lunes, 9 de septiembre de 2013

LA XUNTA DE GALICIA LIQUIDA EN TRES AÑOS 4.200 EMPLEOS QUE CREÓ EN EL 2008 Y 2009

La Administración local recortó 4.500 puestos desde el inicio de la crisis

Escrito porSerafín Lorenzo

Santiago / la voz  08 de septiembre de 2013  08:53
GMT

La crisis también se deja sentir entre el personal de las Administraciones públicas. Sus trabajadores no son ajenos a los recortes y las incertidumbres que sacuden a la empresa privada. Los sueldos encadenan mermas sucesivas, las condiciones laborales se endurecen y el empleo peligra para muchos. Las cifras oficiales corroboran que, más allá de los que tienen el puesto blindado por una oposición, las Administraciones están aligerando sus plantillas. En la Xunta, el movimiento es continuo. En los últimos tres años, ha liquidado 4.164 empleos, casi tantos como los 4.332 que había creado en solo dos: durante el 2008 y el 2009.

Con la economía gallega acusando ya los primeros golpes de la crisis, la Administración autonómica mantuvo un ritmo alto de crecimiento de personal entre el último tramo de gestión del bipartito y el arranque del primer mandato de Feijoo. En el 2008, todavía bajo la batuta política del bipartito, la Xunta y sus organismos dependientes aumentaron sus empleados en 2.441, al pasar de 86.858 en enero de ese año a 89.299 cuando finalizó el ejercicio. Las contrataciones prosiguieron durante el 2009, un año marcado por la salida de Emilio Pérez Touriño de Monte Pío y la llegada de Feijoo. Ese año, la Administración autonómica incrementó sus nóminas en 1.891, hasta alcanzar los 91.190 trabajadores en enero del 2010, siempre según los balances recopilados por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas en sus boletines semestrales.

Pero esa dinámica se truncó hace tres años con un cambio drástico en la política de personal. El mayor tijeretazo tuvo lugar en el 2010, cuando la Xunta rebajó el personal a su servicio en 1.971 trabajadores. La criba prosiguió en el año siguiente, con la salida de otros 1.505 empleados; y se suavizó durante el año pasado, incrementando el número de bajas en 688 individuos más.

El resultado de este carrusel de ajustes es que la plantilla de la Administración autonómica gallega se mantiene al cabo de cinco años con un número similar de trabajadores al que tenía cuando se hizo visible el pinchazo de la economía. Comenzó este año, al que corresponde el último informe de Administraciones Públicas, con 87.026 empleados, 168 más de los 86.858 con los que contaba en enero del 2008. Es la diferencia entre los 4.164 que la Xunta ha suprimido desde el 2010 y los 4.332 que había incorporado en los dos ejercicios precedentes.

Amortizaciones

Más complicado resulta ubicar la procedencia de las bajas en un momento en el que la Administración autonómica está amortizando por sistema puestos de personal que se jubila. Buena parte de esas plazas que no se reponen corresponden al ámbito de la docencia. Educación admitió el curso pasado que contaba con 1.276 profesores menos que tres años antes. A ese ajuste hay que sumar al menos los 486 contratos que fueron liquidados en la primera fase del plan de racionalización de la Administración paralela, con la extinción o la fusión de decenas de chiringuitos que contribuyeron a no engordar el capítulo de gastos de personal en el presupuesto autonómico.

Con este balance equilibrado en la Xunta, la caída del empleo público en Galicia se concentra en los ayuntamientos y diputaciones. De los 4.540 puestos de trabajo que se han perdido en la comunidad, 4.489 corresponden a la Administración local. A su servicio trabajan 26.725 personas, cuando en enero del 2008 eran 31.214. Los presupuestos municipales acreditan esas restricciones en las plantillas. Más de doscientos concellos rebajaron el año pasado las partidas destinadas al pago de las nóminas, una tendencia que también emerge en las diputaciones tras años de significativos incrementos.

Por su parte, la Administración del Estado tiene en Galicia 29.092 empleados, lo que supone 219 menos que los que figuraban a su cargo a comienzos del 2008. Curiosamente, y a pesar de la coyuntura económica adversa con la que se explica el repliegue en las plantillas, en el conjunto de las 17 comunidades autónomas los trabajadores al servicio del Estado se han incrementado en el mismo período en más de 9.000.

Distorsión en las universidades

Las cifras del ministerio sobre el personal que trabaja al servicio de la Administración pública en Galicia tienen en el concepto referido a las universidades un factor de distorsión. Entre el balance que el ministerio ofrece en enero del 2011 (3.824 trabajadores) y el del mismo mes del año siguiente (8.100), el volumen de empleados públicos de las tres universidades se dispara un 111 %, algo que, lógicamente, no puede guardar correspondencia alguna con la evolución real. Ese cómputo desequilibra a su vez la suma de los empleados de todas las Administraciones en las cuatro provincias, por lo que no ha sido tenido en cuenta en esta información sobre los ajustes aplicados desde el inicio de la crisis económica.

Si se atendiera ese repunte irreal en las tres universidades del país, Galicia tendría hoy seiscientos empleados públicos más que los que figuraban en el año 2008.


 

 

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