- Paul Preston dudó el mes pasado del valor histórico del libro de Orwell
Luis Alemany | Madrid
Actualizado lunes
06/05/2013 11:03 horas
Cualquiera
que haya leído 'Homenaje a Cataluña' de George Orwell en bachillerato, durante
la carrera, en la 'belle époque' de su vida, recibirá la noticia del 75º
aniversario de su publicación (el pasado 25 de mayo) y recordará aquel relato
con un suspiro. Hay que pensárselo mucho para recordar unos personajes tan
idealistas, unos cuadros tan míseros y reales, una tristeza y una derrota
tan reconfortantes.
No sólo eso:
la historia del libro también es conmovedora. Orwell fue severamente censurado
cuando apareció el libro en 1938, aún con la República en armas, porque su
historia quebraba la visión idealizada de la resistencia al fascismo. Orwell
había llegado a España a través del Partido Laborista Independiente y a
pesar del Partido Comunista del Reino Unido. Y a pesar del Partido
Comunista del Reino Unido, Orwell publicó 'Homenaje a Cataluña' aunque no con
su sello de siempre (Victor Gollancz, 'compañero de viaje' del PC) sino en una
edición casi clandestina. Aún en 1984, un conjunto de ensayos titulado 'Inside
the myth' y publicado por la editorial del PC, Lawrence & Wishart, estaba
dedicado a rebatir/difamar el relato de Orwell.
Ya era
tarde: las aventuras del escritor inglés en las barricadas del POUM habían
adquirido fama década a década hasta convertirse en eso, en un mito. Y así,
hasta la celebración del aniversario de su primera publicación, que tuvo su
acto más destacado en Manchester, en la sede del International Brigade Memorial
Trust. Allí, en presencia del hijo adoptivo de Orwell, Richard Blair y
de Quentin Kopp, el hijo de su superior en el frente. En el escenario, hablaron
del libro los historiadores Richard Baxell (centrado en los incidentes de mayo
en 1937 en Barcelona y la experiencia de los voluntarios británicos), Tom
Buchanan (sobre la recepción de 'Homenaje a Cataluña' entre la izquierda del
Reino Unido), Christopher Hall (sobre el Partido Laborista Independiente), Mary
Vincent (moderadora del acto) y, Paul Preston, que, en ausencia, rompió el
hechizo.
Preston, que
en alguna ocasión ha bromeado sobre el idealismo 'operístico' con el que sus
alumnos británicos se acercan a la Historia de España del siglo XX, dijo que
'Homenaje a Cataluña', por mucho que emocione a sus lectores, es un documento
"marginal, si no perverso", históricamente irrelevante. Tan
irrelevante como 'Hitler: my part in his downfall', las chistosas memorias de
guerra de un cómico inglés llamado Spike Milligan. Preston, que ya había
empleado la comparación con Millligan en alguna ocasión, duda de la capacidad
de un soldado atascado en las trincheras (que no hablaba catalán ni español,
aunque sí francés y que reconocía su ingenuidad política) de entender el
conjunto de la situación. Y la prueba es que, según el historiador de
Liverpool, el éxito de 'Homenaje a Cataluña' ha llevado a muchos a pensar que
la República perdió la Guerra Civil por las injerencias soviéticas y la
desunión en su retaguardia, y no por la ayuda de nazis y fascistas italianos al
ejército franquista, ayuda no correspondida por las democracias liberales.
Lo cual es
más o menos razonable. Sin embargo, la comparación con Milligann fue demasiado
para muchos de los presentes en el acto de Manchester, que después han
reprochado a Preston su desdén hacia 'Homenaje a Cataluña'. No es el único: Noam
Chomsky, por ejemplo, ha dicho que 'Homenaje' es el mejor libro del autor
de 'Rebelión en la granja', pero advierte de que hay que desconfiar de la
autoridad moral inherente a los escritores que se presentan como antiguos
combatientes.
Fuente: www.elmundo.es
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