LA MUJER EN EL FRANQUISMO
Por Encarnación Jiménez
Lunes, 2 de abril de 2012
"¿Qué es - se pregunta la autora de este
artículo, Encarnación Jiménez- lo que dicta la Falange a las mujeres? Diferenciación
clara de papeles respecto al hombre, abnegación y renuncia; a cambio, la
seguridad de un poder fuerte sostenido a lo largo de generaciones con el temor
a la guerra". Por su lado, la Iglesia propone que la mujer sea la
salvaguarda de la familia cristiana y que el único centro de actividad social
fuera de la familia sea la parroquia, especialmente en lo relacionado con la
liturgia. Todo ello converge con las necesidades del nuevo Estado
totalitario".
El poder político de las
mujeres
PILAR PRIMO DE RIVERA, LA JEFA NACIONAL DE FALANGE
Más allá de la permanente actualidad del acceso de algunas mujeres a puestos
capitales de la política nacional e internacional, como es el caso de Margaret
Thatcher, Indira Gandhi o la exprimer ministro noruega, tiene
especial interés la participación de las mujeres en la política de un país y,
más aún, su posible carácter decisivo en el cambio de rumbo de la política en
algunas naciones o el apoyo que puede suponer a ciertos gobiernos o regímenes.
Esto es algo incontestable
en los sistemas democráticos, simplemente por el número, pero es en los
sistemas totalitarios donde es más sintomática la forma en que las mujeres
participan en el apoyo de estos regímenes y cómo consiguen estos regímenes ser
escuchados por las mujeres y hacerles aceptar unos preceptos o guías
ideológicos que no suponen sino un recorte de los derechos que, si es general a
todos los ciudadanos, adquiere acentos especiales para las mujeres.
No hace falta que vayamos muy lejos
para encontrar un terreno en el que podamos analizar estas circunstancias. En
la España franquista (que no es un caso único ni aislado) hay una política
respecto a la mujer, especialmente homogénea en los primeros años.
Está claro que los gobiernos, incluso los
impuestos, necesitan una cierta base social sobre la cual apoyarse. No me
parece aventurado señalar que esa base social no es exclusivamente masculina, y
si las mujeres pueden servir a la consolidación de un régimen totalitario, ¿qué
hace este régimen para conseguir que así sea?
Echando una
mirada sobre la forma de dirigirse a las mujeres de Mussolini, Hitler
o José Antonio no puede pasar desapercibido que los grupos o sistemas
totalitarios han tenido una preocupación especial en hablar a las mujeres como
grupo homogéneo.
La importancia que un partido como el nazi concede a las mujeres la evidencia
esta frase de Hitler: “Hay que convencer a las mujeres, los hombres
vienen solos.”
Y este convencimiento girará siempre
alrededor de una idea: “feminización”, entendida como exaltación de los
papeles que tradicionalmente cumple la mujer (domésticos) y aquellos en los que
no puede ser sustituida (maternidad). La política de “feminización” se
lleva a cabo especialmente en la España de Franco, la Italia de Mussolini
y en la época posterior a la Segunda Guerra Mundial en los países
occidentales. Política de intromisión en el mundo privado, como dándole la
vuelta a la política feminista que resalta lo que de político tiene la vida
privada.
Seria
simplificar demasiado decir que las épocas de “feminización” suelen ser
épocas de necesidad del incremento de la natalidad (Italia de Mussolini,
España de Franco) o de vuelta al hogar después de un período de acceso
al trabajo fuera de él (posguerra de los países aliados), pues, aunque esto es
así, sobre el funcionamiento de la Historia, nos ilustra tanto saber cómo lo
consiguieron que los motivos que lo impulsaron.
Yo diría que el caso del periodo de la
autarquía en la España franquista es casi paradigmático de esta situación. La
política de “feminización” encuentra los elementos más acordes para
conseguir el éxito: una economía que, por su carácter fundamentalmente
agrícola, hace que la familia como unidad económica, incluso de producción, sea
básica; una institución, la Iglesia Católica, con un gran peso, y no
solamente ideológico, en la población, que tiene una concepción clara del lugar
de cada sexo; y la posibilidad sin cortapisas por parte del Estado de organizar
la uniformidad ideológica de las mujeres.
Fijándonos
en este último aspecto, es importante conocer de qué manera articula el Estado
la política referente al lugar que deben ocupar las mujeres en la sociedad.
Además del peso de las leyes
discriminatorias, desarrolla su política alrededor de una organización que se
ha de encargar de transmitir sus directrices. Esta organización es la Sección
Femenina de Falange Española y de las JONS, que se ve
convertida en aparato del Estado franquista en 1939 como Sección Femenina
del Movimiento.
Rastrear en la historia de ios primeros
años de esta organización, que pasa de tener siete afiliadas a controlar
ideológicamente el 90 por 100 de la población femenina en España, conocer las
directrices encaminadas a conseguir que las mujeres asuman un papel de pilar
fundamental de un estado totalitario es, cuando menos, una labor apasionante.
PILAR PRIMO DE RIVERA CON EL FUHRER
Si bien la Sección
Femenina no fue el único ni, posiblemente, el fundamental medio que tuvo el
Estado para garantizar que el ideal de mujer que intentaba conseguir se
lograra, esta organización se encargó de llevar a efecto —no sin ciertas
dificultades— la encomienda del Caudillo: formar a todas las mujeres de España.
Formarlas según las consignas, coincidentes, de la Falange, la Iglesia y el
Estado del Movimiento.
¿Qué es lo que dicta la Falange a las
mujeres? Diferenciación clara de papeles respecto al hombre, abnegación y
renuncia; a cambio, la seguridad de un poder fuerte sostenido a lo largo de
generaciones con el temor a la guerra.
La Iglesia propone que la mujer sea la salvaguarda de la familia cristiana y
que el único centro de actividad social fuera de la familia sea la parroquia,
especialmente en lo relacionado con la liturgia.
Todo ello converge con las necesidades del
nuevo Estado: exaltación de la maternidad para una política natalista,
recomendación del silencio en la esfera pública en un régimen que hace callar.
Las mujeres habrán de ser las mejores representantes del abstencionismo
político propugnado por el franquismo.
En resumen, la acentuación de las
actividades tradicionales, su reducción a la familia, ha de darles la seguridad
de una vida diferenciada, a la vez que ellas aseguran el poder que lo hace
posible.
La Sección Femenina de FET
y de las JONS. Desarrollo de la organización y formación de su doctrina
No hay en la historia de la Sección
Femenina una evolución escalonada en la construcción de unas pautas
ideológicas que, en gran parte, son preexistentes a la organización porque son
las “eternas” de la religión, las enunciadas por José Antonio,
que casi se circunscriben al discurso de Don Benito de 1935 y las que se
derivan de las necesidades de la guerra y las económicas y demográficas de la
posguerra. Sin embargo, de 1933 a 1945 hay unos momentos en los que se
desarrollan especialmente algunos aspectos. Asi aparece la necesidad de la
formación religiosa más remarcada desde 1938; la exaltación del hogar a partir
de la victoria de Franco y la del espíritu falangista entre 1941 y 1944.
Desde el punto de vista numérico y de control
y prerrogativas de la Sección Femenina, hay una evolución que va desde
las siete afiliadas con las que nace la Sección Femenina y su labor de partido
al gran salto que supone la guerra con la organización de 300.000 mujeres en
1936, encuadradas en el Auxilio de Invierno, que en la primavera de 1939
alcanzan la cifra de 580.000, encuadradas la mayoría en el Auxilio Social.
A partir del verano de 1939, convertida
en aparato estatal, su principal objetivo es hacer pasar por su
organización a todas las mujeres en un afán unificador ideológico y político.
Con este fin se instaura en 1940 el Servicio Social que, según palabras de sus
mandos, hará pasar por sus filas al 90 por 100 de las mujeres españolas
entre este año y 1952.
En 1945 consigue redondear este control
con su introducción en la enseñanza mediante la obligatoriedad para las
maestras de pertenecer a la Sección Femenina, y con la introducción de
asignaturas “específicamente femeninas” en el Bachillerato, cuyo
monopolio detentaba esta organización.
A partir de esta época comenzará, en mi
particular apreciación, el declive real de la Sección Femenina.
Puesto que es difícil exponer sin
apasionamiento las características de una organización que algo ha tenido que
ver con nuestra vida y, más difícil, no mirarla con los anteojos de una
ideología que podría “ayudarnos” a resolver la interpretación con dos
frases, me ha parecido más ilustrativo dejar correr, cronológicamente, el
rosario de datos y textos que hablan por sí solos sobre lo que dice y a quién
lo dice esta organización que tan gran encomienda obtuvo del Estado y hacer
finalmente una valoración sobre lo que pudo significar esta organización en el
total de la política referente a la “cuestión femenina”.
Primera fase: 1933-1936
Dependiendo directamente del secretario
general de F. E., nace en 1933, con siete afiliadas, la Sección Femenina de
F. E. En esta etapa que se desarrolla bajo la República su tarea se
circunscribe prácticamente a la asistencia a los presos y heridos de su
partido; su incidencia en la sociedad es prácticamente nula. Pero su número va
a ir en aumento: en 1935 son 800 las militantes y en las vísperas del 18 de
julio de 1936 son 2.500 las afiliadas, organizadas en 18 secciones femeninas en
distintas provincias.
Segunda fase: La guerra
civil
La guerra es la que otorga una nueva
dimensión a su organización, pues, con el avance de las tropas rebeldes, todas
las mujeres de los territorios que van siendo ocupados pasan a ser miembros de
la Sección Femenina o a depender de las organizaciones por ellas dirigidas que
acometen tareas relacionadas con la situación bélica.
En 1936 se crea el Auxilio de Invierno, dependiente de las delegaciones
provinciales de la Sección Femenina. En octubre de este mismo año son 300.000
las mujeres encuadradas en la Sección Femenina en orden a trabajos como:
lavaderos, hospitales, comedores, recogida de niños, etc.
El Caudillo, que no prodigó las alusiones
directas al lugar de las mujeres, habla de su importancia en la guerra, que no
se basa simplemente en las tareas antes mencionadas:
“En esta hora no quiero olvidar a la admirable
mujer española que supo conducir a sus hijos hacia la lucha y la muerte, hasta
el punto de que no sé qué es más sublime en esta gesta, si el hijo que cae o la
madre heroica y sublime que lo empujó hacia la gloria” (l).
En 1937 se
celebra el Primer Consejo Nacional de la Sección Femenina en Salamanca.
De él van a salir dos resoluciones fundamentales: queda instituido el Auxilio
Social y se redactan los primeros estatutos de la organización.
Se forman tres
delegaciones:
1) Sección Femenina,
encargada de la movilización y formación de las mujeres;
2) Auxilio Social
3) Frentes y
Hospitales. Las tareas principales dictadas en una circular de enero de
este año son: atender a los que se encuentran en el frente y abrir comedores,
cuidando tener una información completa de la familia de los atendidos.
Al mismo tiempo se insta a la formación de
las afiliadas en los principios falangistas y se hacen las primeras referencias
al comportamiento de las camaradas en las iglesias (uso del misal, prohibición
de aplausos e himnos no religiosos, etc.).
1938, Segundo Consejo
Nacional en Segovia.
Pilar Primo de Rivera avanza en la concreción del lugar que ha de ocupar la
mujer en la España que Franco está conquistando. Su discurso “Fe y conducta
de las mujeres” delimita más las bases de la nueva (vieja) política.
Parroquia y familia son los lugares señalados para las mujeres, y no deben ser
olvidados por tareas que son simplemente coyunturales, derivadas del estado de
guerra.
De este mismo año es la circular por la
que se dicta el cese en sus cargos de todas las mujeres casadas que los ocupan
en la Sección Femenina.
En 1939 se sube otro peldaño, definitivo,
para llegar a la definición del papel de las mujeres en la que está a punto de
ser la “nueva España”. El discurso de la delegada nacional en el Tercer
Consejo Nacional celebrado en Zamora y la circular del 22 de febrero tienen
como eje la necesidad de la formación religiosa de las camaradas y el
cumplimiento de los actos que determine la Iglesia, destinados a la mejora en
las labores que la mujer debe realizar en toda familia cristiana.
La idea de que sus definiciones no van a ir dirigidas a la sección femenina de
un partido, sino que tienen que constituirse en la base de la única y
totalizadora organización de mujeres de España, le van a hacer remitirse a la
religión católica como ideología base. La formación religiosa es considerada la
parte fundamental en la formación de la “nueva mujer”.
De la misma manera que la Falange asume y
reivindica el papel fundamental que ha cumplido la Religión en España:
La Religión ha sido “clave de nuestra
historia y garantía de nuestra obra”. ,(Las glorias más importantes de
la historia de España van unidas siempre a las glorias de la Iglesia y nuestra
cultura y nuestra expansión siempre han tenido una orientación católica” (2) y la incorpora a su
propia actividad: “Habrá enseñanza religiosa donde esté la Falange.” En
sus discursos y escritos (3) Pilar Primo de Rivera explícita la defensa
de la Religión y la consideración de la parroquia como centro al que debe
dirigirse gran parte de la actividad social de las mujeres, así como la
necesidad de una formación religiosa profunda en las afiliadas.
La Sección
Femenina enuncia así la obediencia a los principios religiosos que han de
mostrar sus afiliadas:
1.°
“Sumisión respetuosa y amorosa a la Jerarquía de la Iglesia, cuyas direcciones
y consejos serán sagrados para ellas”
2.°
"Orientación hacia la parroquia, casa del cristiano donde Dios derrama sus
gracias con especial solicitud. ” “Orientación de las muchachas y mujeres hacia
la parroquia como casa donde todos los cristianos deben ver un Hogar”
3º
“Preocupación especial por la liturgia, oración auténtica de la Iglesia” (4).
El
objetivo ya está claro: “Lo que tenemos nosotras que hacer es preparar a
todas las camaradas para que cuando tengan una casa y cuando tengan hijos sepan
inculcarles este modo de ser de la Falange; sepan enseñarles, después del
Padrenuestro, lo que José Antonio nos enseñó a nosotras” (5).
Y las mujeres
transmitirán esa religión que avalará la causa de Franco y asegurará la
inamovilidad de unos principios que garantizan que no se romperá su imagen
diferente a la del hombre, que no “caerá del pedestal al que la subió el
Evangelio”.
Estas son las directrices y los efectivos
con los que cuenta la Sección Femenina: en la primavera de 1939 alcanzan la
cifra de 580.000 mujeres (6).
Tercera fase: La posguerra
“La plomada de
la casa y la altura de la nave son las dos verticales que hemos de imponer para
que España rija”. Este pensamiento de José Antonio inspira la política del
nuevo estado.
La familia ha de ser fortalecida como
célula base de la España franquista, la mujer ha de jugar un papel
capital en el sostenimiento de la estructura social. La política de exaltación
de la maternidad se ha de acentuar ahora, y así lo anuncia la Sección
Femenina el 30 de mayo de 1939 cuando, en Medina del Campo,
concentra a sus afiliadas en homenaje al Caudillo y al Ejército de la Victoria:
“Estamos aquí reunidas
sólo para festejar vuestra victoria y honrar a vuestros soldados. Porque la
única misión que tienen asignada las mujeres en la Patria es el Hogar” (7).
Han desaparecido las
reivindicaciones, también las organizaciones que las propugnaban. No se pide
que sea oída la voz de las mujeres. La Sección Femenina, única interlocutora
para el Estado, en nombre de todas las mujeres, ofrece sus servicios.
La importancia de
los servicios prestados por la Sección Femenina durante la guerra, y la
necesidad de una organización que controlara y fuera definiendo a la mujer
española para el régimen franquista hacen que, el 27 de julio de 1939, Franco
encomiende a la Sección Femenina de la FET la formación de las mujeres de
España.
A partir de este año la Sección
Femenina pasa de ser sección de un partido a órgano burocrático del Estado.
Todos los cambios de legislación que propone la Sección Femenina le han sido
propuestos por las jerarquías del Movimiento. La delegada nacional ocupa más un
lugar de honor que de acción o defensa de la política de la mujer.
La Sección Femenina se tiene que encargar
de la enseñanza de las mil reglas que se necesitan para conseguir que la mujer
aglutine en torno suyo a la familia:
“Hay que volver a poner
al hombre los pies sobre la tierra.
Y para la mujer la
tierra es la familia. Por eso, además de darles a las afiliadas la mística
que las eleva, tenemos que apegarlas con nuestras enseñanzas a la labor diaria,
al hijo, a la cocina, al ajuar, a la huerta, tenemos que conseguir que
encuentre allí la mujer toda su vida y el hombre todo su descanso” (8).
La mujer debe conseguir, con sus cuidados, que el hombre se aleje de los
lugares de reunión y convertirse en el “ángel del Hogar”:
“Para hacerles a los
hombres tan agradable la vida de familia que dentro de la casa encuentren todo
aquello que antes les faltaba y así no tendrán que ir a buscar a la taberna o
en el casino los ratos de expansión” (9).
No duda la Sección
Femenina del poder que puede tener la mujer dentro de la familia, tanto
desde el punto de vista económico como ideológico y político:
“Es increíble,
y eso lo sabemos todas las mujeres, la influencia y el poder de difusión de una
doctrina que puede tener una mujer dentro de casa, y al mismo tiempo lo que
significa la buena economía de cada uno de los hogares en la economía total de
la nación” (10).
Ni tampoco duda
acerca del alcance político del fortalecimiento de la familia, cuyo eje ha de
ser la mujer:
“La base
principal de los estados es la familia, y por tanto el fin natural de todas las
mujeres es el matrimonio. Por eso la Sección Femenina tiene que prepararlas
para que cuando llegue ese día para ellas, sepan decorosamente dirigir su casa
y educar a sus hijos conforme a las normas de la Falange, para que así,
transmitidas por ellas de una en otra generación, llegue hasta el fin de los
tiempos” (11).
De esta manera, señala Pilar
Primo de Rivera, “Metidas en casa habréis hecho más que todos los
discursos” (12).
En 1940 se celebra
en Madrid el Cuarto Consejo Nacional. En este Consejo se programa la
instauración del Servicio Social para asegurar sus enseñanzas.
Pilar Primo de
Rivera dirá luego, a propósito del Servicio Social:
“En esta labor,
más que una brillantez aparente nos interesa ir calando en el alma de las
nuevas generaciones, y en este sentido creo que vamos consiguiendo algo”
(13).
El Servicio Social hace que pasen por la
Sección Femenina entre 1940 y 1952 un gran número de españolas. Así lo enuncian
sus mandos en el balance de 1953 (14):
“Entre servicio
ordinario, universitario, obrero e internado se ha conseguido que el 90 por 100
de las españolas pase sin violencia por este servicio, compuesto de dos partes:
una de formación y otra de prestación a la obra benéfica del Estado (Auxilio
Social, etc.), y a la propia Sección Femenina, en especial en la 'Lucha contra
la mortalidad infantil’. "En él se les da hogar para el futuro de casi
todas ellas que es el matrimonio.”
En este mismo año se pone especial empeño
en la formación de cuadros: Divulgadoras rurales, Jefes Locales...
y comienzan a celebrarse los Cursos Nacionales y Provinciales de Jefes
de Escuela de Formación e Instructoras Elementales de Hogar y Juventudes.
Estos cursos los
realizan 5.081 maestras a lo largo de dicho año.
El objetivo
primordial sigue siendo, sin embargo, ia educación de la mujer como madre a fin
de conseguir atajar la mortalidad infantil:
“Esta
formación, que será completa, queremos dirigirla principalmente a la formación
de Ia mujer como madre. Dijo el Caudillo: ‘Salvad la vida de los niños por la
educación de las madres ... ‘España tiene prisa por doblar el número de
habitantes(15)
Iniciado el encauzamiento de la política para la mujer por la Sección
Femenina, los años siguientes 1941, 1942 y 1943 tienen como objetivos más
importantes la consolidación organizativa y la formación religiosa y
nacional-sindicalista de los mandos que se precisan para tan ingente tarea.
Sólo en 1940 se habían preparado 25.000 mandos. En 1942 queda configurada la
compleja organización de la Sección Femenina del Movimiento.
Son
años en los que, sin olvidar el sentido que da la Falange a la actitud de las
mujeres: abnegación y pasar desapercibidas, calladas, hay una gran exaltación
falangista y aun euforia pro-hitleriana, manifestada en la asistencia al congreso
de las Secciones Femeninas en la Alemania de Hitler.
La formación de cuadros medios en las
escuelas de instructoras, delegaciones provinciales, etcétera, posibilitaron un
mayor acercamiento a la doctrina de la Falange. Doctrina cuyo “verdadero espíritu”
era simbólicamente salvaguardado por la jefe de la Sección Femenina,
hermana del fundador.
José Antonio había
dado algunas claves en su discurso en Don Benito en 1935 sobre las mujeres,
acerca de la acentuación de los “valores femeninos”:
“El verdadero feminismo
no debiera consistir en querer para las mujeres las funciones que hoy se
estiman superiores, sino en rodear cada vez de mayor dignidad humana y social a
las funciones femeninas ” (16).
Claves no exentas
de tópicos:
“Las mujeres siempre se
mueven por razones amorosas y la Falange es una forma de amor (17).
Estas guías son
desarrolladas por las dirigentes de la Sección Femenina, especialmente por la
delegada nacional, Pilar Primo de Rivera.
En torno a la
abnegación, dice: “Es sin duda nuestro movimiento el que en cierto aspecto
esencial asume mejor un sentido femenino de la existencia. En su espíritu de
abnegación, abnegación que significa (...) renuncia a las satisfacciones
sensuales en homenaje a un orden superior. ”
Y al silencio: “Todos los días debíamos
dar gracias a Dios por habernos privado a la mayoría de las mujeres del don de
la palabra, porque si lo tuviéramos quién sabe si caeríamos en la vanidad de
exhibirlo en las plazas” (18).
Esta actitud de humildad que se pretende en la
mujer no está reñida con la confianza en la efectividad de la transmisión de
las partes fundamentales de la ideología falangista por medio de las mujeres a
través del hogar. Ello se pone de relieve en los siguientes textos:
“Y este espíritu y esta fe que nos han
dado tenemos que conservarlos precisamente las mujeres, porque los que lo
sabían, los que lo entendieron, han muerto casi todos; pero como nosotras no
morimos, nosotras estamos obligadas a hacer conocer a España entera este modo
de ser de la Falange, estamos obligadas a hacer llegar nuestras consignas a
nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, para que España sea, desde
ahora y siempre, nacional-sindicalista” (19).
“Por vosotras
sabrán del Caudillo y de la guerra, de la revolución y de los muertos”(20).
"... nosotras que ya hemos llevado al camino del Paraíso la vida de
nuestros mejores, queremos un paraíso erecto, implacable; un Paraíso donde no
se descanse nunca y que tenga junto a las jambas de las puertas ángeles con espadas”
(21).
En 1945 se puede decir que se cierra el ciclo
de formación y consolidación de la Sección Femenina como organización con unos
objetivos definidos y una ideología que transmitir.
Es un año en el que las condiciones internacionales han cambiado gracias a la
victoria aliada, el cerco internacional es un hecho. La organización, mirando
hacia el interior, tiende al afianzamiento en las labores asistenciales y la
extensión de su influencia en nuevos sectores.
Se elabora el Plan de formación de la mujer española para todos los niveles:
afiliadas, cumplidoras del Servicio Social y cuadros altos y medios.
Las prerrogativas de la
Sección Femenina se ven notablemente incrementadas con el control en la
enseñanza, a partir de la instauración de la obligatoriedad de las maestras de
pertenecer a la organización. Del mismo modo las escolares pasan a depender de
las Juventudes de la Sección Femenina y todas las estudiantes de Bachillerato
se ven obligadas al estudio de las asignaturas de Hogar.
De la
introducción en los distintos niveles de la enseñanza, que se logró no sin
cierta oposición, nos habla el balance de 1953 presentado al Caudillo. Si las
cifras son significativas, lo más trascendental es el control, que consiguió
tener, de las maestras y con ellas de una gran parte de la enseñanza primaria
(22).
En los años
inmediatamente siguientes, dentro, pues, de lo que se denomina período de la
Autarquía, hay que resaltar Ja política de implantación e influencia en zonas
rurales con la puesta en marcha de la Cátedra de la Sección Femenina en 1948 y
la escuela de Orientación Rural en 1950, así como otras tareas
sanitario-sociales (23).
A finales de los
cincuenta, en 1958, comienza ya la reforma de algunos artículos de régimen
matrimonial y laboral que no concuerdan con la situación socioeconómica que se
quiere conseguir. La mujer que se precisará, desde el punto de vista económico,
en los sesenta hace variar algunas de las formas legales en 1961 y limar los
aspectos más integristas del modelo de la Autarquía. La labor de la Sección
Femenina irá perdiendo importancia y su papel irá siendo más marginal, hasta la
exención de la obligatoriedad del Servicio Social tras la muerte de Franco y el
consiguiente desmantela-miento de la Sección Femenina.
Alcance de la obra de la
Sección Femenina. El carácter contradictorio de esta organización de mujeres.
Hemos ido viendo someramente el desarrollo de esta organización desde el punto
de vista doctrinal y organizativo, y lo primero que se desprende es que a la
Sección Femenina le vienen dadas las directrices e incluso su propia y
vertiginosa ampliación es producto de una política en cierto modo ajena a su
propio desarrollo.
¿Qué supone, pues, para la Sección Femenina
como organización, para sus miembros, ser vocero de unas consignas ya
elaboradas en otras instancias?
La
negación de una política autónoma. Aunque no es solamente su dependencia de
otros organismos y la remisión a principios ya elaborados lo que niega la
especificidad de su política, sino la contradicción que supone la transmisión
de un ideal de mujer, el de esposa y madre, marcado por la Religión y recogido
y elevado por el Movimiento, que las mujeres de la Sección Femenina niegan en
sí mismas. Mujeres solteras, con criterios políticos, pueden ser, a veces, la
salida de aquellas que se niegan a cumplir la norma de esposa (que sin embargo
difunden), o puede ser el reducto de las “viudas de guerra” como
ejemplifica su Jefe, guardiana del pensamiento del hermano muerto.
En realidad, se puede decir que nunca fue
una organización atractiva para las mujeres. Por una parte, suponía la
obligatoriedad de unos servicios (Servicio Social) que irán perdiendo todo
sentido práctico; por otra, la imagen de las afiliadas no era el espejo donde
debían mirarse las mujeres españolas: la soltería, contrapunto del ideal
maternal propugnado por el franquismo.
La Sección
Femenina se verá siempre en la situación de propugnar aquello que parece
contradecir su misma existencia, lo que niega con su práctica política.
Es una
organización que nada entre dos aguas: la de imitar el modelo nazi o fascista,
ser una organización de mujeres políticas, y la de depender de lo que dicte la
Iglesia sobre el modelo de mujer que las excluye o las sitúa como mártires al
servicio de la idea que difunden.
El primer modelo no lo pueden asumir de una forma completa porque falta el
elemento jefe que no puede identificarse con el caudillo, más cercano a la
amenaza del poder militar que al “atractivo” del jefe fascista, de cuya
falta, en cierto sentido, se duelen, como se expresa en el siguiente texto a
propósito de las características de los movimientos fascistas coetáneos:
“Estos
movimientos totalitarios radican, como vosotras sabéis bien, en un jefe, en el
hombre que descubre la doctrina y que enciende la nueva fe y se la transmite a
un pueblo que, esencialmente y sobre todo, cree en ese hombre que le
guía".
Prueba palpable de esta teoría del jefe la
tenéis vosotras con Hitler y las italianas con Mussolini, en cuyas
humanidades se encierran los genios más portentosos de la historia moderna.
"...y sin
embargo, España que, en el momento más preciso y prematuramente, pierde al
Jefe, sigue viviendo su doctrina, interpretada por aquellos que directamente la
oyeron de él, o por estos otros que la entienden totalmente. Esto demuestra que
si la doctrina es fuerte y es verdadera, aun en las peores condiciones, puede
redimir a un pueblo, apoyándose siempre, como es natural, en la memoria del
jefe que le dio vida. Esto sirve también para despejar la incógnita que
plantean muchos de nuestros enemigos de qué pasará si faltan los jefes".
"Claro que en España hemos tenido
la suerte de encontrar un Caudillo que, haciendo suyas las normas de la
Falange, las ha constituido en bases del nuevo estado y que, además, tiene en
su haber como concepto importante la guerra de liberación por la unidad de la
Patria"
El nacional-sindicalismo no suponía
para las mujeres españolas lo que había supuesto el nazismo y el fascismo para
las alemanas e italianas.
NOTAS:
(2) “Misión y
organización de la Sección Femenina de FET y JONS". Madrid, 1942. Pág. 16.
(3) “Plan de
Formación”. Sección Femenina de FET v JONS. Madrid, 1945.
(4) “Plan de
Formación ”, pág. 16.
(5) Palabras de
Pilar Primo de Rivera en “Escritos, discursos y circulares ”, página 23.
(6) Según el libro
anteriormente citado, “Misión y organización.. ”, los efectivos de la Sección
Femenina estaban constituidos por: enfermeras movilizadas: 80.000; movilizadas
en lavaderos: 1.140; en talleres: 20.000; descanso del soldado: 1ÜO; Hermandad
de la Ciudad y el Campo: 2.500; oficinas de Estado y partido: 1.250;
movilizadas en Auxilio Social: 300.000; total: 580.000.
(8) “Escritos...”
pág. 28.
(9) Op. cit., pág.
61.
(16) Palabras de José
Antonio en Don Benito en 1935. Citadas en “Escritos...” pág. 99.
(17) Palabras de José
Antonio, citadas en “Escritos...” pág. 30.
(18) “Escritos...” pág.
38.
(19) Op. cit., pág. 20.
(20) Idem, pág. 45.
(21) “Escritos...” pág.
107.
(23) Entre estas tareas
hay que señalar las campañas de vacunación, la asistencia a enfermos y
necesitados en ropa, medicamentos, etc. La Cátedra llevó a cabo enseñanzas de
hogar, política, folklore, industrias rurales, religión, etc.
Fuente: http://canarias-semanal.com/




No hay comentarios:
Publicar un comentario