EXCLUSIVA | Las negociaciones secretas del TISA
Un documento del TISA (Acuerdo sobre el Comercio de Servicios que
negocian confidencialmente la UE, EEUU y otros países) impulsa el trasvase de
la financiación sanitaria estatal a empresas médicas de otro país
Propone que los
"consumidores" (pacientes) puedan acudir a centros privados de otros
países con el derecho a pedir que les reembolsen, al menos, parte de los
tratamientos
"Este sector ha jugado un papel
muy menor en el comercio internacional de servicios", dice el memorando
que le atribuye un "enorme potencial por desarrollar"
04/02/2015 - 08:19h
Portada
del documento confidencial de las negociaciones del TISA al que ha tenido
acceso eldiario.es
El Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA, por sus
siglas en inglés) que negocian secretamente la Unión Europea, EEUU y otros
países como Australia, Nueva Zelanda, Japón, México o Pakistán, ya tiene sobre
la mesa algunas concreciones sobre cómo potenciar una visión comercial de los
servicios sanitarios. Un gran mercado de millones de personas que puede
alimentar a las corporaciones sanitarias.
Un documento de propuestas –sin firmar– al que ha tenido acceso eldiario.es
en el buzón de filtraciones Filltra.la–compartido
con los medios Diagonal, La Marea y Mongolia– dibuja un escenario en el que los
pacientes-clientes, viajan para ser tratados a otros países con, al menos,
parte de los gastos sufragados por los sistemas nacionales de salud o las aseguradoras
de origen.
La idea es que "los consumidores (pacientes)",
como los describe este memorando, se muevan de un país a otro y se lleven
consigo una parte de la financiación del sistema sanitario (público o privado).
Así, este comercio sanitario internacional, trasvasaría la financiación de un
país a las empresas médicas de otro.
El operativo, a grandes rasgos, implicaría, en primer lugar,
una autorización previa por parte de los sanitarios del país de origen. Para
obtener esa luz verde podría alegarse como razón "una larga espera o la
falta de capacidad para una patología específica". Pero también bastaría
como una simple "preferencia personal del paciente", apunta el
escrito.
El enfermo recibiría el tratamiento en el extranjero y luego
tendría el derecho a pedir el "reembolso de los gastos hasta el coste del
tratamiento en el país de origen". Los países de acogida deberían
"hacerse responsables de cualquier cuidado necesario después del
tratamiento".
Es decir, lo que se propone es que haya facilidad para que
un paciente se marche a otro país a buscar médico. Las grandes empresas de
sanidad privada podrán competir para captar estas personas, ya que los gastos
de tratarlos en el extranjero los abonará el país de origen. Así, un
conglomerado como el que el año pasado se formó en España con la fusión de IDCSalud
y el Grupo Quirón podría extender su mercado exponencialmente. Con sus 40
hospitales, 24.000 empleados y casi 5.000 camas es el tercer grupo más grande
de Europa.
Los redactores de la propuesta admiten que el mayor reto
será "minimizar los efectos negativos y maximizar los positivos de
comerciar con servicios sanitarios". Eso sí, sin entrar en detalles ni en
uno ni en otro sentido.
Las empresas toman posiciones
En España, desde hace meses, las empresas del sector están
tomando posiciones. Esta dinámica está dando como resultado una concentración
de corporaciones de sanidad privada al tiempo que fondos internacionales de
inversión controlan estas empresas.
IDCSalud no sólo se hizo con el 61% de Quirón (se barajó la
cifra de 1.500 millones de euros) sino que también adquirió
a finales de 2014 el grupo de sanidad de lujo Ruber por unos 240. IDCSalud
está regida por el fondo CVC. También el año pasado, el Grupo Vithas (que
pertenece al 80% al fondo Goodgrower y al 20% a La Caixa) adquirió los
hospitales Xanit Health por unos 70 millones. Xanit pertenecía a la sociedad de
capital riesgo Dinamia y al fondo N+1 Equity Fund II. Vithas estaba ya
extendido por Madrid, Alicante, Almería, Granada, Vigo, Vitoria y las Islas
Canarias. Xanit se desenvuelve en la Costa del Sol: Málaga, Fuengirola,
Benalmádena y Marbella.
Otra fusión de 2014 fue la de Hospitales Madrid con el grupo
gallego Modelo en una operación de expansión de unos 50 millones de euros. En
julio de ese año, la norteamericana Centene compró la mitad de Ribera Salud a
Bankia por 60 millones de euros.
Los recortes, oportunidad de negocio
El texto presentado para obtener respuestas en la ronda de
negociaciones del TiSA el próximo septiembre asegura que la sanidad es un
sector en el que la "ventaja comparativa" entre países puede
observarse claramente. "Estudios comparativos muestran que hay enormes
diferencias entre estados", analiza la propuesta. En su reflexión expone
que a pesar de estas diferencias "este sector ha jugado un papel muy menor
en el comercio internacional de servicios", así que existe un "enorme
potencial por desarrollar en los servicios de salud". Y sentencia:
"El comercio puede crear oportunidades no sólo para la parte del negocio
sino también para la población que sufre recortes", aliviando, por ejemplo,
las listas de espera.
La profesora de Derecho de la Universidad de Auckland (Nueva
Zelanda), Jane Kelsey, una analista crítica con el TTIP y el TiSA, explica que
el concepto desarrollado en el documento está basado en dos ideas: los Estados
afrontan "recortes de presupuesto y personal en sanidad" lo que se
traduce en "listas de espera que pueden acortarse enviando pacientes al
extranjero" y algunos países "ofrecen ventajas por sus precios y
menores barreras regulatorias [legales]."
Segun su visión, esta propuesta "saca dinero del
sistema nacional de salud, cuyo bajo nivel de inversión es citado como uno de
los argumentos para el tratamiento en el extranjero, y perpetúa este
problema". También, dice, da "una justificación para rebajar la
inversión en sanidad al tiempo que los impuestos que se destinarían al sistema
sanitario son transferidos al sistema privado de otro Estado".
Fuente: www.eldiario.es
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