jueves, 27 de junio de 2013

EUROPA DICTA QUIEN PAGARÁ LA QUIEBRA DE UN BANCO: PRIMERO LOS ACREEDORES, DESPUÉS LOS ACCIONISTAS Y FINALMENTE LOS AHORRADORES



En esta crisis se han tenido que salvar bancos con dinero público y la UE no quiere más casos como Bankia
A.R. | 27/06/2013

La Unión Europea no quiere que cuando haya nuevas crisis financieras sean todos los ciudadanos los que paguen -vía impuestos para enjuagar déficit- la quiebras de los bancos. La crisis que atormenta a la zona Euro desde el año 2.009 se ha llevado muchos bancos y cajas de ahorro por delante, han quebrado bancos británicos, irlandeses, portugueses, griegos y españoles. Y también de algunos países nórdicos. Para que no se hundiera el ‘sistema’ hubo que cubrir sus gigantescos agujeros con dinero público y al tener moneda única, algunos de los rescates han tenido que ser con dinero de otros. Por ejemplo, los 42.000 millones de euros para rescatar a las cajas quebradas nos los ha prestado Europa, y no lo van a devolver esos bancos, sino lo vamos a devolver todos los españoles vía déficit público.  Y ese dinero europeo procede de contribuyentes europeos, de ahí que la prensa alemana y de otros países nórdicos (Holanda y Finlandia por ejemplo) se quejan de que con el dinero de los ahorradores alemanes se paga la quiebra de los bancos españoles. Aquí nos quejamos de que cuando los bancos tenían beneficios se los quedaban y sus pérdidas las pagamos entre todos.
Acreedores y accionistas, primeros en pagar
El Ecofín, reunión de los ministros de economía y finanzas de los 27 países de la Unión Europea, ha acordado por fin el procedimiento que regirá en el futuro la quiebra de un banco, y no ha sido fácil porque Alemania bloqueó el acuerdo dos veces. Lo que ha decido la UE es que cuando un banco quiebre los primeros en perder sean los acreedores, es decir que aquellos a los que el banco deba dinero quebrado tendrán que renunciar a cobrar toda o parte de su deuda. Si el agujero no se cubre, los segundos en perder dinero serán los accionistas (por ejemplo los titulares de preferentes o subordinadas que en realidad son accionistas), y finalmente los ahorradores que se quedarán sin parte de su dinero en función de lo que tengan ahorrado.
Se fija la línea roja en cien mil euros
Finalmente Alemania ha aceptado que los ahorradores que tengan menos de cien mil euros no vean como sus ahorros se desvanecen si su banco quiebra. Esta era la propuesta española y De Guindos presume de ello, pero no es una propuesta de Guindos. A finales de 2.009, cuando quebró Caja Castilla La Mancha, el Presidente Zapatero aprobó una Ley por la que el estado española garantiza los ahorros de hasta 100.000 euros por titular y cuenta bancaria. Propuesta española sí, y Ley de Zapatero también. El Gobierno de Rajoy ha mantenido esa norma y cuando quebró Chipre se libró una durísima batalla con Alemania para que la línea roja de los cien mil euros se mantuviera en ese país. La negativa de Alemania en el caso chipriota provocó tal pánico financiero en Europa que Merkel tuvo que dar marcha atrás y, finalmente, Alemania ha aceptado que se salve a los pequeños ahorradores de quitas en caso de quiebras.
Solo después de las quitas llegará dinero público
Con el acuerdo del Ecofín se generaliza el modelo aplicado al rescate de la banca española, pero se altera el orden de factores. Aquí primero llegó el dinero público y después las quitas y ahora el procedimiento será al revés, solo después de que paguen acreedores, accionistas y ahorradores se permitirá la intervención del fondo de rescate europeo, financiado con dinero de contribuyentes de toda la zona euro. Alemania ha exigido que queden por escrito todos los detalles y por eso se fija que un banco  que quiera recibir ayuda pública tendrá que asumir como mínimo un 8% de quita  de todo su pasivo.
En circunstancias excepcionales
Y se detalla más, en circunstancias excepcionales, antes de que los acreedores pierdan todo su dinero, se autoriza al Fondo de Rescate a actuar, pero no ayudará directamente al banco afectado, sino que el dinero llegará mediante un préstamo al Estado que computará como deuda pública (déficit). Es decir, no hay recapitalización directa a la banca y no figurará como pérdidas de los bancos, sino que lo tendrán que devolver los gobiernos. Y esta es la victoria de Ángela Merkel. Además se obliga a los bancos a crear un Fondo de Resolución que estará dotado con dinero que aportarán los propios bancos y que servirá para costear parte de los rescates.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, además de felicitarse por el acuerdo insistió en explicar que la nueva normativa que el modelo de rescate bancario acordado es mucho más dura que la aplicada en España. Lo que no explicó de Guindos es que la UE no quiere más desastres como Bankia, cuya intervención y nacionalización dirigió el propio Luis de Guindos en un proceso que el Presidente del Banco central Europeo, Mario Draghi, dijo ante el mismísimo Parlamento Europeo que se había hecho “de la peor manera posible”.

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