Anticorrupción pone el foco sobre el cacique orensano Baltar
Informes oficiales cuestionan el
patrimonio y las prácticas del cacique de Ourense
El exbarón acumula propiedades
inmobiliarias y más de 100 coches antiguos
José Luis Baltar posa junto a un Chevrolet
que forma parte de su colección de automóviles clásicos. / SANTI
M. AMIL (LA VOZ DE GALICIA)
El exbarón del PP gallego José Luis
Baltar —jubilado en enero tras legar su poder político e institucional a su
primogénito, José Manuel Baltar Blanco— no solo fue el "cacique
bueno" del que aún se jacta en público. El todopoderoso patrón de la
provincia de Ourense, en donde durante dos décadas acumuló el poder del partido
y de la Diputación, repartió sin remilgos cientos de empleos y millones de
euros de las arcas públicas en subvenciones a dedo a cambio de fidelidades que
rebosaron de votos las urnas del PP gallego.
Apenas cinco meses después de su jubilación, la
Fiscalía Anticorrupción ha recibido en su sede de Madrid numerosa documentación
oficial que acreditaría una cadena de irregularidades con las que el exbarón
forjó el poder orgánico e institucional que ahora ha legado a su vástago, al mismo tiempo que
acumulaba un importante patrimonio personal.
Según la denuncia registrada, a la que ha tenido
acceso este periódico, el carismático cacique —siempre dispuesto a posar para
una última foto, siempre presto para acudir a cualquier funeral, siempre con
fajos de billetes en la mano, o en el maletero del coche, y un "cóbreme
toda la barra" en la boca— ha hecho acopio de una considerable fortuna. A
la vista de los documentos aportados por el denunciante, más allá del patrimonio
político (la presidencia de la Diputación y la del partido, en las que se ha
perpetuado a través de su hijo), Baltar no solo fue benefactor, sino que
también pudo haberse beneficiado. La información lo señala como muñidor del
congreso que dio la victoria a su hijo mediante la manipulación de censos del
PP y la concesión de empleos de forma fraudulenta.
El dossier en poder de la Fiscalía Anticorrupción
da cuenta de diversas propiedades inmobiliarias e incluye un listado de más de
un centenar de matrículas de coches antiguos registrados casi todos ellos a su
nombre. La denuncia sostiene que algunos de los vehículos de la colección los
"adquirió" a cambio de conceder empleos en la Diputación de Ourense.
La abundante documentación incluye también la lista
de los aspirantes a unas oposiciones para cuatro plazas de portero en la
institución orensana, con anotaciones manuscritas del expresidente sobre el
grado de parentesco que mantienen los aspirantes con sus alcaldes o concejales.
Los nombres de los que obtuvieron la plaza aparecen, además, marcados con una
cruz.
Junto a ello, el denunciante aporta papeles sobre
la afiliación fuera de plazo, y ordenada desde la Diputación orensana, de más
de una veintena de personas en las vísperas del congreso del PP provincial que
le dio la holgada victoria a su hijo frente al candidato avalado por el
presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al que el hijo del presidente
vapuleó.
La denuncia aporta además documentos oficiales de
un listado de subvenciones, por 253.000 euros, concedidas a
dedo por Baltar durante cinco años consecutivos a la empresa
Emprende Ourense —de la que no consta actividad— propiedad de uno de los amigos
más íntimos de su vástago. El informe aporta la relación de sociedades, en
Galicia y Portugal, del empresario, así como la adquisición de terrenos
rústicos en el municipio de Coles poco antes de que el nuevo planeamiento
urbanístico los recalificara como urbanizables.
El expresidente del PP y de la Diputación acumuló
todo el poder de la provincia tras fajarse en la política como regidor del
pequeño municipio de Nogueira de Ramuín. El maestro de la escuela de Luíntra
ganó esa alcaldía en 1976 y se aferró a ella, con consecutivas mayorías
absolutas, hasta que en 1987 alcanzó la presidencia de la Diputación. La
abandonó el pasado enero, cumplidos ya los 70 años, tras 20 de mayorías
impenetrables. Pero se empleó para perpetuarse en ella a través de su vástago.
Ahora recibe constantes homenajes de sus empleados, que reivindican su gestión.
No son los únicos. El presidente de la Xunta asistió al último homenaje y se
fundió con Baltar en un abrazo. Rajoy ya lo había reivindicado en las campañas
electorales. "Baltar es el PP", lo amparó el presidente del Gobierno
en la de 2009, y le envió un telegrama de adhesión a la última comida celebrada
en su honor tras su jubilación.
"Vosotros sois mis trabajadores, no los de la
Diputación", clamó un pletórico José Luis Baltar el pasado 26 de abril
ante cientos de empleados de la institución orensana —la mayoría parientes de
alcaldes o concejales de su partido— que lo agasajaban con una comida
multitudinaria. A los postres, se subió al escenario, tocó el trombón y
enardeció a la audiencia, que lo aclamó aún como el verdadero presidente.
Cuñados, hijos y cónyuges ganan la oposición
José Luis Baltar no ha negado nunca la práctica
del enchufismo: cientos de personas vinculadas a los alcaldes del PP de su
máxima confianza copan los empleos de la Diputación. La documentación en poder
de Anticorrupción incluye esta lista de aspirantes a un examen para cuatro
plazas de portero. En ella se aprecian las anotaciones a mano del exbarón
indicando el parentesco de los aspirantes con personas de su confianza.
Aprobaron los marcados con una cruz.
PATRIMONIO | Colección de coches
Baltar llegó a la política con las manos vacías y
la abandonó reivindicando con naturalidad (una vez que trascendieron a la
opinión pública las denuncias de enchufismo) el calificativo de cacique, aunque
aprestándose a dulcificarlo con un "bueno" con el que ha querido
evidenciar que su mácula no ha sido otra que la de haber hecho favores. Ahora
se enfrenta a la acusación de haber acumulado, además, un importante patrimonio
personal. Entre las propiedades que se le atribuyen en la denuncia registrada
ante la Fiscalía Anticorrupción destaca la colección de un centenar de coches
que, según consta en la documentación, guarda en dos naves —en realidad,
antiguas granjas de pollos acondicionadas—, al lado del chalé en su pueblo
natal de Esgos. La denuncia precisa que dos mecánicos se ocupan habitualmente
del mantenimiento de ese parque móvil personal del expresidente y que los ha
dejado empleados a ambos en la Diputación.
ENCHUFISMO | Conductor sin carné
El pillaje político del exbarón del PP de Galicia
con las oposiciones de la institución orensana —denunciado hasta la saciedad
por los grupos de la oposición, por asociaciones de afectados y por algunos
medios de comunicación— lo ilustra ahora la denuncia. En ella se incluye el
episodio de un aspirante a una de las dos plazas de "conductor de
maquinaria de obras públicas y vehículos especiales" que ofertaba en
noviembre de 2010 la Diputación, con Baltar aún al frente.
El candidato se presentó a esa convocatoria junto a
30 opositores más, pero fue excluido: no aportaba el imprescindible permiso de
conducir de la clase C y E. Tres meses más tarde, figuraba ya en la lista de
admitidos. Baltar firmó entonces el decreto en el que "tiene en cuenta la
reclamación" del aspirante y eleva a definitivas las listas provisionales
con el opositor aceptado. Después le aprobó los primeros exámenes, aunque el
candidato seguía sin tener el carné. No lo obtuvo hasta abril de ese año, según
las pruebas aportadas a la fiscalía.
TRATOS DE FAVOR | Parentesco
Como en el caso del aspirante a conductor sin
carné, la denuncia señala que Baltar decidió con criterios personales cuáles
eran los requisitos —ajenos a los de capacidad, igualdad y mérito— para acceder
a un empleo para toda la vida en una provincia sin tejido empresarial. El
expresidente orensano convirtió la Diputación en la tercera empresa de la
provincia en número de trabajadores, tras Coren y el complejo hospitalario
dependiente de la Xunta de Galicia.
Baltar saluda a sus fieles en el
homenaje que recibió el pasado 24 de junio / NACHO GÓMEZ
La práctica del enchufismo ocupa buena parte del
dossier registrado en la Fiscalía Anticorrupción. Entre la documentación
oficial hay una lista de admitidos para opositar a cuatro plazas de portero de
la institución orensana. La convocatoria es de enero de 2006 y resultan
admitidos 132 aspirantes. En el listado aparecen anotaciones con la letra del
entonces presidente de la institución anexas a los nombres de algunos
candidatos. En ellas indica el grado de parentesco que mantienen con sus
alcaldes o concejales más fieles: cónyuges, hijos, sobrinos, yernos, nueras...
Hay 38 anotaciones en ese listado identificando
familiarmente a los aspirantes con sus personas de confianza, pero solo los
nombres de cuatro de los candidatos aparecen marcados con una cruz: los de los
cuatro que finalmente aprobaron la oposición y obtuvieron los puestos de trabajo
en la institución.
PUCHERAZO ELECTORAL | Manipulación del censo
La Fiscalía Anticorrupción posee ahora
documentación sobre la afiliación, fuera de plazo, de más de una veintena de
personas del municipio orensano de A Bola que, de esa forma, pudieron convertirse
en compromisarios en el congreso de la sucesión de Baltar padre por su hijo.
Consta en la denuncia que el 7 de enero de 2010, a última hora de la tarde, una
oficina de la entidad crediticia Caixanova del centro de la ciudad abrió sus
puertas para registrar el ingreso de 404 euros correspondientes a las cuotas de
22 compromisarios de ese municipio. La operación se realizó horas después de
que el entonces gerente del PP de Ourense rechazara realizar la inscripción
masiva aduciendo que había finalizado el plazo y que, además, las personas que
figuraban en la lista no tenían las cuotas al día.
La lista con los nombres de todos ellos y la orden
de ingreso de 24 euros por persona fue enviada a la oficina de la entidad de
crédito a partir de las 19.34. En el remite consta que se realizó desde el fax
de la Diputación. El plazo de presentación de compromisarios para poder asistir
al congreso provincial en el que se iba a elegir al sucesor de Baltar al frente
del partido había finalizado a la una de la tarde de ese mismo día.
Baltar ha dejado a cientos de militantes de su
partido, en algunos casos familias enteras, colocados en la institución que
presidía. Y a su hijo, al frente de ella, tras un polémico congreso provincial sobre el que ahora
Anticorrupción posee documentación de supuesto fraude.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo,
hizo un intento por frenar la sucesión dinástica que Baltar preparaba con su
vástago como único aspirante al congreso provincial del PP del que habría de
salir su sucesor. Feijóo le colocó enfrente a un contrincante y el exbarón se
revolvió en su feudo: comenzó a ofrecer empleos a los compromisarios. Lo
denunció en plena refriega electoral del PP el candidato de Núñez Feijóo, y el
PSOE provincial se fue a la fiscalía de Ourense con una lista, que también está
siendo investigada, de 200 nombres de supuestos compromisarios enchufados en la
Diputación. Baltar no ocultó entonces su juego sucio. Reconoció, emocionado,
que actuaba "como un padre".
Fuente: www.elpais.com



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