La herencia del padre del rey Juan Carlos
incluía más de 200 millones en acciones
El monarca se involucra directamente en la
promoción exterior de empresas españolas y tiene acceso a información
privilegiada sobre los planes de inversión de las principales compañías
El CNI traslada puntualmente al monarca
informes de "inteligencia económica" basados en la información de
embajadas, oficinas comerciales y empresas
03/09/2013 - 19:55h
El rey Juan Carlos a su llegada a la apertura de un
foro empresarial hispano-marroquí, el pasado julio en Rabat (Marruecos).
EFE/J.J. Guillén
El rey Juan Carlos podría ser juez y parte en la marcha de las principales
empresas de nuestro país sin que nadie tuviese acceso a esa información. La
Casa Real evita confirmar o desmentir si el rey posee acciones de empresas
entre un patrimonio que, por el momento, Zarzuela se niega a desvelarpese a haber solicitado su
inclusión en la futura Ley de Transparencia. A preguntas del
eldiario.es, un portavoz oficial de la Casa del rey afirma: "No informamos
sobre el patrimonio del rey. No podemos confirmar ni desmentir si tiene
acciones o no".
Según la información facilitada por Zarzuela a esta redacción, el rey se
benefició de dos herencias procedentes de su padre: una con fondos en Suiza y
otra con activos en España. La segunda parte de la herencia incluía dinero en
efectivo, bienes inmuebles y una cartera de acciones valorada en 200 millones
de pesetas a principios de los años 90.
Los últimos datos derivados de la instrucción del caso Nóos desvelan que el
monarca prestó 1,2 millones en 2004 a 23 años y sin intereses a
la infanta Cristinapara adquirir el Palacio de Pedralbes. La
información procede de un informe de Hacienda incoporado a la causa que la fiscalía quiere
arrebatar al juez Castro. Con anterioridad a estas nuevas
revelaciones, trascendió la existencia de cuentas
en Suiza a nombre del monarca, procedentes de la herencia recibida
por parte de su padre. De aquella herencia, el rey recibió una importante
cantidad de acciones en empresas sin determinar por un valor global de 200
millones de pesetas.
Según la Casa Real, del dinero de Suiza (dos millones de francos) no queda
nada, ya que el rey lo utilizó para pagar deudas y hacer frente a sus gastos.
La cuenta fue cancelada en 1995. No aclara qué ocurrió con las acciones: se
desconoce por tanto si el monarca invierte en alguna de las empresas cuya
actividad impulsa en el extranjero.
El jefe del Estado maneja una importante cantidad de información sobre los
movimientos empresariales al más alto nivel y sus planes de desarrollo fuera de
España. A la hora de referirse a la labor de Juan Carlos I, miembros de todos los
gobiernos han aludido históricamente a su labor como embajador de la economía
española en el extranjero. Cada vez que una empresa consigue un importante
contrato fuera de España, es habitual que la mano del rey se señale de manera
más o menos velada como artifice de la generación de negocio exterior.
Así ocurrió en la concesión del contrato del tren de La Meca a Medina,
conocido como "tren del desierto". Ese millonario contrato condedido
por la monarquía saudí beneficiará a empresas como Talgo, Indra o OHL. La
pregunta que suscita la opacidad de Zarzuela sobre las actividades
empresariales del monarca es evidente: ¿podría el rey ganar dinero con sus
gestiones a favor de las empresas españolas? Según los expertos consultados,
nada está previsto en la legislación española que, de manera específica,
pudiera impedírselo. Mientras, Zarzuela insiste en no divulgar información
alguna sobre los negocios del rey, si es que estos existen.
Al margen de su contacto con empresarios y mandatarios de otros gobiernos,
el monarca español obtiene información de primera mano por otras vías. El rey,
en su calidad de jefe del Estado, es uno de los destinatarios de los informes
elaborados por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El espionaje español
se encuentra en pleno proceso de especialización en materia económica con la
creación de unidades específicas en el ámbito de la llamada "inteligencia
económica". En los planes de Seguridad Nacional se considera que prever
los riesgos para la economía de nuestro país es un objetivo prioritario. Las
conslusiones de esos trabajos de espionaje económico acaban sobre la mesa de
trabajo de Juan Carlos I. ¿Podría utilizar el rey esa información en su
beneficio? La respuesta es no, pero con matices. La ley impide el uso de
información privilegiada, pero sería imposible probar tales prácticas por parte
de un miembro de la Casa Real. La opacidad que rodea a la institución haría
prácticamente indemostrable la existencia de dichas prácticas, en caso de
haberse producido.
En el mundo económico
es frecuente la aplicación de diversos cortafuegos y filtros que impiden que un
alto cargo de una empresa pueda utilizar la información privilegiada que pasa
por sus manos para su beneficio personal. La CNMV es el órgano de control
encargado de velar por la aplicación de este tipo de medidas. De este modo, es
frecuente que los altos directivos de las entidades financieras dejen sus
carteras de inversiones en manos de brókers a quienes autorizan para mover el
dinero pero a los que no dan indicaciones. Se trata de separar la acción
ejecutiva en una gran empresa de los intereses personales de quien ostenta esa
responsabilidad.
Fuente: http://www.eldiario.es/

No hay comentarios:
Publicar un comentario