La maestra republicana Elvira Varela, a
punto de cumplir 87 años, se reencuentra con siete alumnos en un homenaje
organizado por la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica
17.03.2013 |
03:24 
Elvira, en el centro, con una fotografía de la época en la que daba clases,
y, a su alrededor, siete de sus alumnos. / la opinión 
Elvira
Valera recuerda que se refugió con sus padres y su hermano en San Roque de
Afuera cuando estalló la Guerra Civil. Su madre era profesora y, al igual que
su marido, fue encarcelada y expulsada de su trabajo por sus ideas
republicanas. No obstante, continuó ejerciendo de maestra en San Roque, donde
montó una pequeña escuela con su hija. Elvira fue sorprendida este mes por la
Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica, que le rindió homenaje
reuniendo a siete de los niños a los que dio clases. Ahora, son abuelos
TANIA SUÁREZ
A CORUÑA Elvira Varela cumplirá 87 años a finales de este mes. Y asegura que
este año no lo olvidará. La Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica la
nombró "republicana de honor" y, para celebrarlo, la sorprendió el
pasado 9 de marzo reuniendo a siete de sus antiguos alumnos en el atrio de la
iglesia de San Pedro de Visma. "A algunos no los veía desde que salieron
de la escuela y ahora ya tienen nietos. Fue una gran sorpresa, aún lo pienso
ahora y no salgo del shock. A algunos no los reconocí, pero cuando me dijeron
sus nombres, enseguida me di cuenta de quiénes eran", cuenta la mujer, al
tiempo que recuerda que su madre, que era maestra, y su padre, que era profesor
en la escuela de náutica, fueron encarcelados durante la Guerra Civil.
"Vivíamos
en Rubine, pero en el 37 nos fuimos a San Roque de Afuera, que por aquel
entonces era donde se criaban los cerdos, una aldea inmunda, porque la
situación no se solucionaba", cuenta. Varela insiste en que la maestra era
su madre, Elvira Bao, que ejerció en el Hospital de Oza hasta que fue
encarcelada por ser republicana. Elvira Bao también ejerció de presidenta de la
Asociación de Mujeres Republicanas junto con Amparo López Jean, destacada
militante del Partido Galeguista.
Su hija se
enorgullece cuando relata que su padre renunció a que el decano de los
catedráticos de instituto, que era su amigo, le consiguiese una matrícula
gratuita cuando residían en San Roque de Afuera y apenas tenían recursos
económicos. "A mis padres los echaron de sus trabajos y mi madre, por
aquel entonces, era considerada una indeseable. El decano le dijo a mi padre
que procuraría que mi madre no apareciese en los papeles de mis estudios.
Además, había que firmar un certificado de adhesión al régimen. Mi padre le
contestó que no iba a mandar a su hija a ningún sitio donde tuviese que negar a
su madre", rememora Elvira, quien cuenta que tras la muerte de su padre,
su madre comenzó a dar clases particulares en casa. Ella, le ayudaba. Primero,
comenzaron enseñando a familiares, pero pronto la escuela fue a más y llegaron
a juntarse con más de 60 alumnos. "Estuve diez años dando clases",
afirma Elvira, que se muestra "muy feliz" de haberse encontrado este
año con siete de los estudiantes a los que instruyó en la vivienda de San Roque
de Afuera.
      Fuente: www.laopinioncoruna.es

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