El teniente Luis Gonzalo
Segura escribió su libro en formato de novela, pero el viernes tendrá que
empezar a cumplir dos meses de reclusión en una prisión militar.
"Un paso al
frente" ya llega a la quinta edición, y su autor cuenta con el apoyo de
las principales asociaciones militares españolas.
Fermín Cabanillas
- Huelva
16/07/2014 - 23:10h
El pasado 12 de mayo, el teniente del ejército
español de tierra Luis Gonzalo Segura (Madrid, 1977) sacaba a la venta “Un paso
al frente”, una novela en la que denunciaba las presuntas corruptelas del
escalafón militar español. Tres días después tenía en su mesa un expediente
abierto, y el próximo viernes ingresará en una prisión militar para cumplir dos
meses de encarcelamiento.
La cúpula militar ha actuado con rapidez contra
Segura, en un proceso que, incluso, le puede hacer perder sus galones de
teniente.
Tras un recorrido por varios puntos de Andalucía, y
terminar el fin de semana en Gijón, el autor de uno de los best seller de este
verano se muestra muy tranquilo ante eldiario.es/Andalucía,
seguro de que “lo que he hecho no es malo para nada, y si alguien lo piensa, lo
que tiene que hacer es investigar, no matar al mensajero”.
Con 12 años de experiencia que incluyen Afganistán
en su hoja de servicios, su libro reflexiona sobre el poder del ejército sobre
todos los estamentos de la sociedad, y no deja títere con cabeza, “pero siempre
novelado”. Un argumento que no ha convencido a sus mandos, que “me abrieron un
expediente gubernativo por el libro para expulsarme de las Fuerzas Armadas, que
ha concluido con una falta grave, lo que supone dos meses de reclusión”.
Por ello, el viernes entrará en el centro de
Colmenar Viejo, “algo que es como una cárcel, exactamente igual, sin
comunicaciones, sin Internet, con un régimen de visitas igual que una
prisión...”, y con una amenaza asegura que, al parecer, le afecta más, ya que
está amenazado con una pérdida de destino: “una especie de destierro, de modo
que no puedo pedir destino a Madrid en un año”. Actualmente pertenece al
destacamento de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
“Cuento corruptelas cotidianas”
Pero, ¿qué es lo que ha molestado tanto al ejército
español en el libro de Luis Gonzalo Segura? Su autor parece tener claro que “lo
que más ha dolido es que es algo de ficción, pero relata la vida cotidiana de
abusos, privilegios o corruptelas, de modo que es un libro que relata algo
cotidiano, porque si fueran casos extraordinarios no sería así, sino que pasan
en todas las unidades, y toda la cúpula militar se puede sentir muy señalada”.
Y es que el autor sospecha que “duele que se unan
piezas de un puzle que normalmente se ponen por separado, pero el lector se da
cuenta de la situación de las Fuerzas Armadas españolas".
Ficción o no, sanción justa o no, lo cierto es que
“Un paso al frente” está a punto de agotar su cuarta edición, y entrará en la
quinta esta misma semana.
Posiblemente, su autor se entere de que la sexta
edición llega a las librerías cuando ya esté “encarcelado”, aunque su mayor
preocupación no pasa por eso, sino por la hipotética pérdida de sus galones que
todo esto le podría acarrear.
Sobre la posibilidad de que su abogado impida el
ingreso en prisión, lamenta que “es algo que nunca se ha dado. Cuando en el
ejército te sancionan por algo así, la sanción no se levanta nunca, y se
cumple”.
Vulneración de dos artículos
Para los mandos del teniente, todo parece encajar.
Sostienen que la sanción no está relacionada con lo que ha escrito en su
novela, sino con las declaraciones efectuadas durante los actos de promoción
del libro. Lo que ha hecho habría vulnerado el artículo 8.18 del régimen de
disciplina militar, que se refiere a "hacer reclamaciones, peticiones o
aseveraciones falsas y contrarias a la disciplina... a través de un medio de
comunicación social", mientras que el 8.32 se refiere explícitamente a
"emitir o tolerar manifiesta y públicamente expresiones contrarias de las
Fuerzas Armadas".
El autor, que asegura que cuenta con el respaldo de
las principales asociaciones militares (AUME, ASFASPRO, ATME y OATM),
simplemente lamenta que “si fuese así, no me sancionan por hacer declaraciones
falsas, sino indecorosas. Si no son falsas, no puede ser indecoroso decir la
verdad. Llegaremos hasta el final, y lo que tienen que hacer es investigar si
lo que cuento es verdad. Si es así, nadie entendería mi sanción”.
El autor. Si todos ellos pueden evitar el ingreso
en prisión, e incluso que aparezcan nuevas publicaciones similares en un
futuro, se verá en los próximos días.
Fuente: www.eldiario.es

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