Trabajadores de Francia saldrán a las
calles para protestar contra la reforma del sistema de pensiones que busca
aumentar el tiempo de cotización en dos años y afectará a los nacidos a partir
de 1973, quienes representan el grueso de la población laboral.
Sindicatos franceses se movilizan este
martes por las calles de la capital (París) y otros puntos del país en protesta
por la reforma del sistema de pensiones, antes de que esta sea presentada ante
el Consejo de Ministros el próximo 18 de septiembre. Unas 180 marchas, mítines
y otras formas de protesta están programadas para este día.
En el centro de las manifestaciones está
la intención del ejecutivo de elevar el tiempo de cotización laboral de 41 a 43
años para tener derecho a una pensión completa al momento del retiro.
La medida afectará a todos los
trabajadores nacidos a partir del año 1973, es decir a los que ahora tengan 40
años de edad, quienes representan el grueso de la población laboral, según
reseñó Prensa Latina.
De acuerdo con las estadísticas, la edad
promedio de acceder a un puesto fijo en Francia son los 27 años, lo cual
significa que para disfrutar de un retiro completo será necesario trabajar
hasta los 70.
Los sindicatos de trabajadores
argumentan que esta medida va en contra de los principios de la seguridad
social francesa, basada en una distribución equitativa de la riqueza generada
por el trabajo social.
“Es necesario devolver la confianza a
los asalariados, particularmente a las jóvenes generaciones, respecto a un
sistema de pensiones solidario”, indicaron en la convocatoria, en la que
reclamaban “romper con las políticas de austeridad”.
Por otra parte, los trabajadores
denuncian que el desempleo continúa en alza constante a pesar de las promesas
del presidente François Hollande, quien ofreció comenzar a invertir la curva
ascendente del paro antes de fin de año.
La falta de trabajo afecta a más de tres
millones 200 mil personas, si bien entre los menores de 25 años este negativo
fenómeno abarca a uno de cada cuatro jóvenes.
El Gobierno de Francia, para intentar
restablecer el equilibrio en el déficit del sistema, que alcanzará los 21 mil
millones de euros (más de 27 mil millones de dólares) para 2020, ha apostado
principalmente por aumentar las cotizaciones salariales, patronales y los años
de cotización necesarios para acceder a una pensión completa.
En las recomendaciones hechas por
Bruselas a cada país en julio, el Ejecutivo comunitario pidió a Francia medidas
para reformar el sistema de pensiones, y apuntó a la necesidad de garantizar la
sostenibilidad de las finanzas públicas y a la de reducir los costes laborales
para evitar un mayor deterioro de la competitividad empresarial.
En una entrevista concedida a Le Figaro,
el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, consideró
que aunque la reforma “va por el buen camino”, Francia debe precisar “cuanto
antes mejor” el impacto de la modificación sobre los costos laborales.
“La reforma no debe ni aumentar las
cargas empresariales ni desincentivar el empleo”, destacó el comisario, para
quien esas cargas “y la presión fiscal constituyen uno de los principales
hándicaps para la competitividad, el crecimiento y el empleo en Francia”.
teleSUR-PL- eleconomista.es/ao – FC
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