Más Alan Turing y menos Cher: los iconos olvidados del Orgullo Gay
Porque no todo son arcoiris y carreras de tacones el 28 de junio.
Claudio M. de Prado - 28 de junio de 2012- 08:06 h.
Pero esta pasión por el becerro de oro no es algo exclusivo del mundo homosexual. Al menos no según Juan Flahn, director de la película Chuecatown y autor del libro Orgullo Z,
que narra un apocalipsis zombie en plenas fiestas del Orgullo Gay.
“Siempre hay ídolos populares que, sin ser referentes de
intelectualidad, la gente toma como modelos para divertirse, imitarlos o
incluso criticarlos. Sucede en todos los ámbitos. Belén Esteban y Mario
Vaquerizo, por ejemplo, han sido encumbrados por el mundo hetero. El problema es que
estos referentes populares representan un tipo de vida y de pensamiento
bastante limitador, aunque tampoco podemos esperar que la masa encumbre
a un matemático o en un astrónomo como ídolos de masa. En eso los Hidrogenesse han sido siempre unos adelantados, y por eso les adoro”.
¿Significa esto que es imposible pensar en un Orgullo Gay sin tener que escuchar a Kylie, Cher, Madonna o Alaska? “No solo sería posible, sería deseable”, continúa Juan Flanh, que también fue uno de los creadores de las famosas fiestas En plan travesti que hace años revolucionaron la noche madrileña. “Sería genial que dejáramos de prestar tanta atención a esas divas que ya están encumbradas, que ya han hecho todo lo que tenían que hacer por el colectivo, y empezáramos a fijarnos en nosotros mismos, en ver cómo podemos realizarnos cada uno en nuestra pequeña parcela y dejar de transferir esa energía y esas ganas y ese tiempo a, no sé, Lady Gaga. Hay que dejar de darles dinero a ellas e invertirlo en nosotros. Nos quejamos de la afición hetero al fútbol, pero en el fondo somos igual de hooligans”.
Mikel López Iturriaga, autor del blog gastronómico El Comidista, comparte esta opinión. “Es innegable que hay un tipo de gay bastante común al que le fascina lo estiloso y pone los valores estéticos por delante de otros más profundos, pero también hay homosexuales con cerebro muy valorados por la comunidad como Oscar Wilde, John Waters o los Pet Shop Boys. No se trata de ponerse intenso y coñazo, porque la fiesta es divertida y está en el ADN del Orgullo, pero hay temas pendientes importantes. Sin ir más lejos, el partido que gobierna tiene presentado ante el Constitucional un recurso homófobo contra la ley del matrimonio. Y la discriminación sigue campando a sus anchas en muchos ámbitos lejanos a las grandes ciudades. Así que como decían por mi pueblo, jaiak bai, borroka ere bai (fiestas sí, lucha también)”.
Un lema que Pepa Charro, la mujer que se esconde detrás de La Terremoto de Alcorcón, bien podría hacer suyo. Al fin y al cabo ella ha sido la encargada de hacer el pregón de las fiestas de este año. “Quizá la gente prefiere alzar iconos de la belleza a un pedestal gay que recordar castraciones químicas. Por supuesto que no hay que olvidar que tremendos casos como el de Alan Turing son los pilares de nuestras libertades, pero no hace daño a nadie añadirle un poco de purpurina, lentejuela, color y pluma a un pasado sin derechos. Por eso las divas son necesarias. Las divas y la Terremoto, claro”.
Fuente:www.elpais.com
¿Significa esto que es imposible pensar en un Orgullo Gay sin tener que escuchar a Kylie, Cher, Madonna o Alaska? “No solo sería posible, sería deseable”, continúa Juan Flanh, que también fue uno de los creadores de las famosas fiestas En plan travesti que hace años revolucionaron la noche madrileña. “Sería genial que dejáramos de prestar tanta atención a esas divas que ya están encumbradas, que ya han hecho todo lo que tenían que hacer por el colectivo, y empezáramos a fijarnos en nosotros mismos, en ver cómo podemos realizarnos cada uno en nuestra pequeña parcela y dejar de transferir esa energía y esas ganas y ese tiempo a, no sé, Lady Gaga. Hay que dejar de darles dinero a ellas e invertirlo en nosotros. Nos quejamos de la afición hetero al fútbol, pero en el fondo somos igual de hooligans”.
Mikel López Iturriaga, autor del blog gastronómico El Comidista, comparte esta opinión. “Es innegable que hay un tipo de gay bastante común al que le fascina lo estiloso y pone los valores estéticos por delante de otros más profundos, pero también hay homosexuales con cerebro muy valorados por la comunidad como Oscar Wilde, John Waters o los Pet Shop Boys. No se trata de ponerse intenso y coñazo, porque la fiesta es divertida y está en el ADN del Orgullo, pero hay temas pendientes importantes. Sin ir más lejos, el partido que gobierna tiene presentado ante el Constitucional un recurso homófobo contra la ley del matrimonio. Y la discriminación sigue campando a sus anchas en muchos ámbitos lejanos a las grandes ciudades. Así que como decían por mi pueblo, jaiak bai, borroka ere bai (fiestas sí, lucha también)”.
Un lema que Pepa Charro, la mujer que se esconde detrás de La Terremoto de Alcorcón, bien podría hacer suyo. Al fin y al cabo ella ha sido la encargada de hacer el pregón de las fiestas de este año. “Quizá la gente prefiere alzar iconos de la belleza a un pedestal gay que recordar castraciones químicas. Por supuesto que no hay que olvidar que tremendos casos como el de Alan Turing son los pilares de nuestras libertades, pero no hace daño a nadie añadirle un poco de purpurina, lentejuela, color y pluma a un pasado sin derechos. Por eso las divas son necesarias. Las divas y la Terremoto, claro”.
Fuente:www.elpais.com
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