El cinismo social se instala en la Casa Real
Posted on 30 de julio de 2012by Ignacio
Muro
Por Ignacio Muro
“Nadie
puede quedar excluido de los efectos de la recuperación económica” dijo el rey en su intervención que abría el último
Consejo de Ministros, el que aprobó el mayor recorte de la democracia. ¿Un
lapsus? En absoluto, dado que formaba parte de una declaración escrita y
formal. Por tanto, es facil deducir que dijo exactamente lo que quería decir.
¿Y qué quería decir? Exactamente eso: que cuando llegue la recuperación nadie
debe “quedar excuido” de sus efectos… pero dado que ésta no se otea en el
horizonte cercano, ¿significa que avala, justifica, pasa por alto la exclusión
de hoy, en pleno hundimiento económico? ¿Esta defendiendo o dando por hecho el
desmontaje de las coberturas sociales?
Una declaración
aparentemente social pero calculadamente y perversamente antisocial que
reproduce los argumentos de la derecha más reaccionaria y neoliberal. Dice
mucho más de lo que parece decir porque hace depender la inclusion social de la
coyuntura y de las leyes del mercado, de la recuperación. Las declaraciones del
Rey se enfrentan al sentido de la Seguridad Social cuya razón de ser es justo
la contraria, una red que debe sostener a cualquier ciudadano cuando las cosas
les van mal, en plena crisis, no cuando no lo necesita.
Al hablar así, el rey
asume una posición ideológica absolutamente ajena a la neutralidad
institucional, la peor, la que más le aleja de la mayoría de sus concuidadanos.
Después de destinar 35 de años de democracia a construir una red de seguros
sociales para evitar que la gente tuviera que depender de “sus ahorrillos”… o
descender a la miseria en situaciones de gran crisis, ”la solución” no puede
ser desmontar a toda prisa esa red social justo cuando más se necesita, para
que el destino de cada uno vuelva a depender de los propios apoyos familiares…
o, en su ausencia, depender de la beneficencia hasta descender a la miseria más
absoluta. Es cinismo social pero es, tambien, un nuevo error y una metdura de
pata más.
“Lo
siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir” decía pocos meses antes, el 18 de abril, al pedir
perdón después de su viaje a Bostwana. Aquellas palabras que parecían
espontáneas respondían a un estudiado Plan de Comunicación para reconciliarse
con la Sociedad después de su ruptura de cadera en una cacería de elefantes,
días después de que su nieto Felipe Luis Froilán, de 11 años, se disparara en
el pie en otra cacería igualmente extraña, mientras su yerno Iñaqui Undargarín,
procesado por el caso Noos, era portada en todos los diarios. Es entonces
cuando incorpora a su equipo a Javier Ayuso, ex director de Comunicación del
BBVA y experto en asuntos económicos. ¿Significa quizas que ese cambio anticipa
y explica una nueva actitud pública alineada con la posición de banqueros y
grandes empresarios?
El mismo cinismo
social era exhibido, unas semanas antes, por el principe Felipe. Ocurrió en
otro acto solemne, el 21 de junio pasado, en Nueva York, con ocasión del
discurso en el Nuevo Campus del IESE, rodeado de empresarios. Allí dijo algo
tambien tremendo, que “nuestros precios y salarios están marcando el ritmo
del retorno al sendero de la competitividad”. Significa un apoyo claro al
descenso unilateral y forzado de salarios incluido en una reforma laboral que
el PSOE ha recurrido al Tribunal Constitucional y que está siendo aprovechada
para un ajuste de plantillas que incremeneta el desempleo masivo. Utilizar el
plural “nuestros salarios” se presta a mofa. ¿Se refiere a su rebaja del 7%
como factor de competitividad?
Su misma presencia
activa en este y no a otro Consejo de Ministros fue ya chocante. Es una
práctica habitual que presida alguno de los primeros Consejos de cada
legislatura, pero parece extraño qué participara en este, seis meses después de
comenzar, en el que se aprobaban los principales recortes. Todo parece indicar
un cambio estratégico en el perfil de la politica de comunicación de la Casa
Real.
Si todavía no está convencido del giro
de sus mensajes, una nueva perla del Príncipe en el mismo acto: festeja que “nuestras
familias estén reduciendo sus niveles de deuda mientras mejoran su ahorro”.
¿En qué mundo viven? O peor ¿en qué mundo quieren vivir?
Fuente: http://poli-tic.net/

No hay comentarios:
Publicar un comentario