Según IU, con esta tasa se podrían sacar entre 15 y 20 millones de
euros sin graves consecuencias para las grandes cadenas
Charo Solís /
Sevilla / 6 sep 2013
José Antonio Castro. // EFE
El
impuesto de grandes superficies es una batalla en la que IU se va a dejar la
piel de aquí a que se aprueben los presupuestos andaluces de 2014. Fuentes de
la coalición ya han lanzado una advertencia al PSOE ante el tibio
posicionamiento fiscal de la que es ya la nueva presidenta de la Junta, la
socialista Susana Díaz. Esta tasa, que cumple con ese principio de
progresividad y de no gravar a las rentas del trabajo sino a las del capital, es
“irrenunciable”. Estará “sí o sí” en las próximas cuentas. Así que
Díaz tendrá que ir un paso más allá de esa mera “intención” del Gobierno
andaluz de “no elevar la presión fiscal” y caminar hacia un modelo más
“eficiente y equitativo”, que manifestó el miércoles en su discurso de
investidura y que ayer volvió a repetir.
Con este
aviso, IU marca su terreno. Aunque son socios de gobierno y los dos
defienden que este es “sólido”, mantienen sus diferencias ideológicas, como
bien se encargó la propia Díaz de dejar patente en la segunda jornada de debate
en el Parlamento. Pero también hay diferencias en la gestión. En IU están
convencidos de que, aunque el margen es muy estrecho, en el capítulo de
ingresos para los próximos presupuestos se pueden hacer las cosas de otra
forma. Creen que con este impuesto se podrían sacar entre 15 y 20 millones
de euros sin graves consecuencias para las grandes cadenas (afectaría a 388
establecimientos) y con un beneficio notable para el pequeño y mediano
comercio, que sería el destinatario del dinero recaudado (es un impuesto finalista).
También sería ejemplificante: vendría a demostrar ese compromiso, tanto de PSOE
como de IU, de que el esfuerzo fiscal no recae sólo sobre la espalda de las
clases trabajadoras, sino sobre la de los que más tienen.
Parte del
camino para conseguir el objetivo ya está andado. La Consejería de Turismo y
Comercio, que ostenta IU, ya redactó un detallado
informe sobre este impuesto, tal y como publicó andalucesdiario.es
el pasado mes de julio. Pero en este trabajo también estaba involucrada
directamente la Consejería de Hacienda, aseguraron ayer fuentes de IU. El
problema es quien capitanea esta consejería y que ha dejado hilvanadas las
cuentas del próximo año es Carmen Martínez Aguayo, es la única consejera que se
da por hecho que no estará en el próximo equipo de gobierno de Díaz por efecto
arrastre del caso de los ERE (todo apunta a que pueda ser imputada por la jueza
que instruye el caso, como ya le sucedió a su antecesora Magdalena Álvarez, y
porque admitió haber recibido los informes de la Intervención general de la
Junta que advertían de las anomalías en la partida presupuestaria que nutría el
fondo).
Por tanto,
según IU, el escollo para su puesta en marcha estaría en las presiones por
parte de la patronal andaluza al PSOE y a la Consejería de Economía. Este
departamento siempre las ha negado y argumenta inseguridad jurídica, a la
vez que pone en duda su recaudación por la indefinición de qué es una gran
superficie, si sólo se limita al número de metros cuadrados (el tope serían
los 2.500) y si ahí entrarían determinados tipos de establecimientos (en
Cataluña, el Govern estuvo por rebajar el criterio de superficie y lo frenó en
el último momento, eso evitó que entraran en ese paquete algunas cadenas
importantes de supermercados).
Con
independencia de estos factores internos y de las relaciones entre socios,
también los hay externos. Según estas fuentes de IU, el PSOE va a tener muy
difícil justificar que se opone a un impuesto que ya se está aplicando en siete
comunidades (Aragón, Asturias, Canarias, Cataluña y Navarra), y es proyecto de
ley en Murcia y Baleares, precisamente, ambas gobernadas por el PP, o que por
ejemplo, sobre este y otros impuestos se hayan podido poner de acuerdo ERC,
de izquierdas, y CiU, de derechas, en su pacto en Cataluña (con los
empresarios en contra).
Este
impuesto, no obstante, no será el único entuerto presupuestario por el que las
dos formaciones tendrán que pelear (hasta ahora, por responsabilidad política,
han sabido que las divergencias, estas u otras, sean de puertas para adentro). Díaz
lo sabe, y en su turno de réplica al portavoz de IU, José Antonio Castro, le
recordó que se lo han puesto “difícil” con el corsé del déficit, pero
aseguró que con estas cuentas “algunos se sentirán incómodos” porque “pueden
marcar la diferencia”.
Salvo en
este capítulo y en de la corrupción, en el que IU espera que esa
“implacabilidad” de Díaz pase de las palabras a los hechos (Castro se encargó
de recordar el fiasco de la comisión de investigación en el Parlamento), en
IU se han dado por bastante satisfechos por cómo ha discurrido el debate.
Tanto, como para el PP les haya atacado por este flanco, recordándoles que para
cambio en Andalucía el de IU. El presidente popular andaluz, Juan Ignacio
Zoido, les criticó que por unos “sillones” hayan sido capaces de asimilar no ya
la música que impone el PSOE, sino hasta la partitura y la batuta.
Fuente: http://www.andalucesdiario.es/

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