Artículos de Opinión | José Luis Corrales | 09-03-2013
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Estamos viviendo
uno de los mayores retrocesos en los derechos laborales. Reforma laboral,
recortes sociales, privatización de servicios públicos, rescate a la banca,
tasas judiciales, futura reforma de ley de bases de régimen local, recortes del
gasto público en educación, sanidad, vivienda y servicios sociales nos sitúan a
la clase trabajadora en un panorama con seis millones de tasa de desempleo y
ejecuciones contínuas de desahucios que abocan a los y las trabajadoras a una
indefensión personal que se traducen en el aumento de enfermedades mentales y
suicidios.
Un sistema
capitalista y patriarcal que nos empobrece a la clase trabajadora y se ensaña
especialmente en las mujeres. Mayor tasa de desempleo que los hombres, menor
salario a igual trabajo, mayor precariedad y trabajos a media jornada, mayor
carga en las responsabilidades familiares y de atención a menores y mayores,
menor participación social, sindical y militante, menor presencia de mujeres en
cargos de gestión, que no son fruto de la causalidad y del determinismo.
Según la EPA
hay prácticamente el mismo número de hombres que de mujeres en edad laboral,
más del 25 % de la población activa está en paro, pero la tasa de desempleo es
superior en mujeres, alcanzando el 26,7 %. Los contratos a tiempo parcial son
aceptados por mujeres, en su mayoría.
Son las
mujeres quienes trabajan en los sectores de servicios que más se han visto
atacados por la crisis, hostelería, limpieza, sanidad, educación, servicios
sociales y por tanto mayor afectadas por su salida del mercado laboral.
Constituyen el 80% en los servicios públicos, que se ven afectados por ERE.s y
procesos de privatización.
En caso de
continuar trabajando, el salario anual-tipo de la trabajadora sólo llega al 76%
del salario tipo del trabajador. Las trabajadoras cobran por hora un 16,2%
menos que los trabajadores, de media, según informe emitido por la UE.
Con la
última Reforma Laboral se elimina la calificación legal de la ausencia de
discriminación por género en el trabajo como “garantía”, la posibilidad del
disfrute indistinto y conjunto del permiso de lactancia en supuestos en los que
padre y madre trabajen, dificultando notablemente la aplicación del principio
de corresponsabilidad en la crianza de los hijos e hijas y le aplica la
estricción de la posibilidad de reducción de jornada por cargas familiares a la
jornada diaria, abocando a las personas que tienen dichas cargas en muchas
ocasiones al abandono del empleo por perder de esta manera casi cualquier
posibilidad de conciliar su vida laboral y familiar.
En el ámbito
familiar las mujeres dedicamos un 33 % más de tiempo a las actividades
domésticas respecto al resto de miembros de la unidad de convivencia. Y en el
ámbito sindical tenemos una menor afiliación porcentual, y nuestra vida activa
para la asunción de cargos está directamente vinculada a la edad fértil y a las
responsabilidades de atención sociosanitaria de familiares. Pérdida de empleo,
falta de capacidad económica para cubrir las necesidades básicas de alimento,
educación y vivencia unida a una falta de red de apoyo social y familiar
desemboca directamente en procesos de exclusión social en la que las mujeres
somos más vulnerables.
Visto así,
el panorama que tenemos las mujeres trabajadoras no es precisamente el deseable
para nadie. La lucha por la igualdad es cuestión de toda la clase trabajadora y
se hace extensible a todas las facetas vitales, trabajo, sindicalismo, unidad
de convivencia, participación social. Denunciar nuestra situación para
cambiarla, incorporar las reivindicaciones laborales con perspectiva de género
en nuestra ruta sindical, adaptar nuestro funcionamiento sindical a las
necesidades de compañeras y compañeros, corresponsabilizarnos para luchar
contra la desigualdad y por el reparto de la riqueza y el trabajo es el
objetivo de la CNT.
*José Luis
Corrales
- Secretaría de Acción Social
- Secretariado Permanente del Comité Confederal CNT-AIT
- prensa@cnt.es / 618 450 411
- C/Historiador Domínguez Ortíz, 7 local. Córdoba
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