"Utilizan
un discurso radical para cosechar votos y después postergan cualquier cambio
estructural"
Martes, 3 de febrero de 2015
Según confesó esta misma semana el
sociólogo norteamericano James Petras a la emisora uruguaya Radio
Centenario, está tratando de seguir muy de cerca y con mucha cautela lo que
día a día está sucediendo en Grecia, país al que por razones
genealégicas se encuentra unido.
"Las declaraciones de Alexis
Tsipras - dice Petras - son por un lado muy conciliadoras, en
el sentido que aceptan la deuda, aceptan la necesidad de pagarla, sólo buscan
una moratoria, una postergación en los pagos actuales, para poder canalizar
dinero a estimular la economía".
Según Petras
en Grecia existe una tendencia por parte de los políticos de "izquierdas",
incluso por parte de aquellos que se autoconsideran radicales consistente
en que "dan señales por la izquierda y toman virajes a la derecha.
Es decir, utilizan un discurso radical para cosechar votos y después, cuando
llegan al poder, postergan cualquier cambio estructural..
"Recuerdo que Papandréu prometió abandonar la OTAN,
prometió cerrar las bases militares, prometió salir de la UE;
pero al final de cuentas simplemente aceptó mayores préstamos de la UE y
cobrar más renta por las bases militares. Todo quedó igual, sólo
aumentó los salarios, el número de empleo y los gastos sociales. Finalmente,
empecé a ver que la ideología, la retórica, no se correspondía a la
práctica".
En opinión de Petras existen claros "paralelismos entre
Syriza y el Partido Socialista Griego de los ’80, y temo que algo
similar pueda pasar ahora. Recuerdo que cuando fui a hablar con el Primer
Ministro, entré por la puerta izquierda y cuando salí, por la puerta derecha
entraba el embajador norteamericano. Y la secretaria me dijo: ‘Petras, no
pienses que estás influyendo, porque utiliza sus críticas a la derecha para
justificar su apoyo a las políticas norteamericanas".
"Entonces, - concluye Petras - el doble discurso
y la demagogia populista es algo que tiene antecedentes en Grecia. No digo que Tsipras
sea igual que el viejo Papandréu, pero creo que debemos andar con
cautela. Muchos que no conocen la historia y la cultura política griega se han
subido al tren de Syriza, diciendo que van a hacer muchos cambios
sociales. Pero tenemos que suspender el juicio y esperar y presionar para que
cumplan por lo menos parcialmente el programa, porque las necesidades en Grecia
son enormes. Creo que una traición al pueblo, al electorado, va a costarle a Syriza,
va a costarle a Grecia mucho más de lo que le costó en los años ’80,
cuando yo estuve allá".
Fuente: www.canarias-semanal.org.
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