El hombre que hace tiempo se dejó olvidado en alguna esquina su
sentido del ridículo
Lunes, 29 de julio de 2013
Por "Los Genoveses"
Francisco Marhuenda García es probablemente de esos genoveses (*) que hace tiempo se dejó olvidado en alguna esquina su sentido del ridículo y desde entonces se ha acostumbrado a viajar sin él. Es verdad que a cambio alguna contrapartida ha recibido
De entrada, para sorpresa de muchos y a pesar de todo, dirige un periódico, asiste un día sí y otro también a todo tipo de tertulias de pago e insulto fácil, se deja ver por las redes sociales anunciando portadas sorprendentes y no disimula su pasión enfermiza por defender como sea a su siempre patrono Mariano Rajoy. Por todo ello cobra un sueldo, ciertamente generoso, del propietario de La Razón y amo y señor del Grupo Planeta y varios sobresueldos, variables y variopintos, por sus omnipresentes apariciones en televisiones y cadenas de radio
Pero hoy la razón por la que este
inefable genovés da sentido a este crónica no tiene que ver con sus opiniones,
sus ocurrencias, la línea informativa que mantiene su periódico o por sus
constantes y obvias declaraciones de entrega absoluta a la causa genovesa.
Motivos no nos faltarían.
La causa hay que encontrarla en un
asunto de la máxima actualidad que tiene al Gobierno, al PP y en particular ,
al Presidente Rajoy al borde de un ataque de nervios. Nos referimos a la
evolución que va tomando el Caso Gürtel, su transformación mediática y
judicial en el Caso Bárcenas y en breve, conocido por el Caso
Financiación Irregular del PP.
Dicho esto, más de uno
se estará preguntando que tiene que ver Marhuenda con estos asuntos y si
así fuera y hubiera relación por qué no figura como perceptor de sobresueldos
en A o en B, adjudicatario de contratos públicos o como un simple donante en la
contabilidad del PP.
Y la respuesta a esas preguntas y
otras similares , por el momento, no están disponibles en los cientos de Tomos
que conforman el sumario 275/08 que se instruye en el JCI nº 5 de la Audiencia
Nacional ni tampoco en las diferentes piezas separadas que se han ido creando.
Por tanto, llegado a este punto,
podríamos decir que el asunto está concluido. Y sin embargo, como se verá,
desde que el pasado domingo, Pedro J Ramírez decide publicar un resumen
resumido de sus 4 horas con Luis Bárcenas, la relación de
Marhuenda con la parte trastera del Caso Gürtel / Bárcenas /
Financiación PP no ha hecho nada más que comenzar. Vayamos por partes.
Según PJ Ramírez, “en el
periodo en el que el PP estaba en el Gobierno, Lapuerta acudía
con los sobres a los ministerios u otras dependencias oficiales. Según Bárcenas,
a Lapuerta le agradaba especialmente esta tarea y solía combinarla con
algún detalle personal. En uno de los casos junto al sobre llevaba una caja de
puros Montecristo al ministerio correspondiente".
Tras este resumen, un par de
días después, El Mundo publicaba a bombo y platillo que Rajoy
siendo Ministro de los gobiernos de Aznar, cobró sistemáticamente sobresueldos
en B que le eran entregados por el entonces Tesorero Nacional Álvaro
Lapuerta. Para ello, aportaba como prueba hojas originales de la
contabilidad B manuscrita por el entonces gerente Luis Bárcenas donde se
podía ver a color el nombre de Rajoy y las cantidades recibidas.
Y es aquí donde entra en
escena Francisco Marhuenda. Para los que no siguen de cerca sus
andanzas, está acreditado, nadie niega y el BOE certifica, que desde el
10 de Mayo de 1996 hasta el 20 de abril del 2001, mantuvo una estrecha relación
política, personal y laboral con Mariano Rajoy.
Esta relación se formalizó en
sendos nombramientos. Primero como Director de su Gabinete cuando era Ministro
de Administraciones Públicas. Dos años y medio después como Director,
también de su Gabinete,pero en su calidad de Ministro de Educación y Cultura
para finalmente, en mayo del 2000, ser nombrado Director General de Relaciones
con las Cortes, dentro del Ministerio de la Presidencia que dirigía el por
entonces además Vicepresidente 1º del Gobierno, Mariano Rajoy. Es decir,
5 largos años siendo su sombra, su confesor, su amigo y su colaborador.
Por tanto resulta verosímil y
nada descabellado pensar que Marhuenda estaba al corriente y conocía al detalle
todos y cada uno de los movimientos que oficialmente y oficiosamente hacía su
amado jefe. Cualquier persona entendida del papel de un Jefe de Gabinete puede
deducirlo sin echarle mucha imaginación.
A partir de esas
responsabilidades es fácil concluir que la visita de un diputado genovés del
postín de Álvaro Lapuerta a la zona noble de un Ministerio para “
saludar“ al Ministro no podía pasar desapercibida a la atenta mirada de un
Jefe de Gabinete que además bien conocía y sabía que el diputado Lapuerta
era sobre todo y ante todo el todopoderoso Tesorero Nacional del PP en el que
el propio Marhuenda , llevaba años militando desde Cataluña.
Pero es que por si acaso su
Jefe de Gabinete sufría un inesperado despiste, en todos estos periplos
ministeriales, no está de más recordar que el núcleo duro de colaboradores
directos del Ministro Rajoy, lo formaban el hoy Ministro del Interior,
Jorge Fernández Díaz, siempre con rango de Secretario de Estado y Belén Bajo
Prieto, a la sazón su Jefa de Prensa y en la actualidad diputada por
Madrid. Un trío que constantemente intercambiaban información, incluida la
agenda del titular del Departamento. Como dato curioso ambos, Díaz & Bajo,
han sido perceptores de sobresueldos pagados por Génova 13 durante
varios años
Y en todo caso, resultaría
sorprendente pensar que Marhuenda se ausentaba de su despacho, situado
junto al del Ministro, precisamente cuando, según Pedro J Ramírez &
Bárcenas, Lapuerta se trasladaba al Paseo de la Castellana 3, a la C/
Alcalá 34 o al Complejo de la Moncloa, a entregarle cajas de puros acompañadas
de 7 millones de pts. en el año 1997 y 12,6 millones de pts. durante los años
1998-1999-2000. Es decir, 117.798,37 € libres de impuestos y en metálico.
Estas dudas o certezas, dependiendo
como se quieran ver, sobre el nivel de conocimiento que tenía Marhuenda sobre
los sobresueldos que recibió Rajoy es probable que se vayan despejando
judicial, parlamentaria y mediáticamente en los próximos meses. Mientras tanto
no estaría de más que alguien de sus colegas de tertulias le preguntaran
sobre la cuestión. Lo mismo, aunque no haya precedente, dice la verdad aunque
para ello tenga que ponerse colorado.
(*)
de la Calle Génova, sede del PP
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