LA ESPERANZA ANTICAPITALISTA EN EUROPA SE LLAMA SYRIZA
Escrito por Yorgos
Mitralias
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Martes, 05 de Junio de 2012
03:24
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Espantapájaros
para los de arriba, la esperanza para los de abajo, SYRIZA ha hecho una
entrada estrepitosa en el panorama político de esta Europa en crisis
profunda. Tras haber cuadruplicado su fuerza electoral el 6 de mayo, SYRIZA
ambiciona ahora no solamente convertirse en el primer partido de Grecia en
las elecciones del 17 de junio, sino sobre todo, poder formar un gobierno de
izquierdas que contenga las medidas de austeridad, repudie la deuda y elimine
a la troika del país. No es pues una sorpresa que SYRIZA cause gran curiosidad
en Grecia y que prácticamente todo el mundo se pregunte sobre su origen y
naturaleza, sus objetivos y sus ambiciones.
No obstante, SYRIZA no es exactamente un recién llegado en la
izquierda europea. Nacida en el año 2004, la Coalición de la Izquierda
Radical (SYRIZA) tendría que haber llamado la atención de los politólogos y
los medios europeos aunque solo fuera porque desde sus comienzos era una
formación política totalmente inédita y original en el paisaje de la de
izquierda griega, europea e incluso mundial. Primero por su composición:
formada por la alianza de Synaspismo (coalición), un partido reformista de
izquierdas con un vago origen de extrema izquierda que abarca casi todo el
espectro del trostkismo, del ex maoísmo y del "movimientismo". La
Coalición de la izquierda radical constituía, ya desde su nacimiento, una
excepción a la regla que que quería (y sigue queriendo) que los partidos más
o menos tradicionales de la izquierda, de la socialdemocracia, no fueran
nunca organizaciones de extrema izquierda.
Pero la originalidad de SYRIZA no se detiene en eso. Siendo
concebida como una alianza, sobre todo coyuntural y electoral (fue fundada
justo antes de las elecciones de 2004), SYRIZA ha resistido al tiempo y ha
sobrevivido a los altibajos, a sus éxitos y sobre todo a sus crisis y a sus
fracasos, para convertirse en un ejemplo clamoroso de una sensibilidad que la
izquierda radical internacional debería siempre tener en cuenta: la
cohabitación de diferentes sensibilidades, corrientes e incluso
organizaciones en una misma formación política de la izquierda radical. Ocho
años después del nacimiento de SYRIZA la lección se graba ahora en las
retinas: sí, esta cohabitación no es solamente posible sino que además es
fructuosa y también garante a la larga de grandes éxitos.
Si nos preguntamos cómo esta decena de componentes tan
heteróclitos han podido, primero encontrarse y después ponerse de acuerdo
para llevar a cabo una tan larga y original cohabitación, la pregunta es
pertinente, y merece una respuesta detallada y profunda. No, el milagro de
SYRIZA no ha caído del cielo, ni es fruto de la casualidad; ha sido madurado
durante bastante tiempo y, sobre todo, ha germinado en las mejores
condiciones posibles: en los movimientos sociales y altermundistas de estos
últimos años.
Se podría decir que todo comenzó hace quince años cuando en 1997
se constituye la rama griega del movimiento de las Marchas europeas contra el
paro. Esto no fue solo un primer paso hacia lo que luego se llamó el
Movimiento altermundista del Forum Social. Especialmente en Grecia las
Marchas europeas habían tenido una función tal vez más importante, ya que se
consiguieron ciertas cosas que eran hasta entonces absolutamente impensables:
unificar la izquierda en la acción. Es así como, gracias a las Marchas
europeas, se ha visto que unos sindicatos, unos movimientos sociales, unos
partidos y unas organizaciones de la izquierda griega (KKE incluido, al menos
durante un cierto tiemo) que no se habían unido jamás e, incluso, que se
ignoraban los unos a los otros, se unían para participar en un movimiento
europeo, totalmente inédito, al lado de sindicatos, movimientos sociales y de
corrientes políticas de otros países, hasta entonces totalmente desconocidos
en Grecia.
No se trata pues de suerte, sino de un primer golpe al
sectarismo visceral que ha caracterizado siempre a la izquierda griega, dando
lugar incluso a algunas escenas conmovedoras de encuentros, próximas al
psicodrama, entre los militantes que hasta entonces no se conocían y súbitamente
descubren que "el otro" no era tan diferente a ellos mismos. Estaba
claro que la mayonesa espesaba más cuanto más salían los militantes griegos
del país y descubrían, en carne y hueso, una realidad militante europea cuya
existencia ni siquiera sospechaban.
Fuerte desde este primer acercamiento en la acción, se fue
haciendo más sólida gracias al movimiento social que surge de un género
nuevo. Así la mayoría de los diversos componentes políticos de las Marchas
europeas griegas participaron desde 1999 en una segunda experiencia original
que les invita a profundizar sobre la necesidad de unidad. Surgió el «espacio
del diálogo y de la acción común» que profundizó sobre la necesidad del
debate político y programático y preparó las conciencias para la próxima
experiencia unitaria y de movilización, el Forum Social, que había marcado
profundamente la evolución de la izquierda griega.
El enorme éxito popular del «Forum Social» ayudó a la
construcción de la Coalición de la Izquierda Radical que se crea de manera espontánea
y con entusiamo en 2003-2004. Los militantes que se habían podido conocer en
las luchas, millares de los cuales habían viajado juntos por Amsterdam
(1997), Colonia (1999), Niza (2000) , Génova (2001), Florencia (2002),
París (2003) etc, tuvieron tiempo para desarrollar entre ellos unos
proyectos, no solamente políticos , sino también humanos , antes de
fundar la Coalición de la Izquierda Radical. Una coalición que iba, cuanto
menos, a contracorriente de lo que estaba ocurriendo en el resto de Europa,
donde una alianza de esta índole, entre un partido reformista de izquierdas
con grupos de extrema izquierda era, simplemente, impensable.
No obstante, después de su nacimiento exitoso, su continuación
estuvo lejos de ser siempre feliz y tuvo varios reestructuraciones, e incluso
estuvo a punto de interrumpirse. Evidentemente ha habido varias crisis de
confianza entre el tronco de SYRIZA, constituido por Synaspismos, y sus
compañeros de extrema izquierda, lo cual es lógico. Pero el tiempo pasa. La
homogeneización de SYRIZA ha tenido como efecto que las crisis –como los
debates- no solamente traspasaron prácticamente a toda la coalición y a cada
uno de sus componentes, sino que se manifestaron sobre todo desde el interior
del mismo Synaspismos quien hizo bramar el enfrentamiento de sus tendencias
en recomposición permanente.
Finalmente, SYRIZA ha encontrado una cierta paz interna
solamente después de la salida en el año 2010 del ala socialdemócrata de
Synaspismos (lo que origina el nacimiento de la Izquierda Democrática) y el
alejamiento de su ex presidente Alekos Alavanos que después de haber
"introducido" a su discípulo Alexis Tsipras se convierte en su
enemigo jurado. En adelante la línea política de la Coalición estará más
clara (y más a la izquierda) mientras que su joven líder Alexis Tsipras
instalaba su autoridad y acumulaba los primeros éxitos que le darían a una
SYRIZA cada vez más radicalizada la credibilidad necesaria para poder
aprovechar las circunstancias excepcionales creadas por la crisis de la
deuda. SYRIZA estaba en ese momento preparada para asumir el rol de la
formación política que podría encarnar la mejor de las esperanzas y las
expectativas de la sociedad griega que se rebela contra las políticas de
austeridad, la troika, los partidos burgueses y el sistema capitalista en sí
mismo.
La lección que se saca de esta historia casi ejemplar es
evidente: después de todo se trata de un éxito que solo los sectarios
impenitentes (a Dios gracias en Grecia hay muchos) podrían nagar. No obstante
la historia de SYRIZA está lejos de terminar pues las cosas serias solo
acaban de comenzar. En suma, el balance actual no puede ser más que
provisional. Y ay de aquel que no espere de SYRIZA más que la traición para
poder luego decir «esto se veía venir». No, a pesar de que este balance es
aún provisional, puesto que el proceso no está terminado, se debe tener en
cuenta los tiempos (duros) que corren y que no se puede permitir el lujo la
izquierda radical europea de no aprovechar las experiencias, los éxitos y los
fracasos de los otros.
Una formación política con un programa caracterizado
permanentemente por un desenfoque, la Coalición de la Izquierda Radical se
balancea casi siempre entre el reformismo de la izquierda y un
anticapitalismo consecuente. Por otro lado, ella quizás ha sacado sus fuerzas
de esta eterna oscilación. Por lo tanto, hay que aclarar que lo que ha podido
funcionar, sobre todo positivamente, en estos periodos "normales"
podría convertirse en un handicap si no en un boomerang en periodos de crisis
agudas y de momentos de exacerbación en los enfrentamientos de clases. En
términos más simples: SYRIZA, que acaba de conquistar magistralmente su
apertura, se encuentra en pocas semanas transformada de un pequeño partido
minoritario en una izquierda griega , ya minoritaria, en un partido dominante
con pretensiones gubernamentales. Y esto no pasa en cualquier país ni
cualquier periodo histórico, sino que pasa en esta Grecia
"laboratorio" y conejillo de indias para esta Europa de la austeridad
en crisis de nervios.
El cambio del ascenso es tan abrupto que puede dar vértigo.
Producido en un tiempo récord el espantapájaros de los grandes y la esperanza
de los pequeños, de los "sin voz" en Grecia e incluso en toda
Europa, SYRIZA está llamada ahora a asumir la labor gigantesca y francamente
histórica para la que no estaba preparada ni politícamente ni
organizativamente. Entonces, ¿qué hacer? Es muy simple: ¡ayudar a SYRIZA! Por
todos los medios, y no dejarla, tanto en Grecia como en Europa. En términos
sencillos, hacer lo contrario de lo que hacen los que no combinan sus
críticas a SYRIZA con la solidaridad e incluso el apoyo a SYRIZA, cara al
enemigo común. Un apoyo tal vez crítico, pero apoyo al fin y al cabo. Y no
mañana, sino hoy, porque las amenazas tácticas de los otros, el combate que
amenaza actualmente a SYRIZA es de hecho nuestro combate, el combate de todos
nosotros; y si nos abstenemos, va a suponer que no asistimos a las personas
en peligro; ¡a poblaciones y países enteros en peligro!
Tradución de Carmen García Flores
Fuente: http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/
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miércoles, 6 de junio de 2012
"NO PASARAN"
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