lunes, 24 de septiembre de 2012

“LOS TRABAJADORES ANTE EL GRAN TIMO DE LAS PRESTACIONES POR DESEMPLEO”



EL TIMO DEL SUBSIDIO POR DESEMPLEO
día 9.9.12
En estos tiempos de crisis, el subsidio de desempleo es un tema tristemente de actualidad. Se habla de su cuantía, de su duración, e incluso de si los que lo reciben deberían de estar sujetos a ciertas condiciones para seguir recibiéndolo. En mi opinión, todo eso son detalles que nos despistan de la cuestión esencial que es, en este caso, la realidad de este "subsidio". Dicha realidad no es otra que la de que el subsidio de desempleo es un Gran Timo.
 Quedarse en paro en España es una desagradable experiencia en buena parte gracias al perverso sistema de "protección" del que "disfrutamos". Todo el que haya pasado por dicha experiencia sabe que incluye el pasar por una "oficina de empleo" de la comunidad autónoma correspondiente donde, en medio de un ambiente depresivo, te hacen sentir como una mezcla entre fracasado y delincuente común. Al menos esa horrible experiencia no es del todo estéril, ya que si cumples las condiciones necesarias sales de allí con una limosna (también conocida como subsidio de desempleo) que te proporcionará cierta ayuda mientras buscas otro empleo. Como ya he dicho, en mi humilde opinión, todo el sistema es un Gran Timo. Una gran estafa piramidal. Y lo es por muchas razones. En este texto he reunido bastantes de estas razones, pero estoy seguro de que me dejo alguna en el tintero.

Timo 1: El Estado te "protege" con tu dinero
Tal y como se habla habitualmente del subsidio de desempleo parece como si el Estado, generoso él, otorgara una asignación al parado para ayudarle mientras busca otro trabajo. Pero lo que no suele decirse (a pesar de que es una información de dominio común) es de donde sale el dinero para esa asignación que tan graciosamente le ha concedido.

Aunque seguro que la gran mayoría de los lectores ya lo sabéis, permitidme que os recuerde que en la nómina de cada mes tenemos desglosados unos conceptos que se nos sustraen y que van destinados precisamente a este fin, el de pagarnos un seguro de desempleo. Es por eso que para tener derecho a este "subsidio" debemos de haber trabajado al menos un año, y es también por eso que a más tiempo trabajado más tiempo de derecho a subsidio. Así pues, el subsidio de desempleo es en realidad un seguro de desempleo gestionado por el Estado que obligatoriamente debemos de pagar con el precio y las condiciones que se nos imponen. No podemos elegir las coberturas de este seguro, ni tenemos posibilidad de contratar el seguro con un ofertante alternativo. Estamos obligados tanto si nos gusta como si no a aceptarlo tal y como el Estado ha decidido que es "mejor para nosotros".

Timo 2: El empresario paga parte de la cotización a la Seguridad Social, pero la paga con tu dinero
En España somos tan guays que este seguro no lo pagamos los trabajadores, sino que "obligamos" al empresario a que lo pague casi en su totalidad con su dinero. El malvado empresario paga aproximadamente un 30% de nuestro sueldo bruto a la Seguridad Social. Bueno... no sé si el empresario es malvado o no, pero lo que sí que sé es que si no es tonto lo primero que hará (y hace) es incluir esa parte que "él" paga en los costes de contratarnos a nosotros. Y es que, independientemente de trucos lingüísticos, un coste que depende directamente de la retribución recibida por el trabajador, forma parte de su sueldo. Algunos lo llaman "sueldo en la sombra" y creo que es una muy buena definición. De manera que si, por poner números redondos, pactamos 1.000 Euros brutos como sueldo, en realidad estamos cobrando 1.300 y ni siquiera lo sabemos. A mí me suena a ese chiste de "Paga dos cervezas, te bebes una y te regalamos otra GRATIS".

Así que todos pagamos más impuestos de los que nos dicen que pagamos, pero nos lo tienen medio oculto. Queda por resolver la cuestión de por qué los empresarios aceptan quedar como los malos de la película diciendo que nos pagan menos de lo que en realidad nos pagan, pero supongo que es una cosa que viene de muy lejos y en la que hay poca posibilidad de elección.

Timo 3: Si trabajas menos de un año, pagas para nada
Las condiciones impuestas por el Estado para el seguro que nos obliga a contratar obligan a estar trabajando al menos un año para poder acceder al periodo mínimo de 4 meses. Es decir, que si trabajas 11 meses y 29 días, a pesar de haber pagado tus cuotas no tienes derecho a nada. Por no tener, no tienes derecho ni a la devolución de lo pagado.

Timo 4: A partir del séptimo año, pagas para nada
De la misma manera, el periodo máximo de subsidio al que tienes "derecho" es de dos años, "derecho" que acumulas a lo largo de 6 años. Así que a partir del séptimo año sigues obligado a pagar, pero para nada. Por poner un caso extremo, puedes ser un trabajador de 50 años que lleva 30 años pagando, quedarte en paro y tener "derecho" a 2 años en lugar de los 10 que realmente te corresponderían.

Timo 5: A partir de cierta cantidad, pagas para nada
La cantidad que pagas en concepto de seguro de desempleo es proporcional a tu sueldo, pero sin embargo la cuantía del subsidio en caso de recibirla, aunque también depende proporcionalmente del sueldo que tenías, está limitada a un techo bastante bajo. Pero aunque cobres por encima de este techo, la cuota no se limita. De manera que está pagando más por lo mismo.

Timo 6: Si no agotas tu seguro de desempleo, lo pierdes
Esta creo que es una de las características más desconocidas de este Gran Timo, ya que solo los que la hemos sufrido solemos saberla. La explicaré con un ejemplo ya que no se me ocurre una manera mejor de hacerlo. Supongamos que trabajamos durante 5 años hasta que nos despiden, teniendo así "derecho" a 1 año y 8 meses de paro. Supongamos que pasados 4 de esos meses volvemos a trabajar, dejando 1 año y 4 meses sin usar. Seguimos entonces trabajando durante 1 año y por desgracia volvemos a perder el empleo. ¿Cuanto paro nos queda? La respuesta correcta no es 1 año y 8 meses. Es o bien 1 año y 4 meses, o bien 4 meses, pues los dos periodos computan por separado. De hecho, llegados a esta situación nos obligan a firmar una renuncia por uno de los dos periodos (que suele ser el de los 4 meses). Cuando sufrí esa desagradable experiencia me entraron ganas de ser yo quien realizase el Timo 7.

Timo 7: Algunos ciudadanos abusan del sistema
Tal como se encargan de recordarnos una y otra vez los demagogos, algunos listillos abusan del sistema, por ejemplo cobrando el desempleo mientras trabajan en la economía sumergida, o tomándose unas vacaciones en lugar de buscar otro empleo. Aunque no apruebo el comportamiento de estas personas, me resulta muy difícil etiquetarlos como delincuentes debido a los timos 3, 4, 5 y 6. Por ejemplo, no apruebo pero sí comprendo que una persona que lleva 6 años trabajando "arregle" las cosas para cobrar dos años de paro y así no sufrir la pérdida que hay a partir del séptimo año.

En fin, que está mal que los ciudadanos abusen del sistema, y no deberían hacerlo, pero con un sistema tan injusto como el que tenemos, el Estado está proporcionando la cobertura moral para que dichos ciudadanos se sientan legitimados a hacerlo. Es el propio Estado quien está incentivando el fraude con este sistema tan irrazonable y abusivo.

Timo 8: Pagan justos por pecadores
En tiempos de vacas flacas como los de ahora, el Timo 7 es mucho más hiriente de lo que lo sería en otras circunstancias. De manera que el Estado está pensando en maneras de evitar el Timo 7 mediante medidas demagógicas como obligar a aceptar cualquier trabajo que te ofrezcan aunque no tenga nada que ver con tu profesión, o forzando a "trabajar para la comunidad" con ideas tan peregrinas como la de llevar parados a apagar incendios. Nótese lo perverso del sistema. Ya no queda rastro del seguro de desempleo. Ahora es una limosna que nos da el gobierno por la que debemos sentirnos agradecidos. Ya no es un seguro que nos proporciona estabilidad económica para planificar nuestro próximo paso profesional. De hecho, ya podemos olvidarnos de planificar nuestra profesión. Nuestro plan de carrera se reduce a "Trabajo por dinero".

Como suele ser habitual, los listillos encuentran formas de evitar estas "medidas" y siguen abusando del sistema todo lo que pueden. En cambio los pobres honestos caen víctimas de estas medidas. Resultado: Pagan justos por pecadores.

Timo 9: Pagas dos veces IRPF por tu dinero
El subsidio de desempleo tributa como "rendimientos del trabajo" y hay que pagar IRPF por él. Es como si tuviéramos que pagar IRPF por recuperar el dinero que tenemos en un depósito a plazo fijo en el banco. (Esto... mejor no doy ideas que nunca se sabe...)

Timo 10: Los cotizantes actuales pagan a cotizantes pasados
Como en todo buen timo piramidal, el dinero que se paga hoy no se guarda, sino que se dedica a pagar a los que cotizaron en el pasado (es decir, a los parados de hoy). Esta es la razón por la que todo el sistema hace aguas cuando el paro sube. Queda menos gente trabajando, pero los que quedan tienen que pagar a más parados que en tiempos de vacas gordas. Así que "el sistema de protección" protege menos cuando más se le necesita.

Timo 11: El sistema no fomenta el empleo ni el crecimiento profesional
El último timo que voy a describir y casi que diría que el más importante, es consecuencia de todos los anteriores y de alguno más que me he dejado en el tintero. Puesto que el seguro de desempleo tiene la consideración de limosna que le damos al pobre desgraciado que se ha quedado sin empleo, es muy difícil que sirva para potenciar la búqueda de empleo o el desarrollo profesional. No es imposible, pero requiere mucho esfuerzo y disciplina por parte del desempleado. (Aunque como se potencie el timo 8 entonces sí que se volverá del todo imposible).

Me pregunto que pasaría si pudiéramos decidir hacer uso de nuestro seguro acumulado para dejar nuestro empleo actual y dedicarnos a tiempo completo a buscar otro que significase un paso adelante en nuestra progresión profesional, o a hacer un máster, o a establecernos por nuestra cuenta. En todos esos casos el seguro de desempleo estaría funcionando como un autentico impulsor de empleo. Y no de cualquier empleo, sino de un empleo cada vez mejor, lo cual redundaría en beneficio de toda la sociedad.

Solución: Cambiar el sistema por otro más razonable
Criticar es relativamente fácil, y es por eso que no he querido limitarme a apuntar (muchos de) los defectos del actual sistema que lo hacen tan malo en mi opinión, sino que también aporto una alternativa. Esta alternativa la desarrollaré en un segundo artículo.

Nota:
Sí, ya sé que parte de lo que nos quitan en la nómina va a pagar el seguro médico, que igual que el seguro de desempleo, es un seguro que nos han impuesto en el que no podemos elegir coberturas y en el que no tenemos la posibilidad de buscar alternativas. Pero eso no cambia en absoluto mi argumentación. De hecho, la "Sanidad Pública· supuestamente universal y gratuita es otro Gran Timo que merecería otro artículo, o una colección de ellos.

Nota 2:
Gracias a Miguel Sánchez Pérez por apuntarme un error de cálculo que había en el Timo 6 :-)

Fuente: Óliver Fernández de Avellaneda

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