La Xunta expropiará monte comunal para un macrogeriátrico privado
Los vecinos, que desconocen la operación,
iban a alquilarlo por 30.000 euros al año
David Reinero Santiago 4 MAY 2013 - 19:32 CET16
El monte de Santa María, en
Guitiriz, Lugo / PEDRO AGRELO
El mayor
geriátrico de España, un complejo privado de 2.000 plazas que ocupará 173
hectáreas de bosque en Guitiriz, ya no tendrá que pagar alquiler a la comunidad
de montes a la que hoy pertenecen los terrenos. La Xunta le expropiará su uso a
los vecinos para luego otorgárselo en concesión a la empresa que promueve el
complejo, con el que espera obtener un beneficio anual antes de impuestos de
14,7 millones de euros. El Gobierno gallego aún no ha determinado cuánto le
costará expropiar a los comuneros ni qué canon deberá pagarle la empresa
privada por disponer luego de esos terrenos públicos.
El
macrogeriátrico privado de Guitiriz está siendo impulsado por una pequeña
promotora inmobiliaria de Alcalá de Henares, empresa pantalla de otros
inversores desconocidos. En agosto de 2011 logró que el Gobierno gallego
iniciase en secreto la recalificación de 1,73 millones de metros cuadrados de
monte vecinal de uso forestal junto a la A-6. Pero aunque la Xunta le
permitiese construir en ellos, los terrenos comunales, de utilidad pública, no
pueden ser vendidos, así que iban a seguir siendo propiedad de la comunidad de
montes, con la que la empresa había firmado un “acuerdo previo” de alquiler por
30.000 euros anuales durante 30 años. La cantidad apalabrada era, según los
vecinos, lo que ahora obtiene anualmente la comunidad de montes de la venta de
la madera que allí se produce.
Un año
después de iniciarse la tramitación del proyecto, el pasado mes de septiembre,
sin que los vecinos sepan hoy aún nada de la operación y justo un mes después
de que entrase en vigor la reforma de la Lei de Montes, el sistema de gestión
de los terrenos para el geriátrico se cambió del alquiler a la expropiación por
parte de la Xunta. Lo que hace la Consellería de Medio Rural, a petición de la
de Territorio, que es la que impulsa políticamente el geriátrico, es declarar
que el interés público de esa instalación, aunque sea privada, “prevalece”
sobre el interés público del monte comunal. Es un procedimiento empleado a
menudo para permitir la construcción en montes vecinales de, por ejemplo,
autovías o líneas férreas, aunque en este caso se aplicará a un proyecto
privado, como se hace con los parques eólicos.
Así que
ahora el Gobierno gallego indemnizará a los comuneros por las 173 hectáreas
sobre las que dejan de tener derechos y luego se las otorgará por varios años a
la empresa promotora. Según la ley, “la concesión del uso privativo por interés
particular en montes de dominio público conllevará el pago periódico de un
canon”, cantidad que, al igual que la expropiación a pagar a los comuneros, aún
no ha sido definida por la Xunta.
De momento
el Gobierno gallego está a la espera de que la empresa promotora del complejo
le detalle los terrenos que ha de expropiar y le concrete el proyecto de
actuación sobre el vial de acceso, que implicará obras en la N-634
Santiago-Guitiriz. Con esos documentos, y una vez que se establezca el precio
de la expropiación y del posterior canon concesional, el Consello de la Xunta
ya estará en disposición de aprobar definitivamente el proyecto. Será entonces
cuando los inversores que afronten el coste de 135 millones de euros en que la
promotora del proyecto lo ha cuantificado podrán comenzar a construir la
urbanización.
En lo que
hoy es un bosque de pinos se levantarán 900 viviendas de planta baja para dos
personas semiindependientes, una residencia asistida para 200 personas y
diversos edificios de servicios (auditorio, centro de salud, hotel y espacios
comerciales). Aunque la empresa promotora no lo denomina geriátrico sino
“senior resort”, con tarifas de 1.800 euros mensuales, aspira a concertar 760
plazas con la Administración. La Xunta, sin embargo, niega cualquier acuerdo
asistencial previo con la empresa y asegura que su intervención en el proyecto
se ha limitado hasta ahora a facilitar su tramitación urbanística.
Secretismo en la tramitación
D. R.
“Es la primera
noticia que tengo”, respondía sorprendido Ramón Iglesias, presidente de la
Comunidad de Montes de Santa Mariña de Lagostelle, la actual propietaria de los
terrenos, cuando se enteraba hace unos días por este periódico de que la Xunta
les quitará sus derechos sobre el monte, que iban a alquilar por 30.000 euros
anuales. Pero el oscurantismo sobre el proyecto no es nuevo. El Gobierno
gallego inició la recalificación de los terrenos en agosto de 2011 en un
Consello de la Xunta en el que ocultó esa información. Y PP y PSOE local de
Guitiriz conocían el proyecto mucho antes, pero tampoco se lo comunicaron a sus
vecinos hasta que salió en la prensa. Y ello pese a que sus promotores prometen
400 empleos para la comarca.
La empresa,
Avance Arquitectónico, tampoco habla de su Ciudad Verde, como denomina a la
urbanización. Solo de la documentación que ha ido presentando ante la Xunta se
puede saber que su intención es que en los 135 millones que costará el complejo
participen “inversores particulares y empresas dedicadas a la financiación de
este tipo de proyectos” cuyos nombres se mantienen ocultos. Sin embargo, en
esos papeles no aparece aún ningún informe socio-sanitario que avale el modelo
asistencial elegido para el complejo. Un modelo que expertos geriatras consideran
equivocado por masificado y aislado de la sociedad.
Mientras, y aunque aún no ha
obtenido todos los permisos necesarios, la promotora ya publicita su “senior
resort” en tiempo presente con una web específica, www.ciudadverdegalicia.es,
en la que presenta una sociedad idílica pero en la que nada se dice todavía de
tarifas o servicios asistenciales concretos.
Fuente: www.elpais.com
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