martes, 26 de febrero de 2013

PRIMERA REUNIÓN DEL GRUPO DE FAMILIAS AFECTADAS POR HIPOTECAS CON LA CAIXA EN SEVILLA



Se ha acordado un nuevo encuentro en la semana del 18 al 23 de marzo. Se valora esta reunión como un primer paso de una negociación imprescindible hacia una solución colectiva efectiva que supere el mezquino marco legal vigente.
Vivienda | Tercera Información | 26-02-2013 | 

Ayer lunes 25 de febrero, por la mañana, los representantes del GRUPO DE AFECTADOS POR LA HIPOTECA DE LA CAIXA Y CREDIFIMO designados previamente en Asamblea nos hemos reunido con directivos (D. Juan Gamito, D. Francisco Rus y D. José Aguilar) del Grupo La Caixa (CaixaBank, que incluye a Banca Cívica y la antigua CajaSol), a los que le expusimos la situación general y las demandas de nuestro colectivo.
Como conclusiones de la reunión de hoy con La Caixa es de reseñar:
  • La Caixa ha oído y tomado nota de nuestras demandas y argumentos.
  • En relación con los afectados de Credifimo, ha prometido la inclusión de un representante de esa entidad como interlocutor directo para la temática de esos afectados.
  • Sin perjuicio de que los afectados sigamos manteniendo una comunicación directa con los distintos Directores de Sucursales, se transmitirá a la Dirección Territorial tanto la identidad de las personas que conformamos este grupo de afectados, como de aquellos casos concretos en que las gestiones se encuentren enquistadas.
  • Ambas partes han acordado volver a reunirse en la semana del 18 al 23 de marzo -La Caixa confirmará el día a la largo de la presente semana- a fin de seguir profundizando en las presente conversaciones.
Valoran esta reunión como un primer paso de una negociación imprescindible hacia una solución colectiva efectiva que supere el mezquino marco legal vigente, en interés de ambas partes. Son conscientes que este proceso necesitará de la suficiente presión ciudadana que lo haga posible.
El estancamiento del modelo de crecimiento económico, el estallido de la burbuja inmobiliaria y la posterior crisis financiera y económica han dejado en España unas altísimas tasas de desempleo. La disminución de ingresos, cuando no la ausencia de ellos, hace que muchos hogares no puedan afrontar el pago de los créditos hipotecarios contraídos para la adquisición de sus viviendas habituales.
Ante esta situación y dado el reiterado fracaso al que nos ha llevado la gestión individual ante cada sucursal -debido a la carencia de autoridad de sus directores para tomar decisiones innovadoras y a la indefensión en nuestra condición de cliente individual- nos hemos visto obligados a abordar colectivamente la cuestión, demandando la iniciación de una negociación colectiva en la que planteamos como necesidades comunes a todos los afectados aplicar con carácter urgente las medidas que a continuación desglosamos:
  • Reestructuración de la deuda mediante la quita o reducción del importe debido y la reconsideración del tipo de interés, a fin de obtener una cuota de pago acorde a los recursos de las personas hipotecadas, que les permita mantener su vivienda y cumplir sus obligaciones de pago.
  • De no conseguirse esto, dación en pago de las viviendas habituales afectadas por procesos de ejecución hipotecaria, extinguiéndose totalmente con ella el pago de la deuda, así como los intereses y costas devenidos.
  • Paralización de los desahucios en curso y futuros, cuando se trate de la vivienda habitual del ejecutado y cuando el impago del préstamo hipotecario sea debido a motivos ajenos a su voluntad.
  • Cesión a sus ocupantes de las viviendas adjudicadas por la entidad financiera mediante un alquiler social.
Como es de público conocimiento, estos planteamientos básicos se encuentran recogidos en ILP presentada por la PAH y recientemente aceptada a trámite por el Congreso Nacional. Esta vía de negociación se entiende como colectiva y, una vez aprobadas estas demandas básicas, se llevarán a cabo teniendo en cuenta las particularidades de cada caso concreto.
La negociación de estas medidas, debería darse en un marco inicial que contemple:
  1. La elaboración de un protocolo que comprometa a esta entidad a las “buenas prácticas” bancarias, designando unos interlocutores estables, fijando un calendario de reuniones y creando unas bases y/o condiciones de negociación.
  1. La paralización de todos los procedimientos abiertos, de las nuevas demandas judiciales y congelación de los intereses, desde este mismo momento.


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