miércoles, 19 de junio de 2013

BERLIN LE SACA TARJETA ROJA A OBAMA



Además del movimiento contra la guerra, entre los manifestantes había organizaciones políticas, como La Izquierda (Die Linke) y el KPD, antiguo Partido comunista de la extinta República Democrática Alemana (RDA), ecologistas, anti-fascistas, alterglobalización y LGTBs.
Internacional | Daniel Rodríguez Bogas - Tercera Información | 19-06-2013 | 

Centenares de berlineses se congregaron el pasado 17 de junio en la muy significativa plaza de Bertolt Brecht (Berlin-Mitte) para mostrarle la tarjeta roja al presidente de EEUU, Barack Obama. por su imperialista política exterior y el uso terrorista de los aviones no tripulados, conocidos con el nombre de Drones, que ya se ha cobrado millares de vidas inocentes, muchas de ellas de niños, en países como Paquistán y Afganistán. La convocatoria se llevó a cabo un día antes de la visita del mandatario norteamericano a la capital germana donde habrá de tener un encuentro con su par, Angela Merkel.
Un espléndido sol baña de luz la plaza homónima del autor de Madre Coraje y, a la hora prevista, daba comienzo la acción protesta. Eran las 17 h. y la gente iba sumándose, entre un fuerte despliegue policial, a los activistas que desplegaban pancartas contra la guerra y con distinas alusiones: Siria, Afganistán, Guantánamo, la OTAN, los cinco heroes cubanos y el bloqueo a Cuba, Assange, Manning, Hammond, Snowden y el pántera negra Mumia. De un camión-escenario dónde se le “leería la cartilla” a Obama sonaban canciones Hip-hop y Funk contra la guerra (Tupac, Edwin Starr, entre otros) y portaba un cartel de insuperable y clarividente ironía: aparecía Martin Luther King, con la leyenda de su antológica frase ’I have a dream’ y debajo el paradógico nobel de la paz, Barack Obama diciendo sonriente ’I have a Drone’.
Además del movimiento contra la guerra, entre los manifestantes había organizaciones políticas, como La Izquierda (Die Linke) y el KPD, antiguo Partido comunista de la extinta República Democrática Alemana (RDA), ecologistas, anti-fascistas, alterglobalización y LGTBs. Había manifestantes de todas las edades y de distintas nacionalidades, entre las que se distinguían a ciudadanos y ciudadanas sirias que portaban banderas de su país al tiempo que protestaban contra la intervención de fuerzas extranjeras en Siria y el papel de EEUU y la UE en la guerra desatada por sus propios intereses; no hacían ningún tipo de alusión a Al-Assad, únicamente portaban banderas sirias.
Una hora después, a las 18 h., se leyeron distintos manifiestos que denunciaban las guerras de Irak, Afganistán, Libia y Siria; el espionaje orwelliano del gobierno de Obama, las cárceles secretas, Guantánamo, sus cínicas condenas a Irán mientras no dice nada de Israel y la violación sistemática de los derechos humanos más básicos del pueblo Palestino. No faltó la solidaridad con el pueblo turco, ni se escapó de alusiones la propia Angela Merkel, pidiendo una condena al gobierno de Erdogan y sacándole también tarjeta roja por su participación en la OTAN.
A cada punto, los manifestantes exhibían las tarjetas rojas, que iban repartiendo organizadores vestidos como prisioneros de la cárcel de Guantánamo, ante la mirada de curiosos y transeúntes que o bien se quedaban a husmear, o se unían con grato asombro a la reivindicativa acción ciudadana. A continuación, el acto prosiguió con una marcha que atravesaba Friedrichstraße hasta llegar a la Brandenburg Tor, para acceder finalmente, a la puerta de la embajada norteamericana. La marcha se llevó a cabo en medio de un ambiente festivo que la música y el buen tiempo facilitaban, pacífico y sin ningún tipo de incidencia. Durante la marcha, el número de personas aumentó en forma considerable, de modo que al llegar a la puerta de Brandenburgo el número de manifestantes rondaba los 2000. Paralelamente, al llegar a la embajada el despliegue policial se incrementó exponencialmente. Este dispositivo ciertamente presentaba un rostro menos amistoso.
Antes de dar por finalizada la jornada antimperialista de condena a Obama, pero también a la OTAN y a la también premiada con el nóbel de la paz para acrecentar la infamia, Unión Europea, se procedió a leer un texto del renombrado intelectual estadounidense Noam Chomsky (1), el cual denunciaba que Obama había resultado ser peor incluso (¡tarea ya de por sí complicada!) que el propio George W. Bush.
Aunque no hubo ningún altercado importante, hay que dejar constancia del episodio que, aunque no pasó a mayores, pudo ensombrecer la pacífica jornada de lucha contra la guerra y por la democracia que se protagonizó ayer.
Al finalizar el acto, no fueron pocos los manifestantes, que se quedaron un poco más en la plaza, disfrutando de la suave y agradable brisa que ya, a poco de dar las 21 h. se agradecía, deliberando e intercambiando impresiones de lo acontecido, al mismo tiempo que algunos periodistas que se habían demorado en llegar, todavía tomaban fotografías y entrevistaban a alguien más, mientras los organizadores iban recogiendo materiales y acomodándolos en el camión.
Poco a poco, la gente se fue dispersando tranquilamente al tiempo que pasaban turistas, y varias unidades policiales cercaban el tránsito a la puerta con una actitud que desentonaba con la naturalidad y calma con que la gente se iba marchando. Entonces a algunas personas, entre las que se encontraba quien escribe, le fueron impedido el acceso (recordemos que estamos hablando de un lugar al aire libre, ¡la puerta de Brandenburgo!) por donde pasan decenas de turistas constantemente como también ese día. A mí una joven agente, robusta y seria, me ordenó literalmente a que diera la vuelta si no quería tener problemas. Lo único que llevaba en una mano era la pequeña cartulina roja que habían repartido para amonestar simbólicamente a Obama. A otro grupo, de personas de la tercera edad, que tenían banderas ya recogidas y pancartas o carteles guardados también le obligaron a detenerse y dar toda la vuelta cuando la entrada al metro y tren estaba a pocos metros de allí. Tras un poco de algarabía, todos optamos por ceder y “no tener problemas”. Los policías se fueron en pocos minutos, por lo que quienes todavía allí seguíamos pudimos acceder al transporte público sin problemas.
Así, de un modo tan estúpido, lo que fue un acto denuncia pero lleno de alegría y civismo pudo convertirse en otra cosa. Afortunadamente, nadie entró al trapo de esas provocaciones. De momento, le sacamos la tarjeta amarilla. La roja la tenemos reservada para Obama y los enemigos de la paz mundial. Como las consignas que se han gritado... ¡Obama die rote Karte! Imperialismus die rote karte! Kapitalismus die rote Karte!
Enlaces relacionados:
(1) Artículo que contiene extractos del texto que se leyó para concluir la movilización http://www.tomdispatch.com/post/175...
Cobertura de la prensa alemana:

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