El escritor Diego Medrano publica 'Historia
golfa de las monarquías hispánicas', una guía de reyes “descarriados y golfos”
que abarca desde el monarca godo Sigerico hasta Juan Carlos I y su yerno Iñaki
Urdangarin.
ALEJANDRO
TORRÚS Madrid 09/03/2013 08:00 Actualizado: 09/03/2013 08:25
El escritor Diego Medrano
Desde Sigerico,
el primer rey godo, a los borbones. Pasando por los musulmanes, los aragoneses,
los asturianos o los navarros. Todos unos golfos. La “golfemia”, como la
denomina el escritor Diego Medrano, es el valor común de la inmensa mayoría de
los monarcas hispánicos. Eso sí, con alguna excepción: Alfonso X El Sabio, que
“sería merecedor de un nobel en la actualidad” y Juan Carlos I, a quien el
autor le concede el indulto “solamente por los 15 minutos en el golpe de
Estado del 23-F”. “No hay que olvidar que sin su intervención podríamos
estar en otra dictadura”, asevera a Público Diego Medrano, autor de la
obra Historia golfa de las monarquías hispánicas (Berenice), quien, no
obstante, puntualiza un aspecto fundamental: “No hay ningún Borbón listo”.


Las bajas
pasiones, el sexo, los escarnios amorosos y la violencia fratricida centran la
atención de Medrano a lo largo del título. Sin embargo, a pesar del morbo que
puede despertar en el lector y más allá de los prejuicios sobre la temática
elegida, la obra de Medrano rezuma sabiduría, reflexiones de gran calado y referencias
continuas a los grandes pensadores de la humanidad. No hay página en la que
no se cite a autores como Faulkner, Camus, Sartre, Capote, Proust o Becket. De
hecho, es en este punto donde se concentra el gran atractivo del ensayo.
La obra es
una mezcla de 'Sálvame' versión regia y un análisis freudiano de las pasionesEl
autor dota de personalidad a cada uno de los reyes hispánicos partiendo de un
análisis de sus perfiles psicológicos, trata de extrapolar sus filosofías de
vida con referencias actuales y aporta una gran dosis de imaginación y humor
que permite a la obra combinar la historiografia, la ficción y la filosofía.
Todo un cóctel que une de manera indisoluble una especie de 'Sálvame' versión
regia con un concienzudo análisis de las pasiones digna del propio Freud.
El cóctel
creado por el autor imposibilita encuadrar la obra en ningún género conocido.
Medrano, sin embargo, lo califica de 'historia-punk'. ¿Qué significa
esto? “Una mezcla de tres ingredientes: el uso del anacronismo, es decir,
contar el pasado haciendo guiños al presente. El ensayo-collage, porque el
libro que se limita a hablar de una cosa sola no tiene ningún interés y,
tercero, el psicologismo de los personajes. Trato de no limitarme a decir si
tal personaje tiene fimosis o no sino, como decía Marcuse, tratar de describir
psicológicamente a los personajes”.
"España
sigue siendo el matrimonio de un guardia civil y una monja"
“Adictos al sexo”
No hay
familia real que salga bien parada del análisis de Medrano. El desvarío sexual
y el gusto al sexo extramatrimonial parecen, a lo largo de la obra, inherentes
a la figura del monarca, sea cual sea su origen. No obstante, si hay una
familia real que salga mal parada esa es la de los borbones, una dinastía “sin
ningún intelectual”. “Los borbones son 'cuartelarios'. Ninguno ha sido
aficionado a la cultura ni a la lectura. Tienen cultura de cuartel, de
militar”, afirma el autor.
La
personalidad de la dinastía borbónica, se ejemplifica, según el autor, en los
reyes Alfonso XII y Alfonso XIII, bisabuelo y abuelo de Juan Carlos I. “Los
'alfonsos' son adictos al sexo y a los bajos placeres. Ese es el canon de los
borbones. Alfonso XII llegó a grabar una película porno y la afición de Alfonso
XIII por las putas es muy conocida. En el Palacio Real había una sala sólo
para la exhibición de películas porno”, afirma.
Pero la
monarquía, como la televisión, afirma Medrano, no es más que reflejo del pueblo
que la sustenta. “Irse de putas es específicamente español. España sigue
siendo el matrimonio de un guardia civil y una monja. La gente piensa que vamos
a los bares a divertirnos pero en realidad vamos a mentir. El español, bien sea
rey o no, padece el tópico que decía Miura: 'Yo si follo y no lo cuento es como
si no hubiese follado'” asegura.
Juan Carlos
I, como ya se ha dicho anteriormente, se extiende de la quema de Medrano. Esta
prerrogativa, no obstante, no se extiende a su hijo Felipe. El actual monarca,
defiende el autor, debe abdicar, pero antes de que la Corona vuelva a recaer
sobre la cabeza de un Borbón debe convocarse un referéndum y cumplir con “la
máxima de la izquierda”: “Todos los órganos políticos en democracia deben ser
electivos”. “El gran referéndum pendiente en este país es la consulta de
Monarquía o República. Después de Urdangarin ya no podemos estar seguros de
que ningún monarca o miembro de la Casa Real no va a meter mano en la caja”,
sentencia.
Fuente: www.publico.es
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