Reflexiones
a propósito de la expulsión de Antonio Miguel Carmona de un desahucio
Lunes, 2 de febrero de 2015
Antonio Miguel
Carmona es, como posiblemente ya sepan muchos de nuestros
lectores, uno de esos tertulianos que la Sexta noche nos exhibe, sábado tras
sábado, en un programa de debate en el que los que lo integran están de acuerdo
en lo esencial, aunque polemizan furibundamente sobre lo accesorio.
Por ADAY
QUESADA / CORRESPONSAL DE CANARIAS SEMANAL EN MADRID. - Antonio Miguel Carmona es,
como posiblemente ya sepan muchos de nuestros lectores, uno de esos tertulianos
que la Sexta noche nos exhibe, sábado tras sábado, en un programa de
debate en el que los que lo integran están de acuerdo en lo esencial, aunque
polemizan furibundamente sobre lo accesorio.
La Sexta TV, así como también la Cuarta,
pasarán posiblemente a la historia de esta devastadora crisis que nos
atormenta, como uno de los mágicos trampolines promocionales de políticos de
refresco, que el Régimen del 78 estaba demandando desesperadamente.
La línea programática
de ambos canales ha estado encuadrada, sin duda, dentro de los parámetros
ideológicos del PSOE. Pero el tsunami de la crisis y el
progresivo agotamiento del sistema bipartidista de la Monarquía,
terminaron dañando seriamente la imagen de los dos partidos que
encargados de gestionar el aparato gubernamental del Estado durante más de
treinta años.
Con la tromba de
escándalos y corruptelas que cayeron sobre todas las instituciones y
poderes del Estado, partidos políticos y sindicatos, las cosas ya no podían
seguir siendo presentadas como lo habían sido hasta ahora. La sociedad
necesitaba válvulas de escape a través de las cuales pudiera liberarse la ira y
la repulsa acumulada ante el espectáculo bochornoso que ofrecían aquellos
a los que se les había encomendado la custodia de la moral y los bienes
públicos.
El régimen heredero de la
dictadura requería de nuevas caras, discursos frescos y renovados,
personajes "alternativos" y "rebeldes" que
pudieran reconducir la indignación popular y ayudaran a cambiar algunas
cosillas para que en el fondo no cambiara nada. Se la puesta en marcha de
un movimiento o partido que fuertemente jerarquizado pero con apariencia de
horizontalidad sustituyeran a un PSOE decrépito e inservible para
el cometido que se le había otorgado.
La espontaneidad del 15M
podía haber resultado peligrosa. No tuvo nunca una o varias cabezas con la que
poder "negociar", interlocutores controlables. Empezaron a detectarse
igualmente síntomas de descontrol, de brotes radicales. ¿Qué podría haber
sucedido si esas masas sin una dirección responsable llegaran a desmandarse?
Era necesaria otra cosa, algo "institucionalizadle",
más controlable. Ya lo dijo Esperanza Aguirre: "¡Hay que hacer
entrar en las instituciones a esos jacobinos revolucionarios!"
Los programas de la Sexta
y la Cuatro han jugado mediáticamente a las mil maravillas el papel de
institucionalizadores de la rebeldía. Sus tertulianos
debaten agriamente, a cara de perro, sobre cuestiones de carácter
secundario, pero pasando siempre tangencialmente por lo esencial.
Es decir, podemos machacar a Montoro, poner a parir a Felipe González
por sus inconfesables compromisos con el mundo de los negocios, triturar
a Rajoy, hacer trizas a los juguetes rotos de este
régimen político, pero no me toque usted al sistema capitalista, no me lo
desenmascare, no me mueva ni una ficha del sacrosanto sistema que genera los
males sobre los que luego discutiremos vehementemente en nuestras
enconadas tertulias.
La cuestión es
que han sido estas farsas televisivas las que han construido y dado a conocer a
millones de españoles a unos cuantos ídolos de barro como Antonio
Miguel Carmona y Pablo Iglesias. Cada uno con su papel, desde luego.
Cada uno con su función, pero todos ellos dentro de lo sistémicamente
tolerable. Pero aunque a muchos les resulte difícil de creer, estos guiñoles
han sido montados en los talleres del sistema. Y eso ha ocurrido
independientemente de que los títeres sean conscientes o no
del papel que les permiten desempeñar.
EL DURO PATINAZO DE CARMONA
Con esta
previa promoción televisiva detrás, y metidos ya en plena campaña electoral,
el aspirante a primer edil de la capital del estado, Antonio Miguel Carmona,
se presentó en la mañana de este lunes a un desahucio que iba a tener lugar en
Carabanchel. Para impresionar a los medios, Carmona apareció
pertrechado con un ejército de asesores jurídicos, dispuesto a comerse el mundo
o, por lo menos, a llevarse al redil unos cuantos votos.
Pero lo que no le podía pasar por la cabeza Antonio Miguel era que a estas alturas de la película, este tipo de "gestos" presuntamente "solidarios" ya no impactan a casi nadie. La respuesta de los que se habían concentrado para solidarizarse realmente con la familia desahuciada, no pudo ser más contundente como puede verse en el vídeo. Antonio Miguel Carmona fue recibido con gritos de "¡oportunista!”, "PSOE -PP la misma mierda es" y estruendosos abucheos de desaprobación. Carmona tuvo que salir del lugar con los pies en polvorosa y el rabo cruzado entre las piernas.
Pero lo que no le podía pasar por la cabeza Antonio Miguel era que a estas alturas de la película, este tipo de "gestos" presuntamente "solidarios" ya no impactan a casi nadie. La respuesta de los que se habían concentrado para solidarizarse realmente con la familia desahuciada, no pudo ser más contundente como puede verse en el vídeo. Antonio Miguel Carmona fue recibido con gritos de "¡oportunista!”, "PSOE -PP la misma mierda es" y estruendosos abucheos de desaprobación. Carmona tuvo que salir del lugar con los pies en polvorosa y el rabo cruzado entre las piernas.
El desahuciado, a quien Carmona quiso
hurtarle en beneficio propio los efectos mediáticos de su dramático
protagonismo, es Fernando, que ahora mismo cuenta con 29 años. Desde
hace más de 10 vive, con su hija, en Carabanchel en un
piso que le proporcionó la Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS).
Pero hace unos
meses, nuestra versión castiza de Margaret Thatcher, Ana Botella,
vendió 1.860 viviendas en alquiler que pertenecían a la Empresa
Municipal de la Vivienda a un fondo buitre con el nombre de "Magic
Real Estate Blackstone". Con esta operación especulativa la casa
de Fernando pasó a ser propiedad de este inescrupuloso grupo
inmobiliario.
Alrededor
de 50 vecinos, integrantes de la Plataforma de Afectados por la
Hipoteca (PAH) y de la Asociación de vecinos de las viviendas sociales de
la EMVS en Carabanchel, se solidarizaron con Fernando desplazándose
hasta la vivienda de este, para intentar paralizar el desahucio.
Afortunadamente, este objetivo fue logrado después de que el inquilino pactara
con la empresa un alquiler de €532 y el pago fraccionado de una deuda de
€1500. Fernando había permanecido en paro desde enero hasta julio
del 2013, hecho que le había imposibilitado para pagar la deuda acumulada.
Fuente: www.canarias-semnal.org
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