jueves, 31 de julio de 2014

LA TIRANÍA BORBÓNICA

España está cansada de la monarquía.
Por: eva duran | julio 27, 2014


Son meses de cambio, el mundo se quita una capa de cebolla de encima y se renuevan sueños, dictaduras, esperanzas e injusticias. Renunció sorpresivamente el rey Juan Carlos de España, un rey impuesto en el trono por el sanguinario dictador genocida que fue Francisco Franco, que asesinó a cientos de miles de inocentes con el apoyo del mismo Hitler y el extraño silencio del mundo libre.
Asesinó a su vez Juan Carlos, siendo muy joven, tan solo un príncipe mozalbete, a su propio hermano Alfonso a balazos. ¿Por qué? ¿Se lo ordenó Franco? Una disputa por el trono? ¿Rencillas familiares?. Nunca se sabrá, no hubo investigación policial siquiera. Siendo ya rey, apareció muerta Sandra Mozarowski, una espectacular actriz de ascendencia rusa de tan solo 18 años, quién ya era estrella en España al momento de hacerse amante del joven rey. Se decía que el ministerio de guerra pagaba sus gastos, y que manos criminales la arrojaron por el balcón del cual cayó al vació con sus cuatro meses de gestación, hacía el olvido y la nada. Por esto había tanta desesperación en las cortes por darle inmunidad legal al rey una vez Felipe asumiera el trono. En otras palabras, pertenecer a la familia real española te da licencia para matar.
Rey sinvergüenza y borrachín el Juan Carlos, se fracturó ebrio la cadera en una jornada de cacería de elefantes, le puso cuernos a la reina con todas las faldas que pasaron por su lado, hasta la princesa Diana de Gales fue víctima de su acoso, ella le llamaba “el viejo verde”. Pero fuera de esto (que pertenece al plano estrictamente personal) no hizo nada memorable, no aportó nunca ideas propias ni novedosas, no hizo de España ese reino feliz, prospero y democrático que prometía en sus almibarados, intrascendentes e insoportables discursos.
La realeza europea descubrió como nadie que las revistas del corazón pueden ser un arma política mas efectiva que mil bayonetas, transformando a una familia infeliz, disfuncional e insípida en ídolo de millones de alelados y atontados españoles, que a punta de prensa rosa han olvidado las millones de victimas inocentes de la guerra civil y el genocida Francisco Franco.
Ha tomado las riendas de España Felipe de Borbón, un país que se levantó en protestas en más de 50 ciudades no más se supo de la abdicación, exigiendo un referéndum para acabar con la monarquía. Pero una vez más, la revolución fue silenciada por la gran prensa mundial, se compró todo lo que podía comprarse, se vendió todo el que pudo. Medios de comunicación, revistas del corazón (como no), fiscalía y tribunal supremo le dieron la espalda al clamor democrático del pueblo español.
Lo más trágico fue la traición que los socialistas hicieron a las bases, que clamaban república en las calles. Increíble, pero precisamente hayan sido las víctimas del dictador las primeras en venderse, y se consumó así la farsa y el más estruendoso fracaso de la historia de la democracia española. Nunca un príncipe heredero ha sido tan despreciado como Felipe.
Y los que pensaban que Letizia Ortiz Rocasolano iba a mejorar las cosas al casarse con Felipe, se equivocaron. En vez de modernizar la monarquía y acercarla a las necesidades del pueblo, ella que viene de las entrañas de la “España Profunda” se transformó en lo peor de la Casa Real. Porque no puede haber nada peor en la vida que una mujer humilde que olvida de donde viene y que instalada en la cumbre del poder, ayuda a perpetuar las injusticias.


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