Creado por Lucas León Simón.
Blog del autor: http://lucasleonsimon.wordpress.com
Insultante
analfabeta. Arrogante analfabeta. Consorte analfabeta. Desde la más absoluta
nada ha llegado a las más altas cotas de estulticia. Analfabeta.
Puede
descansar en un spa con un mortuorio lleno de adolescentes. Puede confundir a
Aristóteles con Arquímedes. A un “museus” con un museo. A un burro con una
escalera. Es una burra. Analfabeta.
La nada.
El vacío. El cero. Subida en un cargo pegado a una deuda. Es un laberinto que
vive dentro de la incultura. Nadie sabe, exactamente, que inglés habla. Ni
siquiera sabe si habla. Es una máquina de decir sonidos alrededor de su
nada. Es la vida cotidiana en forma de sonido monocorde. Le pega patadas al
diccionario y a la mente. Y sobrevive. En el cero. En la nada. Analfabeta.
Asesina,
cada vez que abre la boca, a la razón, a la política y a la gramática, pero
sigue montada en su trama, en su burra sin discernimiento. Es una burra.
Analfabeta.
No la
comerá el fuego eterno de la vacuidad, subida en un cargo por su consortidad.
Es la inmoralidad mental sin garantía alguna. Es una madriguera de errores. Un
peluquín confeccionado al vacío. Un cerebro con pelo, sólo. Analfabeta.
Es un
cráneo hervido, un pámpano en la ruta fascista, una innombrable con bastón de
mando. Una captura sin urnas. Una urna sin votos. Analfabeta.
Ha perdido
una olimpiada, cincuenta hospitales públicos y una ciudad de piedra. Un fulgor
de la política, un eslabón en una deidad caída. La esposa de un bigote
fascista. Analfabeta.
Tiene una
flor en salve sea la parte. Analfabeta.
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