Portugal plantea recortar las pensiones el 10 % y
Francia sube los años cotizados hasta 43
redacción / la voz 11 de septiembre de 2013 05:00
Miles de franceses protestaron ayer en la calle contra la reforma de
las pensiones. PASCAL GUYOT afp
Envejecido como continente e inmerso en una crisis económica
que ha disparado el paro y reducido los niveles de recaudación, Europa y quien
la dirige, con Berlín a la batuta, han puesto el foco en la sostenibilidad de
los sistemas públicos de pensiones. Siguiendo las recomendaciones de la
Comisión, España ya ha formulado una propuesta que pasa por desligar su
actualización del IPC -está por ver cuándo entra en vigor el llamado factor de
sostenibilidad- y el Gobierno buscará ahora el consenso con los sindicatos para
evitar un incendio social.
Francia vivió ayer una jornada de protestas por la reforma
presentada por François Hollande, criticada por la derecha por blanda, y
repudiada por la izquierda. Los cambios suponen un desplante a los
planteamientos de la Comisión Europea, pero no han impedido que la sociedad
gala salga a la calle. La principal modificación propuesta por el Gobierno galo
es elevar a 43 los años necesarios cotizados para cobrar el 100 % de la pensión
pública. El cambio se haría de forma gradual desde el año 2020 para alcanzar
ese tope de 43 en el 2035. Ahora se sitúa en 41,5. Los franceses, que han
descartado subir la edad de jubilación de los 62 años como proponía Bruselas,
financiarán parte del déficit del sistema desde el año 2014, con un alza de
0,15 puntos en las cotizaciones que pagan empresas y trabajadores.
Mucho más drástico parece el inminente ajuste al que se
enfrentan algunos jubilados portugueses, que se enmarca dentro de las
exigencias impuestas por la UE y el FMI en el rescate financiero. El Gobierno luso propuso ayer un nuevo plan de reducción de
pensiones de trabajadores del Estado para el 2014 que implica recortes del
10 % en las retribuciones de más de 600 euros y una disminución de las
jubilaciones anticipadas.
El proyecto, según el Ejecutivo conservador de Pedro Passos
Coelho, plantea un ahorro de unos 700 millones de euros en gasto público. Los
recortes se aplicarían sobre las pensiones superiores a 600 euros concedidas
hasta el 2005 y afectaría a unas 300.000 personas. Una vuelta de tuerca más en
la inamovible doctrina de la austeridad y la reducción del gasto en un país
azotado por la depresión económica.
Con distintos grados, de diferente forma, países miembros de
la UE están acometiendo reformas en los sistemas públicos de jubilación, una de
las grandes obsesiones de la troika. La reforma pendiente en España y lo que
acontece en sus países vecinos abre el interrogante de qué es lo que realmente
pone en peligro la sostenibilidad del sistema. Bruselas parece entender que la
causa está en que vivimos más años y han nacido menos niños. Pero la
precariedad salarial y el paro, que no parecen detenerse con la estrategia de
los recortes, generan menos cotizantes al sistema y aportaciones mucho más
bajas.
Fuente: www.lavozdegalicia.es
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