Tres de cada 1.000 personas en todo el mundo se ven abocadas a una situación de trabajo forzoso en algún momento de su vida. Las mujeres y las niñas constituyen la mayor proporción en ese total.
España |
Tercera Información | 09-03-2013 |
El Proyecto
ESPERANZA Adoratrices llama la atención sobre la situación de invisibilidad y
desprotección que padecen las víctimas de trata con fines de explotación
laboral, al estar esta forma de trata infradetectada.
La entidad
hace un llamamiento a que el Estado Español apruebe una Ley Integral de Lucha
contra la Trata y Protección a las Víctimas, que garantice una respuesta eficaz
y coherente frente a esta violación de los derechos humanos, sea cual sea la
finalidad de la explotación.
Madrid, 7 de
marzo de 2013. El Proyecto ESPERANZA Adoratrices, quiere unirse a los actos de
conmemoración del Día Internacional de la Mujer, como un día para sensibilizar
y luchar por la igualdad, la inclusión y el acceso a derechos de todas las
mujeres, recordando especialmente la desprotección que diariamente sufren las
víctimas de la trata de personas.
Según las
estimaciones de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), obtenidas con
una nueva metodología estadística mejorada, 20,9 millones de personas son
víctimas de trabajo forzoso en todo el mundo, situación en la que se ven
atrapadas como resultado de coerción o engaño y de la cual no pueden liberarse.
Esta cifra
implica que aproximadamente tres de cada 1.000 personas en todo el mundo se ven
abocadas a una situación de trabajo forzoso en algún momento de su vida. Las
mujeres y las niñas constituyen la mayor proporción en ese total -11,4 millones
(55%), en comparación con los 9,5 millones (45%) de hombres y niños. Los nuevos
datos confirman la conclusión anterior de la OIT de que las mujeres y las niñas
se ven afectadas en mayor medida, y en especial por la explotación sexual
forzada.
Marta
González, coordinadora del Proyecto ESPERANZA Adoratrices añade: “Los índices
de detección de las víctimas de trata con fines de explotación laboral o en la
mendicidad son inferiores a los de la trata con fines de explotación sexual.
Una menor visibilidad de estos casos así como la falta de conocimiento, de
sensibilización y de políticas públicas que den respuesta a esta realidad son
factores determinantes para ello”.
El trabajo
forzoso es extremadamente difícil de investigar y cuantificar, ya que, al ser
una actividad delictiva, suele realizarse de forma encubierta, a escondidas de
las fuerzas del orden y del personal administrativo y fuera de la vista del
público en general.
González
recuerda el dato de que tan sólo se identifica a 1 de cada 30 mujeres víctimas
de Trata y añade: Hay que seguir trabajando para mejorar en la identificación
de todos los casos de trata porque es el requisito, la condición previa
indispensable, para garantizar una protección efectiva de las víctimas.”
Para hacer
frente a esta compleja realidad de forma efectiva González añade: “Por eso,
pedimos al Gobierno que apruebe, junto al resto de grupos parlamentarios, una
Ley Integral de Lucha contra la Trata y Protección a las Víctimas que dé una
respuesta eficaz y coherente para combatir la Trata de Personas en todas sus
manifestaciones”.
Del total de
20,9 millones de trabajadores forzosos, 18,7 millones (90%) son explotados en
la economía privada por individuos o empresas. De estos últimos, 4,5 millones
(22%) son víctimas de explotación sexual forzada, y 14,2 millones (68%) son
víctimas de explotación laboral forzada en actividades económicas como la
agricultura, la construcción, el trabajo doméstico o la manufactura. Estas
cifras no incluyen los casos de trata con fines de extracción de órganos ni los
de matrimonio forzado u adopción forzada, a menos que estas prácticas den lugar
a una situación de trabajo o servicio forzoso. 2,2 millones restantes (10%)
están sujetos a modalidades de trabajo forzoso impuestas por el Estado, por
ejemplo en las prisiones, o en trabajos impuestos por el ejército de un país o
por fuerzas armadas rebeldes.
Las
estimaciones también permiten evaluar cuántas personas terminan atrapadas en
una situación de trabajo forzoso a raíz de una migración. 9,1 millones de
víctimas (44% del total) se han desplazado ya sea a nivel interno o
internacional, mientras que la mayoría, esto es, 11,8 millones (56%), están
sometidas a trabajo forzoso en su lugar de origen o residencia. Los movimientos
transfronterizos están estrechamente relacionados con la explotación sexual
forzada.
- http://www.ilo.org/sapfl/Informatio...
- Trabajo forzoso” de acuerdo con el Convenio sobre trabajo forzoso de la OIT nº. 29, el trabajo forzoso u obligatorio es todo trabajo o servicio que es exigido a cualquier persona bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente. El concepto de trabajo forzoso abarca un gran número de prácticas coercitivas de trabajo, que tienen lugar en todos los tipos de actividad económica y en todas las regiones del mundo. Las personas afectadas – mujeres y hombres, niñas y niños – son obligadas a trabajar en contra de su voluntad, coaccionadas por sus patronos o empleadores, por ejemplo mediante violencia o amenazas, o por medios más sutiles como la acumulación de deudas, la retención de documentos de identidad o la amenaza de denuncia a las autoridades de inmigración. Dichas situaciones también pueden considerarse como trata de personas o prácticas análogas a la esclavitud, que son expresiones similares aunque no idénticas en términos jurídicos.
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