viernes, 27 de diciembre de 2013

SIGUE LA ‘FUGA’ DE FIRMAS EN ‘EL PAÍS’: TRAS ENRIC GONZÁLEZ, SANTOS JULIÁ, MARUJA TORRES… AHORA ELVIRA LINDO

ELPLURAL.COM | 26/12/2013

Elvira Lindo se despide hoy de los lectores de El País en su columna de la contraportada titulada precisamente ‘La última’. Subraya que se va “por voluntad propia” aunque, eso sí, añade que si viviera su padre nunca lo habría entendido. “Me habría dicho, ¿dejarlo, con la que está cayendo?
Se suma de esta manera a la fuga de firmas emblemáticas del diario de Prisa. En octubre de 2012 Enric González abandonaba el periódico después de haber vivido varios enfrentamientos con la dirección del periódico, pasando incluso por un episodio de censura. “No quiero ponerme en lo peor, pero cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños”, intentó escribir en 2009 en su columna diaria de la penúltima página pero, la dirección, escandalizada por esta crítica a Juan Luis Cebrián, censuró la frase de marras. Le dejaron sin columna y, finalmente, fue premiado con una corresponsalía en Jerusalén. El periodista aprovechó un ERE y dejó el periódico. Volvió a escribir artículos de opinión, pero en El Mundo.
El historiador Santos Juliá también se fue poco después tras sufrir presiones por parte del jefe de Opinión para eliminar una referencia precisamente a Enric González de un artículo en el que hablaba de desigualdad social. “Se me hizo una sugerencia respecto al texto y yo cometí el error de aceptarla”, reconoció al Comité de Redacción del periódico. En concreto refirió a los “baños de oro, como diría Enric González, en la que han alegremente chapoteado los causantes de esta crisis”.
Pero la espantada más sonora la ha protagonizado Maruja Torres, que se despidió por Twitter evidenciando su guerra con Cebrián. “El director de El País me ha echado de Opinión y yo me he ido de El País. Tantos años… Pero es un alivio”, escribió en su cuenta el pasado mes de mayo. En su última columna, Ignominia, cargó contra los aupados “a la cresta del capitalismo caníbal” y los “ejecutivos de las grandes empresas [...] que se blindan los sueldos y las pensiones y los bonos…”, en una clara referencia a Cebrián. Dejó el periódico después de 32 años. Allí ha cubierto guerras, ha hecho reportajes y ha firmado columnas como las que se incluían en las series Hogueras de agosto y Perdonen que no me levante.
Los Pobres
Torres se destacó como una de las más críticas con la gestión de Cebrián, especialmente a raíz del ERE que realizado en El País. “A mí se me encoge el corazón cuando pienso en esos ejecutivos que vuelan en ‘business’ o en primera —algunos, incluso, en el pavoroso aislamiento de su jet privado, propio o de alquiler—, y que no pueden hacer otra cosa”,
escribía en octubre de 2012, en una columna titulada Los Pobres.
Capitalismo caníbal
Su última columna, publicada hoy, no se quedaba atrás. En ella se preguntaba “quién alimenta a quién”, si el canalla al necio o viceversa. “O si el canalla, al saberse aupado por sus pares a la cresta del capitalismo caníbal, ha perdido toda compostura”. “Pisoteando nuestros cráneos y sin importarles la vergüenza ajena que sus dislates provocan”, continúa Torres, “así es como los ejecutivos de las grandes empresas y de los grandes bancos se blindan los sueldos y las pensiones y los bonos…”.



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