El Estado ha desembolsado desde 2007 cerca
de 220.000 millones, de los que unos 40.000 son prácticamente irrecuperables
VICENTE CLAVERO Madrid 09/07/2013 07:00
El principal perceptor de inyecciones de
capital es Bankia. EFE
La reestructuración del sistema financiero español ha
requerido ya cerca de 220.000 millones de euros, que ha tenido que
proporcionar el Estado a las entidades en crisis para evitar su quiebra. La
Comisión Europea estima que, de esa cantidad, unos40.000 millones son
prácticamente irrecuperables, lo que equivale a 850 euros por habitante.
Pero todavía está por ver que el resto del dinero empleado vuelva algún día al
erario público, según fuentes del sector.
Las ayudas al sistema financiero desde que estalló la crisis han sido de
tres grandes tipos: inyecciones de capital, compra de activos y avales del Tesoro
para la emisión de deuda. Las inyecciones de capital rondan los 88.000 millones
de euros, incluyendo las garantías concedidas a quienes se han quedado con
alguna de las entidades nacionalizadas. Por los otros dos conceptos -compra de
activos y avales- se han gastado 130.000 millones casi a partes iguales.
Bankia se lleva la palma
El principal perceptor de inyecciones directas de capital es Bankia, con
22.500 millones de euros en números redondos, la mayor parte de ellos
procedentes del rescate europeo. De esa cantidad, la Comisión da por
perdidos más de 18.000 millones. Catalunya Banc tampoco podrá
de devolver nunca 11.000 de los 12.000 millones que ha recibido, según los
cálculos de Bruselas. El resto del quebranto hasta los 40.000 millones tiene su
origen en NovaCaixaGalicia, el Banco de Valencia y Unnim.
Pero el problema es que hay mucho dinero que está en el aire y que podría
aumentar el coste de la reestructuración del sistema financiero de forma
considerable. Las incertidumbres se concentran en los esquemas de protección de
activos (EPA) que amparan a los nuevos propietarios de las entidades
nacionalizadas frente a posible riesgos encubiertos, en los activos traspasados
al banco malo (Sareb) y en los avales concedidos por el Tesoro.
Un alto riesgo
En conjunto, su importe asciende a unos 140.000 millones, de los que 28.000
corresponden a los EPA, 48.000 a la Sareb y 64.000 son avales. Aquella cifra
global, no obstante, podría verse engrosada en función de las exigencias que
pongan los eventuales compradores de las antiguas cajas que siguen en la órbita
del FROB: Bankia, Catalunya Banc y NovaCaixaGalicia, básicamente, según las
fuentes consultadas.
Las mismas fuentes recuerdan un elemento que habitualmente se olvida al
valorar el coste de la reestructuración de la banca y es la financiación del
Estado, que se encarece en la medida en que las ayudas pasan a computar como
déficit público. Sólo en 2012, el déficit empeoró en 3,6 puntos de PIB
por ese concepto, pese a los esfuerzos del Gobierno por ocultarlo.
Fuente: www.publico.es

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