemos – y el que
probablemente reciban otras formaciones como la que lidera Ada Colau u otras –
es la manifestación de la apuesta política de las luchas sociales: conquistar
el poder político a través de las urnas para echar a “la casta” al basurero de
la historia. Ese es el objetivo común fundamental de quiénes les votaron y les
votarán y para ello poco importa el programa.
"El
trabajo de cualquier organización coherentemente revolucionaria es
impulsar y participar en todos los procesos de organización popular para que
cada vez más sectores conscientes del pueblo trabajador entiendan que la gran
tarea, más allá de los procesos electorales, es construir su propia
fuerza"
Es más que probable que formaciones
electorales como Podemos, Municipalia, Guanyem Barcelona u otras, cosechen
importantes éxitos electorales en la medida que representan la desesperación
ante la ausencia de futuro, sobre todo de la juventud, y el hartazgo de
sectores populares ante la corrupción político-empresarial generalizada de
quienes les niegan lo más indispensable para vivir.
Tras la potente movilización que
supuso el 15M en gran parte del Estado, que sin programa político claro exigía
a los gobernantes que escucharan al pueblo, las Marchas de la Dignidad
encarnaron un ascenso en el nivel de lucha y de organización que apuntaban un
programa de ruptura – el No al Pago de la Deuda – y que exigía a los gobiernos
de la Troika que se fueran. Los cerca de dos millones de personas de todos los
puntos del Estado que abarrotaron las calles de Madrid no fueron suficientes
para echarles. Aunque se dio un importante paso que señala el camino para la
construcción unitaria de poder popular en muchos barrios y pueblos, la
percepción en la calle fue, una vez más, de impotencia. Echarles es ahora el
principal objetivo para cada vez más gente.
¿Basta con echarles
con el voto?
Los cambios en el poder político
electoral no afectan esencialmente a la médula del poder real. Tampoco implican
necesariamente modificaciones de fondo en la correlación de fuerzas que, para
que se consoliden, requieren de avances decisivos en el nivel de organización
del pueblo. Y éstos, con la extensión suficiente, aún no se han producido.
Ante el riesgo de estos cambios
pudieran dar lugar a políticas contrarias a sus intereses – más insoportables
aún en tiempos de crisis - las oligarquías del Estado y de la UE tienen dos
opciones preventivas. O bien desnaturalizar y domesticar a los nuevos
dirigentes, vía sobornos o amenazas de todo tipo, o bien impedir que lleguen al
poder mediante gobiernos de coalición, de tecnócratas o directamente por
medio de un golpe de Estado.
Los ejemplos de corrupción o amenazas
de dirigentes políticos son interminables, pero quiero destacar aquí dos casos
de organizaciones de la izquierda europea integrantes del mismo Grupo en el
Parlamento Europeo que Podemos e IU: la griega Siryza y la alemana Die Linke.
En el primer caso y tras haber
mantenido una ambigüedad calculada en relación con su propuesta de salir del Euro y de la UE, su líder Alexis Tsipras
aseguró su permanencia en la Eurozona cinco días antes de las últimas
elecciones [1] ; de la misma forma aseguró que mantendría a Grecia en la OTAN y
que no habría desmantelamiento de las bases militares de EE.UU.
Las presiones sobre Die Linke se
produjeron ante la posibilidad de que su ascenso electoral le permitiera
gobernar en determinados länders con el SPD y se concretaron en necesidad de
eliminar su apoyo a la causa palestina para pasar a apoyar el “derecho de Israel a defenderse” y
evitar así ser acusada de “antisemita”. En un comunicado de 2011 la
organización citada afirmaba: “No participaremos en iniciativas sobre el
conflicto de Oriente Medio que hacen llamamientos por la solución de un Estado para
Palestina e Israel, o por la implementación de boicots contra productos
israelíes, o incluso, en la Flotilla de este año hacia Gaza" [2].
Acerca de la corrupción y la traición
que implica, que tiene un efecto destructivo incomparablemente mayor sobre la
izquierda que sobre la derecha, no es necesario poner más ejemplos pero sí
realizar una reflexión imprescindible ante uno de los riesgos más grandes de
las nuevas experiencias político-electorales: creer que la historia empieza con
ellas y que su inocencia – asegurada en cuanto que no han tocado poder – es un
talismán imperecedero.
Muy al contrario. La memoria de
nuestra historia como clase obrera y como pueblos es indispensable. En la
Transición y posteriormente, muchos líderes políticos y sindicales, con años de
cárcel a sus espaldas, o se corrompieron, o no fueron capaces de impedir que
los intereses de las clases dominantes se impusieran. El resultado más
dramático no fue sólo la victoria de los enemigos de clase, sino la destrucción
de las organizaciones a las que representaban.
Por lo tanto, ¿quién asegura que la
capacidad de corrupción del poder hacia dirigentes concretos de Podemos u
otros, no se ejerza y triunfe, cómo ha sucedido hasta ahora?. ¿La pregunta
imprescindible es: ¿Cómo vamos a impedir que esa triste historia se reproduzca?
Los y las que traicionaron a su clase y a sus pueblos también eran jóvenes y
también representaban “el cambio” y “la transformación social”.
No pagar la Deuda y construir el
poder del pueblo.
Hay una única respuesta válida. Sólo
el poder del pueblo organizado es capaz de oponerse a la enorme fuerza de la
presión de los intereses económicos que pretenden realizarse a costa de lo que
sea. Y esto vale tanto para preservar a las y a los representantes políticos de
la corrupción y la traición que implica, o para que quien se deje sobornar, no
lo haga impunemente.
En cuanto a los contenidos de los
programas de gobierno de ayuntamientos, CC.AA. o Estado hay una condición
general que es requisito imprescindible para cualquier otra: Negarse al pago de
la Deuda [3]. Es preciso que cualquier programa político anteponga la
satisfacción de las necesidades sociales a los objetivos de reducción de la
Deuda y del Déficit [4] que se incluyeron en el nuevo artículo 135 de la
Constitución, que impone la UE a través del Tratado de Estabilidad (TSCG) y el
Estado mediante la Ley 2/2012.
"Los que traicionaron a su clase y a sus
pueblos durante la Transición también eran jóvenes y también representaban “el
cambio” y “la transformación social”
El asunto es central porque el pago
de la Deuda y el cumplimiento de los objetivos de reducción del Déficit,
impiden cualquier soberanía política y determina la práctica desaparición de
los servicios públicos. Además el entramado normativo citado contempla incluso
la disolución de gobiernos democráticamente elegidos si no se cumplen los
objetivos de reducción del gasto público en plazos determinados. ¿Eso quiere
decir que es imposible no pagar la Deuda? Ni mucho menos. Significa que frente
a unos marcos legales (europeo y estatal) que actúan como corazas y que niegan
de hecho el poder político – puesto que no le dejan el menor margen de maniobra
– sólo con el poder del pueblo podrá permitir decir a un gobernante, como hizo
Thomas Sankara : "Si yo no les pago ustedes no se mueren. Si yo les pago,
mi pueblo se muere” [5].
Se acercan etapas críticas y los
pueblos tenemos el deber de aprender de la historia, de todos los intentos que
la clase obrera y los condenados de la tierra han realizado de “asaltar los
cielos”. Ante el desmoronamiento electoral de los partidos que representan el
poder económico y el engranaje de la Transición que han sustentado, y sobre
todo, que encarnan el mecanismo de dominación de la UE, del BCE y del FMI, ¿no
es previsible que cualquier Gobierno que pretenda atender a las necesidades del
pueblo y que, por tanto se enfrente a la propiedad privada y a su engranaje de
poder, reciba la misma respuesta que recibió la Unidad Popular de Chile o el
intento de derrocamiento de Chávez en 2002?
La cuestión de fondo que hay que enfrentar
es otra que una hipotética victoria por la vía electoral. Sin negarla, porque
es posible que se produzca.
La tarea de la izquierda coherente no
es zanjar la cuestión calificando a Podemos, o a cualquier otra alternativa
electoral, de “pequeño burguesa”, esperando que el pueblo nos reconozca como
alternativa revolucionaria.
Es preciso intervenir en los diferentes
marcos de organización popular, incluidos los político-electorales como los
citados, con la inteligencia suficiente como para situarnos en el nivel de
conciencia y experiencia del pueblo trabajador señalando las líneas rojas que
en el plano estrictamente político son indispensables para enfrentar los
tiempos duros que nos esperan. Es posible la intervención pedagógica para
cuestionar el discurso “ciudadanista” cuando se impone la ofensiva más dura de
la burguesía en todos los frentes dirigida contra las masas proletarizadas. Es necesario
que, desde la experiencia concreta, el pueblo trabajador perciba que sólo desde
la construcción de la independencia de clase, es posible enfrentar a “la
casta”.
La creciente politización de la gente,
y su necesidad de comprensión que las devastadoras consecuencias de la crisis
sus vidas, abre el camino para desvelar que no se trata de situarse ante “el
agotamiento del Pacto de la Transición” sino de desenmascarar el propio Pacto y
a sus artífices como responsables de la construcción de la estructura corrupta
de poder político, empresarial y sindical – y en conjunto – de todos los
aparatos del Estado que llevan el código genético de la Dictadura.
Existe el caldo de cultivo para
intervenir sobre la desmemoria que sustentó y perpetúa todo ese engranaje y por
experiencia puedo decir que – sobre todo la juventud – está reclamando llenar
con planteamientos de identidad de clase ese vacío que le hace vulnerable ante
cualquier oportunismo. La evidencia de que no hay espacio político para alternativas
sociales o de derechos laborales en el marco de la UE, la necesidad de salir de
la OTAN o la indispensable solidaridad internacionalista frente al imperialismo
más brutal que ha parido el capitalismo, son principios políticos
indispensables que es preciso introducir con criterios de oportunidad y la
suficiente inteligencia en los debates.
Al tiempo que Red Roja plantea la
necesidad de intervenir en estos procesos, descarta la participación directa de
sus militantes en las diferentes candidaturas, sobre todo porque todas las
fuerzas son pocas para dedicarlas a la tarea fundamental de avanzar en la organización
y el poder del pueblo.
Nuestro trabajo, y creemos que el
cualquier organización coherentemente revolucionaria, es impulsar y participar
en todos los procesos de organización popular para que cada vez más sectores
conscientes del pueblo trabajador entiendan que la gran tarea, más allá de los
procesos electorales, es construir su propia fuerza.
El objetivo prioritario es crear
Comités y Asambleas de pueblos y barrios, integrados por todas las
organizaciones y movimientos que representen las luchas legítimas del pueblo en
cada lugar, y sobre la base de los Comités de las Marchas de la Dignidad, allí
donde sea posible: con quienes combaten en el movimiento obrero, en el
movimiento antifascista, con los movimientos por la vivienda, la sanidad, la
educación, por los centros sociales ocupados, etc, con la finalidad de
extender, fortalecer y ampliar sus luchas. Y es preciso incluir el No al Pago
de la Deuda en primer lugar de cualquier programa u objetivo de lucha.
Al tiempo que planteamos la
intervención en todo marco de organización popular, señalamos que los Comités y
Asambleas de pueblos y barrios deben ser independientes y diferenciados de los
marcos político-electorales. La experiencia repetida muestra que cuando un
movimiento social se transforma o está penetrado por opciones electorales está
garantizada su ruptura y su desaparición. Los casos son muchos, pero los más
significativos son la destrucción del movimiento ciudadano a raíz de los
gobiernos municipales de PCE y PSOE en la Transición y, más recientemente, de
la potente Asamblea por Tenerife, tras la decisión de una parte de presentarse
a las elecciones.
Y ello precisamente porque uno de sus
objetivos fundamentales es controlar al gobierno, a cada nivel, y sea cual sea
la formación que lo ejerza, para erigirse en contrapoder contra la previsible
corrupción de la representación política y para exigir la adopción de políticas
que satisfagan de las necesidades del pueblo trabajador.
La gran tarea es, pues, acompañar la toma
de conciencia de la gente que inevitablemente se enfrentará a la evidencia de
que el mecanismo electoral no asegura nada y que comprenda que, además de votar
a quien le plazca, lo esencial es avanzar en la constitución del poder real del
pueblo. El riesgo de que opciones fascistas aniden sobre el terreno abonado del
fracaso de ilusiones electorales como las citadas es real y no podemos
ignorarlo.
El objetivo de la construcción del
poder de la clase obrera y del pueblo trabajador no es una hermosa frase, ni
una consigna huera. Hay que prepararlo y fortalecerlo
– lucha a lucha – en el seno de las mismas estructuras que están
surgiendo, para estar en condiciones de enfrentar el verdadero combate por el
poder político real que, inevitablemente, no será electoral.
Notas
[1]
http://www.20minutos.tv/video/93tkeR8b-el-lider-de-syriza-garantiza-el-euro/0/
[2]
http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=32607
[3]
¿Por qué el pago de la Deuda es una trampa mortal?
http://unidadpopulark.blogspot.com.es/
[4]
http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/noticias-cercanas/1910-informe-de-red-roja-sobre-la-ley-organica-22012-el-final-de-cualquier-soberania-y-el-arma-de-destruccion-masiva-de-los-servicios-publicos
[5]
http://cadtm.org/Discurso-de-Thomas-Sankara-sobre -
http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/opinion/2242-sobre-que-podemos-ir-haciendo-ante-podemos
(*)
Ángeles Maestro es militante de la organizacion Red Roja
Fuente: http://canarias-semanal.org/
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