lunes, 9 de septiembre de 2013

"EN TÉRMINOS POLÍTICOS EL PIRÓMANO ES FEIJOO"

Sindicatos y comités de empresa de los diferentes medios que actúan en la lucha contra los incendios denuncian la "descoordinación" y el "caos" que se está viviendo por la fragmentación del dispositivo. "El monte arde porque quien tiene el poder político impide que se apague", concluyen, y llaman a la movilización social.


30/08/2013 - 17:22h



"Son datos extraordinariamente positivos", afirmaba este mismo jueves el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, después de valorar la sucesión de incendios forestales que está sufriendo Galicia, y el propio dispositivo de prevención y extinción, del que destacó su "eficacia" y "coordinación", al tiempo que volvía a incidir en la intencionalidad de los fuegos. Sin embargo, sus palabras han sido contestadas de forma contundente este viernes por la Plataforma en defensa del Servicio de Prevención y Defensa Contra Incendios Forestales, que agrupa a los principales sindicatos y comités de empresa de los diferentes medios que actúan en la lucha contra los incendios forestales en Galicia (CCOO, CIG, CNT, UGT, Comités del SPDCIF de la Xunta de Galicia, Comités de Empresa de SEAGA, brigadas municipales, Tragsa y Natutecnia).


Todos ellos inciden en la "descoordinación" y el "caos" que se está viviendo estos días en los montes gallegos, ante la fragmentación de los equipos de extinción y la limitación de sus recursos. Fernando García (CIG) denunció que "tenemos un dispositivo fraccionado en una miríada de entes y administraciones actuantes en el incendio" y apuntó que "eso depende de una medida política", una medida política que se adopta "porque este año se quisieron devolver competencias a los ayuntamientos para pagar favores políticos y que los alcaldes lo puedan rentabilizar en votos. Los ayuntamientos están en crisis y necesitan este tipo de actividades para contratar a quien quieran. Aquí se emplea dinero público para pagar favores políticos y por eso arde el monte".


García hizo a Núñez Feijoo responsable de la situación y afirmó que frente a las informaciones que remiten a la existencia de una "banda organizada, con un mismo modus operandi en los fuegos de Boiro y Ribeira", la "única banda organizada responsable de los fuegos es la que diseña las políticas forestales de Galicia". "En términos políticos el pirómano es Feijoo. El pirómano es el responsable inmediato, pero si la Xunta no toma las medidas necesarias, es el responsable mediato. El monte arde porque quien tiene el poder político impide que se apague", subrayó. Y echó mano de las declaraciones del propio Feijoo en 2006: “Debería haber un dispositivo único y un mando unificado en el que se coordinen todos los medios autonómicos, estatales, locales y un verdadero gabinete de crisis permanente”.


María José Fuentes (CC.OO.) criticó que la consejera de Medio Rural, Rosa Quintana, “vaya a hacerse fotos” y reduzca el problema a la existencia de incendiarios: “los fuegos siempre fueron intencionados, ahí están los estudios y los datos año tras año. De lo que se trata es de que haya un trabajo de prevención y un dispositivo de extinción eficaz”. Fuentes también pidió “un gran pacto social y político, en el que estén los partidos, los sindicatos y todas la entidades que estén relacionadas por su actividad con el monte, para conseguir una política de prevención real, un plan forestal para poner en valor el monte y se fije población en el rural, pues la explotación del monte y su rentabilidad económica es el primer instrumento de prevención contra el fuego”.


Entre las ineficiencias del dispositivo, destacaron la externalización de actividades para empresas privadas como Natutecnia, o el uso que de las brigadas municipales se hace en muchos ayuntamientos, "una muestra del modus operandi feudal del PP", que en muchos casos -denuncian- se ocupan de labores no relacionadas con la protección de los montes. También se criticó que "la UME aparece como los grandes salvadores en todos los incendios, y en cambio cuando se ven imágenes de ellos aparecen a pie de pista y con las fundas limpias", denunciando "una ocultación del personal que realmente apaga el fuego". "Los trabajadores no queremos felicitaciones del presidente de la Xunta", dijo María José Fuentes, "lo que queremos es que se pongan todos los medios para que haya un dispositivo único, público y profesional que sea gestionado directamente por la Xunta de Galicia".


De igual manera, se pusieron en entredicho las cifras ofrecidas por la Xunta, que destacó que hay alrededor de siete mil personas trabajando en las labores de extinción. Calculan que esta cifra no es superior a las 4.500 personas, pero afirman que no es posible conocer el número exacto, pues muchas de las vacantes en las brigadas municipales no se llegaron a cubrir. Por ejemplo, Fuentes recordó que en Oia el 20% de los puestos estaban vacantes. En este sentido Peter Brea (Seaga) apuntó que "se fuera cierto que hay siete mil personas, no nos tendríamos que desplazar los tres turnos de las brigadas del distrito 2, de A Coruña, para apagar los fuegos en Cualedro, Ourense, Oiga, Boiro o Ribeira".


Llaman a la movilización de la sociedad gallega, porque "este no es un problema laboral, sino un problema social", y alertan de que el mantenimiento de las temperaturas altas, baja humedad y fuerte viento puede hacer que el número e incidencia de los fuegos se incremente en septiembre.

Proponen diez medidas para una nueva política forestal


La Federación Ecoloxista Galega, Adega, Verdegaia, Sindicato Labrego Galego, Anagaci, Plataforma Fragas do Eume, Plataforma pola Defensa de Corcoesto e Bergantiños, Amarante, Foro Social de Cangas, Asociación Petón do Lobo de Corcoesto, Altermundo, Fuco Buxan, el Colectivo Artabra 21 y otras más que se están sumando decidieron hace semanas constituir la Asemblea Galega Contra o Lume. "No es una cuestión puntual, tiene el objetivo de permanencia en el tiempo para de una vez por todas dejar constancia ante los poderes políticos que el pueblo gallego no va a admitir que se siga con la misma política forestal que año tras año arrasa nuestro país”, afirma Miguel Ángel Abraira.


Presentaron ante el registro de la Xunta más de 2.600 firmas, que recogieron en menos de una semana en las plataformas de change.org y petiçaopublica.com, demandando una "nueva política forestal que evite los incendios verano tras verano". "En Galicia, con el 7,7 % de la superficie forestal española, tienen lugar el 45% de todos los incendios, estando un 30% de la superficie forestal afectada”, advierten las organizaciones. Denuncian que las acciones de prevención y extinción que desde hace más de 25 años se vienen tomando por los distintos gobiernos “se demostraron y se demuestran insuficientes y sobre todo erradas, y la prueba es que no hay año en el que las llamas no sean portada de los medios de comunicación, arrasen grandes extensiones de monte bajo y arbolado, acaben con los mejores entornos ecológicos de nuestro país y no pongan en peligro o acaben con la vida de vecinos y vecinas de Galicia”. Afirman que no será posible avanzar en una solución “sin información, educación ambiental y participación social”.


Por estos motivos, la Asemblea Galega Contra o Lume les exige a las distintas administraciones con competencia “las medidas correctoras necesarias en las políticas de prevención y extinción que está aplicando, para finalizar de una vez por todas con la lacra de los incendios”. Para conseguir este objetivo emplearán “si fuera preciso” la “movilización de los gallegos y gallegas”.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

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