viernes, 31 de enero de 2014

LA IRRESPONSABILIDAD DE LA IZQUIERDA

José Antonio Gómez Hernández | Autor del libro 'Al Fondo a la Izquierda'
nuevatribuna.es | 30 Enero 2014 - 14:07 h.
Desde un punto de vista político, el mapa ideológico de cualquier país está dividido en dos partes: la izquierda y la derecha. El centro es una invención artificial que no aplica y que es consecuencia del apoliticismo del pueblo que se generó en el franquismo. Este apoliticismo es peligroso para los intereses del propio pueblo puesto que hay un importante número de ciudadanos que varían su voto en función de muchas variables. Así es el mapa político español, así es la realidad política española, donde quienes son los que deben defender los derechos y los intereses de los ciudadanos ante los intereses de las élites se encuentran con una falta alarmante de espíritu político de defensa de los intereses de clase pasan olímpicamente de la política y tienen una alarmante deficiencia analítica ante lo que unas opciones u otras les ofrecen.
La derecha es un bloque monolítico y quienes tienen un pensamiento conservador se unen bajo unas únicas siglas, bajo las alas de la gaviota. El partido que representa a conservadores, ultraconservadores, liberales y los últimos retazos de la nostalgia franquista tiene un nicho electoral fiel, un nicho electoral que se cifra en una pinza que va desde los 8,5 a los 11 millones de votantes. Eso lo tienen casi garantizado. Si a esta cantidad se unen aquellos que aceptan y acatan los engaños electorales está claro que disponen de una gran posibilidad de hacerse con el poder.
La izquierda es diferente. Siempre está dividida, siempre está en luchas internas basadas en diferencias ideológicas de matiz. Socialistas, comunistas, populistas, internacionalistas, anarquistas, socialdemócratas andan siempre a la greña y son más encarnizados los combates ideológicos entre los propios partidos de izquierda que sus ataques a la derecha. A esto se ha unido el escoramiento a la socialdemocracia del Partido Socialista y su abandono de las políticas socialistas. Hay desunión, hay división en la izquierda. Ya perdimos una guerra por esta falta de unión, mientras que en el otro lado se mueven por un único fin. Mientras en el lado de la derecha se unieron firmemente en torno a la religión, los privilegios y la figura de Franco, en la izquierda se produjeron incluso guerras civiles dentro del bando republicano con purgas de partidos como el POUM o la desarticulación de los anarquistas por el deseo de imponer una visión del izquierdismo sobre los demás.
En los tiempos actuales, con los cambios que se están produciendo en la sociedad y en la política, la izquierda española está volviendo a esa actitud irresponsable de desunión frente a la derecha. El sometimiento por parte de la derecha y de las élites que la soportan a los ciudadanos a una economía de especulación salvaje que les está llevando a la pérdida de derechos que deberían ser inalienables se está produciendo gracias a la desunión de los partidos y movimientos de izquierda. El Partido Popular, heredero de los valores del franquismo, está imponiendo un régimen político que se aleja mucho de lo que es una verdadera democracia al imponer su mayoría absoluta de un modo dictatorial. Se están imponiendo a los españoles medidas, reformas y leyes que están acercando peligrosamente a este país a un régimen dictatorial. Ante esto la izquierda no está haciendo prácticamente nada, salvo declaraciones o poner recursos ante los tribunales. Sin embargo, ni se les ha pasado por la cabeza algo con lo que tendrían la fuerza suficiente para minar tanto en España como en el extranjero las medidas del gobierno ultraconservador y su forma de gobernar antidemocrática: la unión efectiva de todas las fuerzas de izquierda.
Es evidente que hay muchas diferencias ideológicas, sobre todo después del abandono del socialismo en favor de la socialdemocracia por parte del Partido Socialista. Sin embargo, en otro momento de la historia de España en la que hubo necesidad de unión por parte de los partidos de la oposición y con unas diferencias ideológicas mucho más marcadas se logró esa unión con la creación del POD, donde se negoció un programa por el cual se marcó el camino hacia la democracia.
La pérdida del socialismo como camino ideológico por parte del PSOE desde que ganara las elecciones de 1982 ha hecho mucho daño a la izquierda y a las personas progresistas. Somos muchos los que no nos consideramos comunistas pero que vemos que nuestro rango ideológico se va alejando cada día más del propio PSOE. A finales del año 2013 se hizo una Conferencia Política donde se afirmó que el partido había vuelto de donde no se debía haber ido (esto último lo añado yo). Las políticas del último gobierno de Rodríguez Zapatero con la llegada de la crisis y su entrega a los dictados de la Troika echó a mucha gente del entorno socialista y los dejó huérfanos ya que nunca votarían a IU. Esto les llevó a abstenerse propiciando la mayoría absoluta del PP. A esto se unió el no reconocimiento de la importancia del 15M y su impacto en las urnas. Por otro lado, desde partidos del entorno comunista se etiquetó la expresión de “verdadera izquierda”, cosa que a mí me revuelve. En otro estadio se encuentran aquellos que estando en el grupo poblacional que es más sensible a votar a la izquierda se entregó a las mentiras del PP dándoles su voto de un modo irresponsable.
Por otro lado, la pérdida de penetración en la población de los partidos tradicionales está haciendo que aparezcan movimientos como el liderado por Pablo Iglesias o el Partido X que lo único que hacen es disgregar aún más el peso del voto de la izquierda. Es decir, más separación, menos peso. No soy crítico con la aparición de nuevos partidos o de nuevas formas de entender la política y, mucho menos, de la aparición de caras jóvenes que tienen una mentalidad mucho más cercana a la realidad del siglo XXI que los políticos que llevan desde la Transición en los órganos de poder. Lo que critico es la oportunidad. Estos nuevos movimientos lo que harán será dar más poder a la derecha. Alguien me podrá decir que también en el PP cuecen habas con la presentación de VOX, ese nuevo partido de corte ultra que golpeará al electorado más cercano al fascismo que es votante del partido de Mariano Rajoy. Sin embargo, eso es una minoría que no afectará en las ratios de votantes genoveses.
Esa actitud suicida de los partidos de izquierda del enfrentamiento cainita es el principio de la derrota ante la unidad de la derecha. Los años de gobierno de Mariano Rajoy están siendo el toque de atención a los ciudadanos incautos que votaron al PP por el embaucamiento del programa falso. Los años de gobierno de Mariano Rajoy son la muestra de cómo la derecha interpreta la democracia cuando tienen mayoría absoluta, es decir, la negación de la propia democracia con el fusilamiento del Estado de Bienestar. Ante esta trituradora de derechos la izquierda se ha metido en una estrategia de inacción provocada precisamente por su desunión y por la no búsqueda de un camino común de lucha contra las políticas neoliberales y ultraderechistas del Partido Popular.
Ahora es el momento de la unión. Ahora es el momento de que los dos partidos principales de la izquierda, PSOE e IU, junto con los movimientos sociales, se sienten a negociar un camino común para enfrentarse a los ultraconservadores genoveses. Quedan apenas dos años para las próximas Elecciones Generales. Aún estamos a tiempo porque la unión de ambos partidos ha demostrado que da resultados positivos para los ciudadanos, tal y como vemos en Andalucía. Los ciudadanos tenemos muchas necesidades, tenemos que recuperar nuestros derechos, pero necesitamos a nuestros políticos progresistas que encabecen esa reconquista de lo que el Partido Popular nos quiere robar. ¿Qué problema hay en que se presentaran juntos a las elecciones tanto autonómicas como a las generales el PSOE e IU? Hay tiempo, vuelvo a repetir. Sólo es cuestión de que se sienten a negociar. Juntos somos más fuertes. Separados le hacemos el caldo al PP.
Terminaré este artículo con unos versos de Raimón que, pasados más de 40 años, son actuales:
T’adones, company
No volen arguments,
Usen la força,
T’adones, amic
Tádones, company
Que hem de sortir al carrer
Junts, molts, com més millor,
Si no volem perdre-ho tot.







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