María Dolores Amorós | Catedrática de Lengua Española
nuevatribuna.es
| 15 Diciembre 2013 - 18:58 h.
El jueves 11
de diciembre de 2013 la noticia de que Catalunya anunciaba la fecha
para la consulta acerca de su autodeterminación saltó a la palestra con una
mayoría de informaciones escandalizadas ante tal atrevimiento.
También
mostró su total oposición el principal partido que no oposita
esperando su turno en el poder. Así se va consolidando el bipartismo que frena
cualquier progreso democrático e intensifica el rechazo hacia los partidos
políticos que se acusan intensamente en la ciudadanía.
Rajoy niega
contundentemente que vaya a haber tal consulta, afirmando que es anticonstitucional y
que va contra los intereses de España. Y es que el presidente Mariano Rajoy es
un imbécil.
En realidad
todo el PP ha reaccionado con agresividad contra la
mencionada consulta catalana. UPyD tan cercano en tantas cosas al
Partido Popular se manifiesta abiertamente antagónico a tal
"desfachatez", y semejante se muestra Ciutadans hasta el
punto de aliarse con Esperanza Aguirre contra el "plebiscito
secesionista".
Lo
indecente, totalmente indecente es que Rajoy y el Gobierno que preside, para
procurar invalidar el legítimo derecho de la ciudadanía catalana en su derecho
y deseo de siempre de ser independientes, se amparen en la defensa de
la Constitución Española de 1978 cuando en dos años que llevan mandando,
nunca gobernando, han vulnerado al completo el Título Primero de la misma con
una compulsiva adicción a los Decretos Ley. De igual manera que se han pasado
por el forro la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Mucho se ha
escrito sobre las esquilmaciones que este Gobierno lleva realizando
contra el pueblo español, la Reforma Laboral (con un
millón y medio más de gente sin trabajo así como la devaluación de los
salarios hasta límites inaceptables), los recortes en Sanidad y
Educación públicas, el abandono de los Dependientes,
el tajo a las Pensiones, las Viviendas que
los bancos nos roban con ayuda del PP, y antes del anterior partido que ocupaba
el poder.
La corrupción,
inmensa, que no deja de aletear sobre el PP y sus personajes más relevantes. La
famosa trama Gürtel acabo con la carrera judicial en este país
de Baltasar Garzón. Se sigue indagando judicialmente en asuntos
turbios, aunque hay actuaciones de demasiados jueces y Fiscal
anticorrupción que resultan increíbles en un país moderno, civilizado
y presuntamente democrático. La conformación del CGPJ deja mucho que
desear en su necesaria independencia.
Últimamente
están saliendo, gracias a la prensa libre e indómita con el poder, unos correos
muy sabrosos y esclarecedores de contenidos excesivamente turbios
entre Miguel Blesa, expresidente ad hoc de Caja Madrid, con su mentor
político, José María Aznar y con el actual ministro de
Economía, Luis de Guindos. Se 'desmonta' la trastienda de FAES
- subvencionada con gran parte de dinero público- como habilitador de
demasiadas "cuitas" en asuntos nada claros del Partido Popular.
El
juez Elpidio José Silva, tras el análisis de los entresijos de
Miguel Blesa, envió a este a la cárcel. Una noche durmió allí. De inmediato fue
excarcelado y ahora es el juez el que se encuentra contra las cuerdas (como
antes sucedió con Garzón).
De estos
temas, al margen de tantas páginas ocupadas, podríamos seguir hablando y
escribiendo horas. La indignación por parte de la gente de bien iría in
crescendo...
El
anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana acaba por cercenar
todos los derechos de los ciudadanos a manifestar pacíficamente el malestar y
rechazo ante medidas totalmente injustas. Y se obrará por vía administrativa,
ni tan siquiera judicial, con unas multas desproporcionadas por completo contra
lo que el poder considera "inadmisible". La calle va estar en
"estado de sitio" desde el momento en que esta barbaridad sea
aprobada. Un regreso a la "Ley de vagos y maleantes" contestada
por tantos, entre quienes destaca JpD.
Si la burla
no era suficiente, otra gota más de cáliz de sangre es la Ley de
Seguridad Privada, mediante la cual los vigilantes privados podrán
perseguir, cachear, detener a cualquier ciudadano en cualquier espacio libre.
Todavía más "estado de sitio" en las calles públicas. El PP con su
mayoría absoluta ha sido apoyado por los partidos nacionalista PNV y CiU en el
Congreso para sacar adelante esta nueva aberración que ha sido duramente
criticada por distintos sectores
políticos, judiciales y policiales. La ciudadanía de bien
sigue contestando públicamente tal abuso contra el derecho amparado
en el art. 21 de la Constitución vigente.
Con todo lo
más arriba explicitado claro que quiero ser INDEPENDIENTE, y
considero justo que la decencia de un pueblo que no desea ser súbdito de un
personaje como Rajoy.
Conocemos
los diversos problemas económicos que arrastra CiU, y que el anuncio del
plebiscito es la maniobra de escape ante los ojos del pueblo. Poco o
ningún respeto se ha ganado CiU, fiel a su programa económico ultraliberal (lo
mismo que el PP). Pero no es la propuesta de CiU lo que el pueblo catalán ansía
votar, sino algo arraigado en su propia idiosincrasia como país.
El catalán
es un pueblo con una cultura mucho más avanzada que en el resto de España. La
diferencia se veía más nítidamente en los años del sangriento Franco. Lo que
estaba vetado aquí podía gozarse en Catalunya. Allí se podía gozar de los
avances europeos vetados en la España detenida en el tiempo. El progreso, la
libertad estaban a un paso, en los mismos Pirineos, en la raya que nos separa
de Francia. Era el escape de tantos y tantos intelectuales que no solo podían
disfrutar del cine, teatro, novelas, poesía... aquí prohibidas, sino que a la
vez podía respirarse la libertad de hallarse fuera de la opresión franquista.
Cataluña
mantuvo con orgullo sus costumbres y su lengua. Lengua cercenada en otras zonas
geográficas de España por imposición del castellano (lo mismo sucedió con el
gallego y el euskera), era allí mantenida y cultivada por todas las clases
sociales y vehículo de expresión en todos los trabajos.
En Valencia,
su habla -el valenciano (que no es más que la manera de hablar catalán en la
zona geográficamente situada justo debajo- se vio erradicada por el
ordeno y mando del fascista Franco en sus delirios de unificación centralista y
españolista. Las órdenes del dictador fueron dócilmente asumidas por un pueblo
"meninfotista", mientras que en otros lugares, Catalunya y
Euskalerría, con habilidad sutil mantuvieron sus raíces autóctonas.
Si yo fuera
Rajoy convocaría de inmediato y sin miedo alguno el plebiscito de
autodeterminación. De tal manera que la transparencia y las ansias de la
sociedad civil se manifestaran con la más absoluta de las libertades. Y nada
pasaría. Pero un Gobierno represor al que le repele incluso la palabra
DEMOCRACIA nada de esto va a hacer ni se le espera que lo haga.
Imponen con
imperativo categórico la "indisolubilidad" de España. Ni tan siquiera
manejan el imperativo hipotético. Solo "orden y mando" con total desprecio
e ignorancia de la propia historia de España. ¿No resulta paradójico que la
antigua secesión de uno de los territorios -El Sacro Imperio Romano Germánico-
del Reino de España sea en la actualidad el que mueve los hilos de este triste
país?
Por todo
ello y por mucho más YO TAMBIÉN QUIERO SER INDEPENDIENTE.
Fuente: www.nuevatribuna.es
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