lunes, 29 de julio de 2013

RAJOY CEDIÓ A LA EXIGENCIA DE BÁRCENAS DE QUE SU MUJER NO HICIERA “EL PASEÍLLO” HASTA EL JUEZ



Nuevas revelaciones de Raúl del Pozo: el extesorero llamó al presidente del Gobierno y éste le respondió que pronto tendría noticias. Su teléfono sonó diez minutos más tarde
C. G. | 28/07/2013

Rosalía Iglesias, esposa de Bárcenas y también imputada por la Gürtel, a la salida de la Audiencia Nacional / EFE
Mariano Rajoy dio satisfacción a la exigencia que Luis Bárcenas le hizo en mayo de 2012, cuando el líder popular ya estaba al frente del Gobierno, para que su mujer, Rosalía Iglesias, evitara llegar, ante los focos de los periodistas, a la Audiencia Nacional para declarar. “Mariano, no puedo consentir que dejéis a Rosa tirada entre la gente que insulta y los periodistas haciendo el paseíllo en la Audiencia Nacional”, fueron las palabras del extesorero al jefe del Ejecutivo, según desvela Raúl del Pozo, este domingo.
“Ya está todo arreglado”
El periodista de El Mundo tuvo conocimiento de esta llamada tras una comida con Rosalía Iglesias, en la que ésta le aseguró que el presidente del Gobierno escuchó la exigencia de su antiguo tesorero y le respondió que pronto tendría noticias. Sólo habían pasado diez minutos cuando “un mando policial con instrucciones precisas” le dijo que “ya está todo arreglado”. Eso fue lo que Bárcenas, al menos, le trasmitió a su esposa.
¿Por qué no iba a apoyarle entonces?
Bárcenas, que este domingo cumple un mes en prisión, debió pensar que Rajoy no le fallaría. Había sido así hasta entonces. El presidente del PP lo protegió a rajatabla tras ser implicado en la trama Gürtel, cuando dijo convencido que “nadie podría probar que Bárcenas no es inocente”. Le pagó con fondos del PP su defensa y le mantuvo sueldo, coche y secretaria. ¿Por qué no iba a apoyarle en lo que le pedía, respecto a su mujer?
Gallardón
El extesorero había recurrido al primer eslabón, Mariano Rajoy, después de que sus gestiones a través de su intermediario fueran infructuosas ante Gallardón. Según explicó Rosalía Iglesias, el ministro de Justicia siempre decía que no se podía hacer nada, aunque el matrimonio Bárcenas cree que “sí ha hecho muchas cosas”. Incluso, sospechan que él movió los hilos para “el encarcelamiento prematuro” del extesorero.
Bárcenas no ha agotado todos los cartuchos contra Rajoy
Bárcenas ha sabido agradecer el apoyo de su antiguo jefe. De hecho ha sacado a cuentagotas los datos que verdaderamente pueden afectar a Mariano Rajoy, y ninguno de ellos le ponen en un aprieto judicial. A quien sí intenta echar a los leones es a la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, a quien, ante el juez, acusó de favorecer con un contrato público a un empresario, donante de su campaña electoral en las pasadas elecciones autonómicas.
Rosalía Iglesias, entre Rajoy y Bárcenas
En el tira y afloja entre Rajoy y Bárcenas siempre ha estado su mujer. Desde la reunión que mantuvo el extesorero en el despacho del líder popular, en 2010, cuando tuvo que dejar su puesto, a la que asistió, además de Javier Arenas, Rosalía Iglesias, hasta los supuestos mensajes que el presidente del Gobierno le ha hecho llegar a Bárcenas para presionarle. Esta semana, El Mundo publicó que los abogados Javier Iglesias Redondo (letrado de Álvaro Lapuerta) y Miguel Durán fueron los encargados de trasmitirle al exsenador que “si “habla”, su mujer terminará “en prisión”. Aunque ambos abogados lo han negado.
Entró por el garaje, se bloquearon los ascensores
Del Pozo da hoy los detalles de la comparecencia en la Audiencia Nacional de Rosalía Iglesias (a la que Rajoy llama cariñosamente Rosa) ante el juez, el año pasado. Un comisario fue a buscarla a su domicilio y la trasladó a la Audiencia. Se bloquearon los ascensores para que nadie se cruzara con ella. Ante el juez Ruz, que no fue informado de que la mujer del todopoderoso Bárcenas había entrado por los garajes, Rosalía Iglesias se negó a declarar.
Su pánico a las aglomeraciones
A la mujer de Bárcenas, según cuenta Del Pozo, no le gustan las multitudes. “Nunca he podido ir a un concierto donde hubiera aglomeración.. me produce pánico”, le confesó al periodista en aquel encuentro. Así que el presidente le evitó el trance.

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