UN EPISODIO MÁS DE “SÁLVAME, PATRIA, DE LUXE”…
Artículos
de Opinión | Pura María García | 28-09-2012 |
Del mismo modo que me he
negado, hasta hoy, a visionar ni un solo programa de Sálvame de Luxe,
anoche me negué a encender el televisor, también a conectar la radio, para
asistir al masivo y difundido SÁLVAME (PATRIA) DE LUXE. Pensaba que estaba
realizando un acto voluntario, que me dignificaba, como mente individual y
social, al hacer decrecer el índice de complicidad que, en contra de mi
voluntad, me conecta a la clase (sin clase) política, nacional y transnacional,
que nos maneja. Pensaba, pienso, que debería haber un acrónimo, al igual que el
IBEX, para designar el nivel de degradación de un político. Podría ser IDP y,
claro está, las siglas acompañarían al señor (término no demostrado) Rajoy.
Anoche quise permanecer en
una burbuja que me aislase de la burla y la ironía, el terrorismo ideológico
sin miramientos, que suponía iba a presidir la comparecencia de un títere al
que votaron, no lo olvidemos, millones de súbditos del reino al que representa,
Españistán. Pero eso fue anoche.
Lo logré. Conseguí ahuyentar
las medias frases, las mentiras encubiertas, la indefinición, el “yo, mí, me,
conmigo” como denominador común del discurso del más claro ejemplo de tarareo
político: la tarara sí; la tarara no; la tarara, madre; que la impongo yo” y me
acosté, sabiendo que le arrancaba un día más a un calendario marcado no por los
nombres de los días y meses, sino por las cifras de la prima de riesgo; las
cantidades de dígitos infinitos con las que, no-pero-sí, nos van a sentar en la
silla eléctrica de la miseria pasando antes, eso sí, por el
corredor de la muerte, ahora llamado RESCATE.
Dormí, porque no he sido
desalojada de mi domicilio, ni acusada de “rebeldía” actitudinal, ni despedida
a causa de un ERE fruto de la mala gestión de quien sí gestiona bien su propio
bolsillo y no el de su empresa. Dormí porque soy una afortunada a quien el dedo
del azar (que ya no tiene ni manos) todavía no ha señalado. Pero ha durado
poco, siempre es así, ese estado de limbo (más bien purgatorio, diría yo) en el
que he de refugiarme cada día si quiero sobrevivirle a la vida impuesta por los
sinvergüenzas que politiquean sin conocer los rudimentos del arte noble de lo
que pudo ser,un día, la política.
Esta mañana, los medios
de comunicación de consumo masivo (tan cancerígenos o más que el tabaco
y cualquier manipulación alimentaria genética) mostraban, alentados por la
comparecencia, con desparpajo y alegría, del presidente mentiroso
, su rostro más talibán, destapando y aireando, sin vergüenza, ya digo, su
fundamentalismo, su tendencia hacia la infamia y la mentira, su estilo fascista
y su marcada intención manipuladora.
En la radio Nacional de
Españistán, he obtenido la primera pista para pensar que, por mucho que intente
evitarlo, todo está programado para que asista, sí o sí, al Sálvame (patria) de
Luxe. Todas las voces de los tertulianos (palabra que en demasiadas ocasiones
rima con marcianos, mariano y ano) sonaban en un Cara al Sol encubierto,
unas más que otras, es cierto. Ya no estaba el antiguo locutor del programa, J. R Lucas, destituido por molesto y por
hilvanador de preguntas que hacían pensar al “respondedor” político que, como
es el caso común, no-sabe-no-contesta si la pregunta se escapa del discurso
breve, reiterativo y aprendido. El nuevo locutor, un periodista de voz
indiscutiblemente agradable, pero de preguntas tan obvias que se adivinan
dictadas por “la mano alzada que mece la radio nacional”, al presentar a un
periodista de LA RAZÓN, le espetaba un “buenos días, amigo”. Y así es, la
amistad entre la radio y la ultraderecha es íntima, viene ya de lejos y no se
quebrantará ya que jamás serán, ni una ni otra, objeto de adulterio.
Ya estaba en marcha un
reality, el Sálvame (Patria) de Luxe, dirigido por un locutor que hacía su
papel de sosías de Jorge Javier Vázquez aunque él, pobre, se cree,
seguramente, bien distinto de éste último.
Uno de los participantes,
antes de la intervención de la vice-presidenta del psoe, Valenciano (yo creo
que ha sido demasiado comedida, porque sabe que están todos en el mismo barco
que los náufragos, nosotros, observamos flotar mientras nos sumergen con sus
errores y calabresidades) se ha atrevido, con total desparpajo, insisto,
en decir que, tras las palabras de Rajoy anoche, él se ha levantado esperanzado,
contento, mirando la vida de otro modo. Digo yo que será ciego y, además, habrá
visto la luz celestial de San PP brillar al otro lado del túnel, porque de lo
contrario no se explica. Digo yo que basta decir que el individuo en cuestión
se trata del legalmente encausado y estirado González Pons. Así nos va: hoy habla Rajoy (lo de
hablar es un eufemismo, eludir y mentir mantienen mayor exactitud semántica) y
nos penetra la esperanza; ayer declara Draghi y la bolsa sube y los mercados se
levantan…(y el patio de mi casa es particular, cuando llueve se moja, igual que
los demás…)
Terrorismo y manipulación, sin estilo, que puede ser
considerado un agravante significativo. Si Rajoy y sus palabras-mentira o las
intencionadas y tendenciosas frases equívocas de Draghi (quien, recordemos, es
íntimo de Mario Monti, de los jesuitas, se dice que masón
hasta la médula y, lo que es demostrable e indiscutible, animador de la estafa
y robo perpetrado por Goldman Sachs entre otras operaciones ocultamente-mafiosas) son los aires
que mueven la conciencia colectiva, cual veleta manipulada y frágil, apague
usted y vayámonos. No me pregunte dónde. No sé qué responderle.
En la página oficial de la Moncloa, ya deben tener las
mejillas virtuales descarnadas de tanta bofetada y escriben, con comedidas
palabras, el titular siguiente: RAJOY DICE QUE NO TOCARÁ LAS PENSIONES Y
ASEGURA QUE NO ACEPTARÁ QUE LE DIGAN DÓNDE TIENE QUE RECORTAR. Como es de suponer,
el titular ya deja entrever con la personalización inicial (“Rajoy dice que…”)
que esperemos lo contrario a no mucho tardar.
Como remate, en actuación que
podríamos comparar con las intervenciones al estilo más puramente freeky
de esa tal Karmele Marchante en el Sálvame, sin patria, de
Luxe, el locutor del programa de RNE R1, El día menos pensado, entrevista al representante
de CIU Pere Macías y le pregunta si es cierto que el gobierno catalán gasta una
cantidad importante en “impulsar y mantener” el independentismo (500 millones
al año), afirmación de la que no evita citar la fuente (LA RAZÓN). Ahora
resulta que la cósmica cifra defraudada, a nosotros, por BANKIA, queda tan
lejos que, por decretazo de LA RAZÓN y los talibanes mentirosos compulsivoinformadores,
la memoria nos falla e invertir en mantener una lengua no es tal concepto sino
fomentar el independentismo, cosa que, si nos ponemos así, hace el Instituto
Cervantes desde tiempo inmemorial. Ya ven: un Sálvame, Patria, de Luxe
que no cesa, como el rayo de M. Hernández, versión pobre y mediáticamente
terrorista.
Marx lo dijo, con gran
acierto: “La historia tiende a repetirse, la primera vez, sucede en forma de
drama y la segunda en forma de farsa”. Así asistimos, aunque queramos evitarlo,
a un espectáculo de ínfima calidad, esta farsa política de Sálvame, Patria, De
Luxe, en la que, además suponen, quienes nos manipulan y creen representarnos,
que los representados, nosotros, tenemos menos cerebro que una ameba y estamos
dispuestos a tragar con todo.
Yo, continuo pensando que no
lo van a lograr, que no van a destrozar nuestra conciencia colectiva, a pesar
de que cada día nos obliguen a ser público de un infame espectáculo y nos hagan
experimentar, inevitable y reiteradamente, los dolorosos dilemas del creer,
como les llama Z. Baugman.
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