Jueves, 29 de enero de 2015
Por supuesto que es sorprendente que en el primer gobierno de Grecia no
haya ninguna mujer entre el grupo de Ministros. Estoy seguro de que hay
bastantes miles que tienen una competencia no inferior a la de los ministros
que fueron elegidos. Pero eso no es lo que más me preocupa, como no me
preocuparía nada que todos los miembros del gobierno hubieran sido mujeres.
La estética nos obliga a pensar que “tiene” que haber un 40 % de mujeres
/varones en todo organismo público para que no quepa el reproche de su
selección sexualmente discriminada. Pero después de lo dicho debo añadir que a
mí, contrariamente a lo que le pasa a mucha gente, que haya más o menos mujeres
no me preocupa; a mi lo que me preocupa es “qué clase de personas -varones o
mujeres - hay en el gobierno” Y si no, reflexione sobre esta foto que le
ofrezco.
Rajoy, con paternal posición, apoya sus manos sobre los hombros de “su”
Secretaria General del Partido - ya sabe, la de los pagos presuntamente
corruptos y en diferido al Sr. Bárcenas - y en “su” Vicepresidente - ya sabe,
la autora y `principal protagonista de la ley de Protección y Ocultación de la
Corrupción a la que ella se empeña en denominar cínicamente ley de
Transparencia.
Son las dos columnas de ese Hércules que nos promete un más allá infinito
de pérdida de protección de los derechos más fundamentales que quepa concebir.
Del atropello del derecho a la vida es responsable otra de las mujeres
presentes, la Srª Mato, que aunque distraída con los “Jaguar” que encontraba en
su garaje, entre fiesta y fiesta “globera” organizada por los implicados en la
Gürtel no le impedía centrarse en desmantelar la asistencia a los dependientes;
en acabar con las medicinas pre-pagadas con nuestros impuestos; en aumentar las
listas de espera crecientemente insoportables; en engañarnos prometiendo que
daría fin al asesinato sistemático de los enfermos de hepatitis C - pronto
cumplirá un año de su promesa - porque todos tendrían la atención debida al
margen de su coste cuando los muertos son dos /día, según dicen.
La cuarta mujer de la pandilla es esa “sexagenaria” que abronca a los
guardias, les tira la moto con su coche, huye delante de ellos y termina su
faena reprochándoles que están abusando de ella por razón de edad, de sexo y de
notoriedad ¡y al final hasta le da la razón un juez varón! Es la misma que
seleccionó para nombrar a sus más íntimos colaboradores a los principales
autores de todas las corrupciones de la Gürtel de las que tiene la desfachatez
de decir que fue ella quien la destapó y no quien la encubrió.
Desmerece en la foto el Sr. Gallardón, ciertamente no falto de méritos por
reducir nuestro derecho a la justicia. Su lugar lo hubiera cumplido muy
honrosamente la Ministra Fátima, ésa que tiene en nómina a la virgen del Rocío
cuya incompetencia para crear puestos de trabajo es equivalente a la suya.
Dicho lo cual no hay ninguna razón que explique por qué no hay ninguna
Ministra en Grecia
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