"Los hombres cayeron como una masa
amorfa, unos encima de otros"
Lunes, 9 de febrero de 2015
El joven sindicalista de la Federación Obrera, Ismael
Chirino, no sabía bien porque los llevaban destino a Artenara por la carretera
vieja de Juncalillo. Atisbaba lo que podía -escribe Francisco González Tejera -
desde el camión junto a los demás presos (...).
Por FRANCISCO GONZÁLEZ TEJERA (*) /
CANARIAS-SEMANAL.ORG.- El joven sindicalista de la Federación
Obrera, Ismael Chirino, no sabía bien porque los llevaban destino a
Artenara por la carretera vieja de Juncalillo. El joven moganero atisbaba lo
que podía desde el camión junto a los demás presos, como se dirigían a esa zona
despoblada, alejada de toda civilización. Era insólito que el camino no
fuera hacia los pozos de Arucas y Tenoya, a la Mar fea o a la temible
Sima de Jinámar, los lugares habituales donde las “Brigadas del
amanecer” llevaban a los republicanos para asesinarlos y desaparecerlos
para siempre.
El viejo cacharro con ruedas avanzaba subiendo
y echando humo, atravesando el pequeño pueblo de la cumbre, desviándose
directamente hacia el pinar de Tamadaba por una carretera de tierra con muchos
baches. “¿Dónde nos llevarán?”- dijo Elías Trejo en muy bajita
voz. Ismael solo lo miró con los ojos llenos de lÁgrimas. qquel destino era
inexplicable, pero los doce hombres sabían que se acercaba el momento de la
muerte.
"La tierra era dura por momentos, aunque no era
difícil violar aquella arcilla virgen que olía a tristeza. Así estuvieron
como tres horas, sabiendo que lo que cavaban era su propia tumba"
Un olor a pinocha inundaba el ambiente, el
cielo despejado, se veía aquella luna llena tardía aunque fuera de día, el
calor de aquel agosto del 37 agudizaba las heridas de la tortura en Los Giles,
los golpes del verdugo tenoyero con la pinga de buey, las patadas y puñetazos
de los falangistas en tres noches interminables, sin dormir, sin agua, sin
comida, solo tortura sin preguntas, el dañar por dañar, simplemente para hacer
sufrir a unos hombres por pensar diferente.
Las cadenas y las sogas de pitera apretaban
mucho las muñecas, casi no podían moverse, los tres hermanos de Piso Firme
estaban semiinconscientes, las heridas y la paulatina pérdida de sangre los
conducía hacia una oscuridad sin retorno. Fermín Cabrera, el
carpintero de Galdar, rezaba en baja voz, se escuchaban los padrenuestros, los
Ave María, una especie de rosario repetido, monótono, siniestro, cuando entre
el pinar el frenazo los golpeó unos contra otros. delante se escuchó el acento
inglés de Leacock, hablaba con Eufemiano sobre la necesidad de
cavar la fosa cerca del Roque Faneque.
Al momento se escucharon muchos gritos,
voces despectivas, insultos, haciéndolos bajar a golpes, se vieron como
animales heridos en medio de aquel bosque inundado de belleza, gamonas, jaras,
jarones, el canto de los pinzones y un aíre frío que venía de los acantilados
del fin del mundo, desde donde se veía la isla de Tenerife, el sagrado valle de
Agaete. Los hicieron caminar por aquel sendero, rodeados de requetés,
guardias civiles y los niños de papá de las brigadas eufóricos, conduciendo
aquel rebaño de hombres destruidos.
Ismael conocía la zona, había
estado muchas veces, recordaba aquellos años cuando trabajaba en los hornos de
brea, le era familiar el entorno, la energía que brotaba de aquellos parajes vírgenes,
solo habitados por los antiguos canarios, aquel pueblo bereber que supo
desnudar el latido de la tierra.
Llegaron a un lugar indeterminado, entre los
pinos se veía el majestuoso roque sagrado de Faneque, el mar de nubes comenzaba
a subir desde el mar, los guirres volaban sobre los pinos como intuyendo que
algo terrible iba a suceder. Los requetés soltaron a los reos, cortaron
las sogas, aflojaron las cadenas, mientras los apuntaban con los máuser y las
pistolas de aquellos personajes con tricornio. Sacaron varios sachos y
picos y los obligaron a cavar. La tierra era dura por momentos, aunque no
era difícil violar aquella arcilla virgen que olía a tristeza, así estuvieron
como tres horas, sabiendo que lo que cavaban era su propia tumba.
Llenos de tierra, sudados, con la sangre
mezclada con el polvo de Tamadaba, las manos rotas, los hicieron arrodillarse a
latigazos y patadas, los niños ricos se encargaron del tiro en la nuca, uno a
uno, como una especie de ritual, entre burlas y bromas, como hacían en las
prácticas de tiro del club inglés de Bandama.
"Ismael Chirino estaba todavía vivo, herido de
muerte, la bala solo le rozó la sien, la tierra le caía encima mientas veía las
caras de sus asesinos. Se tragó el barro mezclado con sangre, no tardó en
asfixiarse"
Los hombres cayeron como piedras de acero, una
masa amorfa, unos encima de otros, como abrazados. Ismael Chirino
estaba todavía vivo, herido de muerte, la bala solo le rozó la sien, la tierra
le caía encima mientas veía las caras de sus asesinos, aquel sabor de los días
de trabajo en Inagua, la tierra que tanto amaba, se tragó el barro mezclado con
sangre, no tardó en asfixiarse, fue rápido, los falangistas y guardias civiles
se apresuraron en tapar del todo la fosa, echaron pinocha por encima como
tratando de ocultar, de confundir a las primeras estrellas que asomaban en el
infinito, ya se hacía de noche y el silencio inundaba la magia del pinar, a lo
lejos se percibían la luces de la isla vecina, la niebla que mojaba las copas
de aquellos árboles centenarios.
Todos los uniformados y los ricos paisanos
subieron hasta la Cueva del Zapatero, hacía frio, allí pararon un rato para
tomarse cinco botellas de ron de caña, un poco de queso majorero, pan
bizcochado, gofio amasado con agua, antes de subirse a los coches, al
desvencijado camión de los tomateros del británico terrateniente del sur de la
isla, el ruidoso guineo de un motor desajustado, solo algún comentario de
Eufemiano, el resto callaban, incluso los guardias civiles, en un silencio que
los llevó de vuelta a la capital, a la capitanía de la calle Triana, con las
manos manchadas de sangre.
(*) Francisco González Tejera es
colaborador habitual en distintos medios de comunicación, como Canarias
Semanal, Tercera Información, Diario Octubre, Periodismo Alternativo, Unidad y
Resistencia o Blogueros y Corresponsales de la Revolución. Analista
político y económico en Russia Today TV. Implicado en la lucha por la
ecología, la memoria histórica, la cultura popular y la consecución de un mundo
mejor.
Fuente: www.canarias-semanal.org
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