Creado por Ángel Escarpa Sanz.
Para Lía.
Un día de
éstos, me escapo a la montaña y te escribo el más hermoso y devastador poema de
amor.
Cualquier
día de éstos, ahora que ya no me pueden despedir, aún me acerco a la fábrica
donde trabajé cinco años -si es que aún no la han cerrado-, me subo a un torno
y les leo a los compañeros un panfleto contra la explotación capitalista.
Cualquier
día de éstos, me hago un rápel en la catedral y me descuelgo con una hermosa
bandera colorá desplegada sobre su fachada y un hermoso cartel de todo dios
visible:
¡POR SI AL
OBISPO NO LE GUSTA LA BANDERA TRICOLOR, AQUÍ TIENE UNA ROJA CON EL MARTILLO Y
LA HOZ!
Un día de
éstos, asalto las elevadas almenas de tus ojos y tomo posesión del baluarte de
tu cuerpo.
Un día de
éstos, voy y me salto los altos tapiales de tus hombros y nos escapamos los dos
a un planeta donde no exista el TUYO ni el MÍO ni se conjugue el verbo
EXPOLIAR.
Cualquier
día de éstos, me abro una cuenta en el banco de tu cuerpo y me declaro su
cliente exclusivo.
Cualquier
día de éstos, extiendo un pañuelo sobre la acera de la calle Triana y me pongo
a pedir:
¡PAN,
TRABAJO Y LIBERTAD!
Cualquier
día de estos, armo una barricada con todos mis libros en mi calle y proclamo la
dictadura de la INTELIGENCIA.
Un día de
éstos, le declaro la guerra a la guerra y después, en cualquier plaza liberada,
te rindo todas las armas conquistadas al enemigo.
Un día de
éstos, me planto en la plaza del pueblo y le exijo a la ciudadanía más respeto
para con los obreros asesinados por la reacción y para con su propia historia.
Cualquier
día de éstos, le pego fuego a tu burka, formamos una alianza entre
tú y yo y fundamos una república independiente donde no sea posible otra guerra
que la del amor.
Cualquier
día de éstos, rasgo un trozo de sábana y me hago una pancarta donde diga:
GOBIERNO,
EMPRESARIOS, CURAS Y BORBÓN: ¡¡DIMISIÓN!!…
…y después
la cuelgo en el balcón, hasta derrotarlos.
Un día de
éstos, tomamos al asalto tú y yo los cielos y la Tierra y refundamos el
Paraíso.
Uno de estos
días, le arrimo candela al Santander con los versos de los más
incendiarios poetas anticapitalistas.
Cualquier
día de éstos, me instalo de okupa en la sierra de tu boca, y luego que vengan
los antidisturbios a desalojarme.
Un día de
éstos, quemo todos los libros de autoayuda y reparto fusiles y
balas entre la población para instaurar un nuevo orden mundial.
Cualquier
día de éstos, me planto en el cementerio y excavo tu sepultura para desamordazarte,
regresarte y besarte la noble calavera.
Un día de
éstos, cojo el retrato de la familia real y los fusilo a todos
con un discurso de Buenaventura Durruti o de Manuel Azaña.
Cualquier
día de éstos, le declaro la guerra al despertador y me quedo contigo en la cama
lo que queda de eternidad.
Sí,
cualquier día de éstos le hago una memorable pintada a la fachada de la sede
del Gobierno, donde se exija:
TERMINANTEMENTE
PROHIBIDO ESCUPIR SOBRE LOS TRABAJADORES.
Cualquier
día de éstos, salgo al campo, siego una hermosa carretada de flores, pavimento
con ellas la calle donde habitas y tapizo la cama donde yaces.
Un día voy y
levanto una pancarta ante la sede del Cuartel General del Ejército, otra ante
El Vaticano, otra ante la sede de la CEOE, otra ante la Dirección General de
Policía, otra ante el cuartel general de la CIA, ante el del Banco Mundial,
ante el palacio del Rey, el del presidente del Gobierno, el del FBI, el del
FMI, la sede de la OTAN…: ¡RÍNDANSE: LES TENEMOS RODEADOS!
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